Fuente: Yuriko Wahl (dpa) | 18/09/2010
Colonia (Alemania), (dpa) - "Tiene Alzheimer o qué le pasa?" Cuando alguien olvida algo importante, muchas veces se hacen este tipo bromas. Pero a quienes conocen esta enfermedad incurable, así como sus terribles consecuencias y su rápido desarrollo, la sonrisa se les borra rápido de la cara.
La actriz Rita Hayworth padecía de Alzheimer, también el ex presidente de Estados Unidos Ronald Reagan y el actor Charlton Heston.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Alzheimer declararon el 21 de septiembre Día Mundial de Alzheimer, con el fin de dar a conocer la enfermedad y difundir información al respecto.
En todo el mundo, más de 35 millones de personas sufren esta enfermedad incurable, que causa una degeneración del cerebro por lo que el paciente pierde la memoria, sufre un deterioro intelectual y un cambio de la personalidad.
La cifra de enfermos sube de manera drástica.
"Lamentablemente, nuestra sociedad no está bien preparada para la enorme magnitud y la creciente dimensión del problema", dijo el renombrado neurólogo alemán Gereon Fink.
Los científicos calculan que 115 millones de personas padecerán alguna demencia para el año 2050.
No existen medicamentos para curar el Alzheimer, pero a veces los remedios ayudan a demorar la aparición de los síntomas. Sin embargo, los medicamentos antidemencia sólo ayudan cuando se tiene un diagnóstico temprano. Y justo en la detección precoz del mal es donde existen fallas.
"Mi madre salía de noche sin llave de la casa, no compraba más alimentos, pero sí siempre el mismo producto limpiador. Estaba desorientada. Pese a ello, pasó una eternidad hasta que recibimos el diagnóstico claro de demencia", relata la hija de una paciente.
El mal de Alzheimer causa la muerte continua de neuronas. Los recuerdos se borran, la personalidad cambia.
Los enfermos pierden la orientación temporal y espacial. Se vuelven inactivos, desvalidos y necesitan ayuda las 24 horas del día.
Los pacientes con demencia no pueden apelar a conocimientos anteriores, muchas de las cosas aprendidas simplemente desaparecen, también la propia biografía.
Al final, ya no saben quiénes son y no reconocen a sus familiares. No pueden valerse por sí mismos. Las cosas nuevas superan a los enfermos, que también pueden volverse agresivos.
Para los familiares supone una gran carga tener que ocuparse y cuidar a una persona con Alzheimer. Muchas veces, ellos mismos enferman.
Muchos especialistas recalcan la importancia de brindar apoyo y capacitación a los familiares, porque es una "enfermedad que enferma al grupo familiar".
Según el geriatra panameño Viterbo Osorio, el 20 por ciento de las personas que cuidan en sus hogares a un paciente de Alzheimer cancelan sus citas médicas, mientras que el 36 por ciento toma fármacos para dormir y el 34 por ciento ingiere tranquilizantes. El 51 por ciento de ellos admite que padece depresión.
Debido a que no existe cura, la detección temprana adquiere una importancia especial.
"Muchos estudios demostraron que un alto nivel de formación actúa como protector, al igual que mantener al cerebro en actividad", explicó Fink.
La diabetes y las enfermedades metabólicas son considerados factores de riesgo.
"Deporte y actividad física regular es muy importante para la prevención", recalcó el experto alemán.
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