Capítulo Aragua

lunes, 29 de noviembre de 2010

* ¿QUE SON LOS TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO?

Informes FAE 10. Transtornos del Comportamiento (1)

Los trastornos del comportamiento son el conjunto de alteraciones producidas en la conducta de las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer. Algunos de estos trastornos comienzan a presentarse en la fase inicial, en particular la apatía, pero es en la fase moderada a severa donde se manifiestan con más intensidad.
* ¿CUANDO APARECEN ?
La enfermedad de Alzheimer produce un deterioro progresivo en el funcionamiento del cerebro debido a las lesiones cerebrales . Esto se traduce en una serie de signos que van avanzando a lo largo de la enfermedad. También se produce un cambio en el comportamiento y en la conducta de las personas enfermas.
Si consideramos las tres fases en las que se puede dividir la enfermedad, podemos agrupar los distintos trastornos de comportamiento que se van presentando a lo largo de los distintos periodos o fases.
En la fase inicial o primera fase, se notan fallos de memoria cada vez más frecuentes en su familiar. Estos olvidos sobre todo se refieren a los hechos recientes (no recuerda que ha comido este mediodía, no se acuerda de con quien acaba de hablar...)
Además, su familiar comienza a desorientarse en el tiempo (no sabe que día y que hora es) y en el espacio (no reconoce en que lugar se encuentra). Esta desorientación que es muy leve al principio, se acentúa en la segunda fase o fase intermedia de la enfermedad.
Su familiar experimenta dificultad para hablar y para coordinar los gestos y algunos movimientos corporales. A veces se deprime, o está ansioso, o bien tiene ideas o creencias falsas.
En la segunda fase de la enfermedad, se agrava la desorientación y el trastorno del lenguaje, con dificultad para el manejo de objetos y situaciones habituales de la vida diaria. Además presenta trastornos psíquicos graves.
En la tercera fase o fase final, hay un profundo deterioro psíquico, con ausencia casi total de comunicación, y una inmovilidad casi constante.
Habitualmente se considera que los trastornos del comportamiento aparecen en la fase severa de la enfermedad. No es la realidad. Estos trastornos son tan frecuentes como las perdidas de memoria y se manifiestan desde el inicio de la enfermedad, por ejemplo la apatía.

*¿POR QUÉ APARECEN ESTOS TRASTORNOS?

La enfermedad de Alzheimer consiste en la degeneración y muerte progresiva de las neuronas, células del cerebro que se van dañando de forma irreversible. La causa es todavía desconocida y en este momento aún no hay un tratamiento conocido para prevenir o curar la enfermedad.
El daño cerebral provoca la aparición progresiva de los distintos trastornos del comportamiento en el enfermo. Primero se dañan los tejidos cerebrales responsables de las funciones mentales superiores (el pensamiento abstracto, la memoria reciente, el cálculo...)
Después comienza el deterioro de otras zonas cerebrales más necesarias para el normal desarrollo de la vida diaria (el movimiento para alimentarse, asearse, caminar) y finalmente se afecta la parte cerebral relacionada con los sentimientos más antiguos y las emociones más básicas de la persona, (por ejemplo, los recuerdos infantiles, el amor y necesidad hacia los padres, el miedo a la oscuridad y a los extraños), así como los centros de las funciones vitales (circulación, respiración...).
Como la persona enferma no pierde todas sus facultades mentales a la vez, es consciente en parte de su deterioro, lo cual desencadena con frecuencia una depresión y también sentimientos de ansiedad por su impotencia para poder manejarse en su vida diaria y relacionarse con sus seres queridos.
En esta situación es importante poner cuidado con el respeto a la intimidad del paciente, respetando su autonomía y no invadiendo sus espacios, salvo cuando sea estrictamente necesario por su incapacidad para resolver por sí mismo las situaciones de la vida diaria. Es el momento de informarle de forma prudente y afectuosa de la situación personal que atraviesa y de la voluntad de usted por ayudarle en todo aquello que fuera necesario.
No obstante, los sentimientos dolorosos de su familiar por la pérdida de sus capacidades pueden agravar su inseguridad, y la frustración por un futuro incierto junto con la pérdida de control emocional pueden facilitar los comportamientos con agitación y las actitudes hostiles hacia usted, si es el cuidador principal y al resto de la familia. En ocasiones, esto llega a desembocar en las reacciones catastróficas, que incluyen conductas violentas.

* ¿PUEDEN LOS FARMACOS CAUSAR TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO ?

Las personas con enfermedad de Alzheimer suelen ser personas mayores, muchas veces con otras enfermedades que ya tenían previamente. En otras ocasiones aparecen nuevas enfermedades en el curso de la enfermedad de Alzheimer. Por esta razón, con frecuencia tienen tratamientoc medicamentos diversos.
Algunas de las medicinas que toma su familiar pueden provocar efectos secundarios que se traducen en conductas anómalas. Esto hay que tenerlo en cuenta para saber resolver a veces dichos comportamientos y para saber cuando son debidos a la enfermedad de Alzheimer, cuando a otras enfermedades asociadas (depresión, ansiedad) y cuando son motivados por las medicinas que utiliza.
Los tranquilizantes (medicinas para tratar la ansiedad) pueden producir somnolencia, desorientación, y en ciertas ocasiones, excitación con agitación, que consiste en que la persona presenta movimientos anormalmente rápidos con un estado de ánimo excitado y a veces irritable. También algunos antidepresivos pueden producir agitación o insomnio. Ciertos fármacos antipsicóticos para tratar las psicosis (enfermedades mentales severas en las que falla la adaptación y el control de la realidad), generan una rigidez corporal con pérdida de reflejos y dificultan la expresión de las emociones.
Las medicinas utilizadas para el insomnio (hipnóticos) pueden producir somnolencia excesiva por el día y también pueden dejar de producir efecto cuando se usan varios meses seguidos.
Algunos antihipertensivos (medicinas para bajar la tensión arterial alta), producen mareos y por tanto agravan la inseguridad espacial del enfermo. Incluso a veces se puede originar una depresión. Los diuréticos complican el problema de la incontinencia y agravan por tanto la pérdida de autonomía y de autoestima de su familiar enfermo. Otros antihipertensivos pueden producir hinchazón de piernas.
Ciertos antihistamínicos usados para las alergias disminuyen los reflejos y provocan alteración en el ritmo del sueño. En ocasiones, algunos fármacos pueden desencadenar como efecto secundario un estado de malestar general y a veces, incluso, una reacción catastrófica en su familiar.
Muchos fármacos como los antihipertensivos, los antidepresivos, los antialérgicos, pueden disminuir el deseo sexual. Muchos antibióticos producen malestar general y molestias digestivas.
Las medicinas que se usan para la artrosis, los dolores articulares y las artritis (antiinflamatorios), generalmente pueden producir molestias gástricas y alterar el comportamiento alimentario.
Cuando usted sospeche que la medicina que está tomando su familiar le está produciendo efectos secundarios perjudiciales, hable con el médico que se lo ha recetado y no interrumpa usted ningún tratamiento hasta que lo acuerde su médico.

* ¿ CUALES SON LAS REPERCUSIONES SOBRE EL CUIDADOR ?

El enfermo de Alzheimer necesita un cuidado constante y una dedicación en exclusiva muchas horas al día por parte de las personas que conviven con él.
Si eres su cuidador principal, la casi totalidad de la carga de trabajo que supone el cuidado y atención a su familiar, la desarrollas tú, lo cual va a producir una repercusión importante en tu vida.
En el plano corporal, puedes tener dolores articulares (al sujetarle, levantarle, vestirle...), dolor de cabeza (por el cansancio y la falta de sueño), insomnio (por las preocupaciones y cuandotsu familiar habla y se levanta por las noches), fatiga, aumento o disminución de peso...
Puedes experimentar una disminución en tu capacidad de prestar atención y también una pérdida de concentración que pueden llegar a dificultar algunos trabajos intelectuales. Es frecuente que tengas fallos en la memoria.
En tu estado de ánimo, puedes experimentar sentimientos intensos de tristeza, ansiedad, enfado hacia tu familiar, sentimientos de impotencia e incapacidad, estrés, desarrollar un carácter irritable, sentimientos de soledad, miedo a la propia enfermedad y a la muerte, e incluso sentimientos de culpa (¿lo estaré haciendo bien).
En el plano de las relaciones sociales, es posible que hayas tenido dificultades para seguir con tu trabajo si lo realizabas fuera de casa, incluso que hayas perdido tu puesto de trabajo. Además, habrá más gastos económicos al tener que atender a tu familiar. No tendrás tiempo como antes para salir con tus amigos, a salir de compras o a darte paseos.
Si es ama de casa, tendrás dificultades para compaginar tu trabajo con la asistencia a tu familiar. Incluso puedes que tengas problemas con el resto de tu familia, que no colabora en el cuidado del enfermo como lo desearías.
Es interesante tener en cuenta que no todos los días son iguales en el cuidado al familiar enfermo. Hay días especialmente desfavorables, los “días malos” en los que las cosas se complican más. Tu familiar presenta más trastornos de conducta y con mayor intensidad, no tienes la paciencia habitual, se rompe un electrodoméstico, tu familiar se enfada contigo, el resto de la familia colabora menos que otras veces, tu familiar tira la comida al suelo...
En estos días es bueno darse cuenta de que las rachas malas no duran para siempre. También debes tener en cuenta que los trastornos del comportamiento nunca se dan todos a la vez.
También es útil considerar el concepto de “familiar difícil”. Suele tratarse de una persona que antes de la enfermedad ya presenta un carácter que dificulta la convivencia. Con el deterioro producido por el Alzheimer se agrava el carácter de tu familiar y aún se hace más difícil su cuidado.
Cuando son frecuentes los trastornos del comportamiento y se rebasa la capacidad del cuidador, es habitual que el enfermo finalmente pase a ser ingresado en una residencia.
El cuidador experimenta reacciones frente a estos trastornos: sentir agresión hacia él y enfadarse, temor a que su familiar esté loco, frustración al no saber responder a lo que dice o quiere el familiar por no entenderle, tristeza, inquietud, desconcierto y perturbaciones de su equilibrio psíquico.
Estas son reacciones normales, pero la frustración, la cólera y el temor del cuidador tienen una influencia negativa sobre la relación con el familiar enfermo.
El estrés mantenido que producen las labores de cuidado, más todo lo anterior, puede acabar provocando una depresión, o bien un cuadro de ansiedad importante. Esto es lo que se denomina ·"síndrome del cuidado". El conjunto de todo lo anterior provoca pérdida en la calidad de vida del cuidador, del enfermo y del resto de la familia. Pero hay estrategias que puedes utilizar para evitar enfermar y para poder manejar con éxito los trastornos de tu familiar, y en cierta medida, prevenir su aparición:
* Fomentar las habilidades para establecer una buena comunicación con tu familiar. A parte de las palabras, es posible comunicarse con gestos acercando tu cara a la suya, con caricias, con canciones y movimientos corporales... Este tipo de comunicación se llama comunicación no verbal, y es muy importante saber entenderlo y expresarse así en esta enfermedad.
* Intentar acercarse y comprender las necesidades básicas de tu familiar. Aunque él no sea capaz de expresarse con palabras, la relación afectiva facilita el conocer dichas necesidades, que pueden ser: compañía, seguridad, cariño...
* Identificar qué situaciones desencadenan los trastornos de conducta. Es útil preguntar a personas que presenciaron anteriores episodios, para así conocer todo aquello que excita y altera al familiar enfermo.
* Imaginar soluciones para evitar las situaciones que provocan los trastornos de conducta. Hay que pensar distintas opciones que no supongan frustración para el enfermo. Por ejemplo, si usted sabe que su familiar se enfada y se asusta cuando se ve en un espejo, las soluciones pueden ser retirar todos los espejos no imprescindibles y cubrir con una cortina móvil los espejos necesarios.
* Ayudar a tu familiar a que reconozca y exprese sus pensamientos y sentimientos, siempre que sea posible.

* Educar a tu familiar para facilitarle el cumplimiento de sus actividades en la vida cotidiana.
* Reformar algunos actos si son difíciles o imposibles para él, simplificando entonces dichas actividades.
* Proporcionar a su familiar enfermo una rutina diaria que sea variada (para que su mundo no sea monótono y le desmotive), pero que sea estructurada y organizada, para no fomentar su desorientación.
* Mantenerle ocupado en actividades que satisfagan sus necesidades y sean capaces de liberar el exceso de energia y andiedad.
* Dejar al familiar, siempre que sea posible, elegir su camino. Al permitirle más autonomía, se verá más respetado. No agobiarle con un control excesivo.
* Creas un ambiente que sea tranquilo, confortable, no bullicioso, seguro y acogedor. Este ambientes familiar tranquiliza al enfermo y le permite estar más relajado.

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