CASO DE PALOMA: Cuidadora de su marido
Lee atentamente el testimonio
“Cuando el neurólogo me comunicó que mi marido sufría una enfermedad de Alzheimer, fue un choque terrible. Me sentí culpable. A veces, los matrimonios generan problemas. Yo sé que monto rápidamente en cólera y tuvimos varias peleas para cosas que no valían la pena. Ahora, pienso que mi actitud tiene algo que ver con su enfermedad. También, me enfrenté a la idea que no había nada que hacer. Poco a poco me di cuenta que no era verdad. Empecé a moverme, tuve que encargarme de lo que él hacía antes: el correo, las facturas, los talones, el banco. Sin olvidar las tareas de casa y ayudándole a lavarse, a vestirle. Por suerte, él no planteó problemas para comer hasta hace poco. Tenemos dos hijos casados y a veces mis nueras me echan una mano. Pero soy triste, no veo nada alentador en el futuro. Nuestros amigos desaparecieron tras unos meses y mi reacción fue echar la culpa a mi marido. Incluso ocurrió que le reñí para esta situación. Las cosas empeoraron cuando él tuvo problemas para dormir. No quería acostarse. Se levantaba durante la noche y armaba un alboroto. Lo pasé muy mal hasta que el médico le recetara unos somníferos. Empecé a sentir molestias en el estómago y me batía el corazón. No tengo fuerzas para seguir así.”
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