30 Julio 2011, 10:05 PM
El Alzheimer en París (2)
¿Cómo ayudar a nuestros pacientes a mantener una vejez digna?
La pasada semana conversamos de algunas de las experiencias vividas en el recién pasado congreso de la Asociación Internacional de Alzheimer, que tuvo lugar en la señorial ciudad del París, Francia.
Esta dolorosa enfermedad que nos desmemoriza y que también llamamos del ¨alemán¨ en razón de que el neurólogo alemán, Dr. Alois Alzheimer la describió en el 1901, reseñando encuentros en el cerebro de una paciente de 51 años, la señora Augusta Deter, unas marañas en sus neuronas que en la oportunidad él no se pudo explicar.
Al escuchar exponiendo los nuevos avances, se pregunta uno, ¿cómo lo aplicamos a nuestra práctica?, ¿cómo podemos ayudar a nuestros pacientes a mantener una vejez digna, una integración social aceptable, y ayudarlos a manejarse con un futuro mejor?, que es lo más importa.
Para su diagnóstico varias son las herramientas de que disponemos, la principal la historia clínica, así como los estudios de gabinete, que van de los tests de memoria, hasta la Resonancia Magnética Espectroscópica y el PET Scan.
El participar en estas actividades científicas donde se dan cita los más prominentes investigadores en este campo especializado de la Medicina, nos hace de manera muy humana el cuestionarnos sobre numerosos aspectos éticos y prácticos, por ejemplo el valorar cómo criterios tan avanzados en la enfermedad de la memoria nos ayudarían, para muestra, el uso de marcadores predictivos, tanto en la sangre como en el líquido cefalorraquídeo. Esto es lo más moderno, el uso de biomarcadores, al igual que la futura implementación de la vacuna, que nos inmunizará para evitar el deterioro de las estructuras proteicas de nuestras neuronas. Otro de los temas discutidos, fue el control de las grasas en la sangre resumidos en un ABC – antiagregantes, beta bloqueadores y colesterol controlado.
Dos aspectos prácticos fueron revisados en el congreso parisino, el primero, el uso efectivo, muy comprobado, del parche de rivastigmina, el Exelón, y lo otro, el uso del cerebroliysin, el Renacenz, en esta enfermedad.
Mientras disfrutábamos de una elegante cena –pato al Roquefort- en el restaurante de la torre Eiffel, los colegas nacionales y centroamericanos, nos referimos a los beneficios, que tanto los pacientes como los médicos que manejamos la enfermedad de la memoria, hemos obtenido con el uso de los parches de Exelón. La gran ventaja de esta terapia tópica es la garantía que tiene el familiar o el cuidador de que se está administrando adecuadamente la medicación, y hasta ahora es la terapia más efectiva para el manejo del paciente correctamente diagnosticado como demencia tipo Alzheimer. Otro tema relevante, del que luego conversaremos es sobre el uso de la Cerebrolysina, conferencia que se realizó en el hotel donde nos hospedamos, en el Marriot de Rive Gauche.
De manera práctica nos encontramos frente a importantes retos y el futuro inmediato será el uso de los biomarcadores, que nos permitirán detectar la enfermedad unos 15 años antes de que se presenten síntomas relacionados con las fallas de memoria, las conductas bizarras, la falta de sueño, la irritabilidad y los estados depresivos que produce el Alzheimer.
Lo peor, es que borrarnos todos nuestros recuerdos, esto hace tan cruel este mal. Sobre los medicamentos mencionados habré de dictar dos conferencias, así, que les prometo a mis amables lectores continuar ¨conversando¨ animadamente sobre el tema del Alzhimer.
Esta dolorosa enfermedad que nos desmemoriza y que también llamamos del ¨alemán¨ en razón de que el neurólogo alemán, Dr. Alois Alzheimer la describió en el 1901, reseñando encuentros en el cerebro de una paciente de 51 años, la señora Augusta Deter, unas marañas en sus neuronas que en la oportunidad él no se pudo explicar.
Al escuchar exponiendo los nuevos avances, se pregunta uno, ¿cómo lo aplicamos a nuestra práctica?, ¿cómo podemos ayudar a nuestros pacientes a mantener una vejez digna, una integración social aceptable, y ayudarlos a manejarse con un futuro mejor?, que es lo más importa.
Para su diagnóstico varias son las herramientas de que disponemos, la principal la historia clínica, así como los estudios de gabinete, que van de los tests de memoria, hasta la Resonancia Magnética Espectroscópica y el PET Scan.
El participar en estas actividades científicas donde se dan cita los más prominentes investigadores en este campo especializado de la Medicina, nos hace de manera muy humana el cuestionarnos sobre numerosos aspectos éticos y prácticos, por ejemplo el valorar cómo criterios tan avanzados en la enfermedad de la memoria nos ayudarían, para muestra, el uso de marcadores predictivos, tanto en la sangre como en el líquido cefalorraquídeo. Esto es lo más moderno, el uso de biomarcadores, al igual que la futura implementación de la vacuna, que nos inmunizará para evitar el deterioro de las estructuras proteicas de nuestras neuronas. Otro de los temas discutidos, fue el control de las grasas en la sangre resumidos en un ABC – antiagregantes, beta bloqueadores y colesterol controlado.
Dos aspectos prácticos fueron revisados en el congreso parisino, el primero, el uso efectivo, muy comprobado, del parche de rivastigmina, el Exelón, y lo otro, el uso del cerebroliysin, el Renacenz, en esta enfermedad.
Mientras disfrutábamos de una elegante cena –pato al Roquefort- en el restaurante de la torre Eiffel, los colegas nacionales y centroamericanos, nos referimos a los beneficios, que tanto los pacientes como los médicos que manejamos la enfermedad de la memoria, hemos obtenido con el uso de los parches de Exelón. La gran ventaja de esta terapia tópica es la garantía que tiene el familiar o el cuidador de que se está administrando adecuadamente la medicación, y hasta ahora es la terapia más efectiva para el manejo del paciente correctamente diagnosticado como demencia tipo Alzheimer. Otro tema relevante, del que luego conversaremos es sobre el uso de la Cerebrolysina, conferencia que se realizó en el hotel donde nos hospedamos, en el Marriot de Rive Gauche.
De manera práctica nos encontramos frente a importantes retos y el futuro inmediato será el uso de los biomarcadores, que nos permitirán detectar la enfermedad unos 15 años antes de que se presenten síntomas relacionados con las fallas de memoria, las conductas bizarras, la falta de sueño, la irritabilidad y los estados depresivos que produce el Alzheimer.
Lo peor, es que borrarnos todos nuestros recuerdos, esto hace tan cruel este mal. Sobre los medicamentos mencionados habré de dictar dos conferencias, así, que les prometo a mis amables lectores continuar ¨conversando¨ animadamente sobre el tema del Alzhimer.
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