El drama de quienes cuidan a familiar con Alzheimer: Muchos mueren antes que el enfermo

lunes, junio 14, 2010

El drama de quienes cuidan a familiar con Alzheimer: Muchos mueren antes que el enfermo

Sufren estados de estrés y depresión al ver que no hay mejorías en el enfermo, que muchas veces éste es su conyugue o uno de sus padres, y al verse colapsados por el trabajo que implica cuidarlos. Especialistas han visto como ellos fallecen antes que el propio enfermo, porque simplemente se abandonan.

SANTIAGO, junio 14.- Un verdadero drama olvidado es el que viven hoy las miles de personas que en el país se dedican a cuidar a un familiar que sufre el mal de Alzheimer y que se ven abandonados y sumidos en una depresión y desgaste físico que los lleva, en algunos casos, hacia la muerte.

Son principalmente familiares directos y en su mayoría mujeres, quienes además de cumplir con sus roles de esposas, madres y trabajadoras, asumen la alta responsabilidad que implica el cuidado de una persona con el mal de Alzheimer.

“Hay una serie de trastornos en estos enfermos que tiene que ver con el comportamiento, con acciones a veces delirantes y esto conforma una dependencia, en la que alguien tiene que hacer por ellos, lo que ellos no pueden hacer solos. Es aquí donde aparecen los cuidadores, que en su inmensa mayoría son informales y tienen mucho más cariño que competencia y la inmensa mayoría son mujeres. La sobrecarga de trabajo para ellas es evidente y cuidar a una persona cuya enfermedad da síntomas como delirios o agresividad y que en algunos casos son sus conyugues o padres y verlos ahora en condiciones tan distintas, donde hay que darles cuidados tan básicos como el aseo personal, desgasta mucho sicológicamente”, explica el Geriatra de la Universidad de Chile, Víctor Hugo Carrasco.

El especialista dice además que el desgaste físico que se produce al tener al cuidado a estas personas, sumado a otras actividades, hacen sentir a los responsables de su bienestar con una inmensa sobrecarga, sintiendo que no dan abasto y sufriendo además la incomprensión y exigencias del resto de su familia, ayudan a que se produzcan trastornos del ánimo y la depresión que son muy frecuentes en cuidadores.

“Incluso muchas veces cuando se trata del conyugue, fallecen antes el ‘sano’, porque estos se descuidan, dejan de ser importantes y entregan todo para aquel que sufre la demencia y terminan devastados. Dejan de tratar sus propias enfermedades y eso sumado a la depresión de ver a la persona que va involucionando, los afecta aún más”.

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