Esperando lo inesperado

Esperando lo inesperado

Esperando lo inesperado…
Un hombre sano de unos sesenta años empieza a notar que su memoria no es tan buena como solía ser. Cada vez más a menudo, tendrá una palabra en la punta de la lengua, pero apenas podrá recordarla. Se olvida de los nombres, comete errores cuando paga sus cuentas y se encuentra a menudo confundido o preocupado por el ajetreo normal de la vida a su alrededor. Una noche se encuentra repentinamente caminando en un vecindario lejos de su casa. No tiene idea de cómo llegó ahí.
Cuando la mayoria de las personas piensan sobre Alzheimer, inmediatamente lo relacionan tal vez, únicamente con la pérdida de la memoria. Es cierto que los problemas con la memoria y el habla son el sello distintivo de la primera etapa del Alzheimer. Y mientras la enfermedad avanza también pueden ocurrir otras conductas.
Las etapas intermedias con frecuencia pueden incluir arrebatos impredecibles de conductas, ansiedad o depresión. En sus últimas etapas, las personas con Enfermedad de Alzheimer por lo general tienen pocas habilidades para comunicarse y las funciones normales del cuerpo se van desconectando lentamente.
Desde que la enfermedad del Alzheimer se manifiesta, puede ser que entre los tres y quince años el enfermo vaya perdiendo sus facultades hasta alcanzar el estado similar a un recién nacido, sin control de esfinteres con una total pérdida de memoria, jucio y lenguaje.
Sabemos lo doloroso que es el proceso de la enfermedad, por eso consideramos de suma importancia tratar de ir reconociendo en nuestro ser querido los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer.
Cada persona y cada familia viven la experiencia del Alzheimer de manera única. Sin embargo, es importante para las personas que padezcan la enfermedad y sus familias, concentrarse en las habilidades que se conservan comunmente, en lugar de aquellas que se pierden.
Fuente: Folleto MERZ.