Se debe evitar el Síndrome de la Fragilidad.
El Síndrome de la Fragilidad se caracteriza por pérdidas multifuncionales que llevan al adulto mayor a una condición de capacidad reducida de adaptación al estrés.
Se estima que entre el 10% y el 27% de la población de más de 65 años y el 45% de la población de más de 80 años sufren el Síndrome de la Fragilidad. Son aproximadamente 2 millones de ancianos en esta condición, en Brasil.
La imagen de un anciano en estado frágil es una persona físicamente débil, a menudo con sarcopenia . Psicológicamente vulnerable, independientemente de tener sus funciones cognitivas preservadas - problemas de memoria, ansiedad, etc. En condición social delicada - sufriendo de aislamiento, por ejemplo.
Además de tener un mayor riesgo de muerte, estas personas también son más vulnerables a sufrir accidentes y violencia.

El reconocimiento precoz de los síntomas de la fragilidad es crucial para la reversión del cuadro. Los ancianos frágiles deben ser tratados con ejercicios físicos, reposición nutricional y farmacológica (si es necesario) y apoyo social.
El apoyo social puede provenir de la familia o la comunidad. Es importante que personas físicamente cercanas conozcan al anciano y tengan contacto regular con él. Puede ser a través de actividades en la iglesia, incentivo a visitas al comercio, etc.
Los ejercicios físicos tienen un impacto fisiológico en el cerebro, el sistema endocrino (hormonal) y la musculatura esquelética. Así, un programa de actividades físicas cumplido con regularidad es capaz de mejorar la movilidad y la capacidad funcional del anciano. Se entiende por capacidad funcional la habilidad del individuo para realizar actividades de su cotidiano, garantizando su autonomía. Por ejemplo, vestirse solo.
No hay evidencias estadísticamente relevantes sobre la intervención nutricional aislada en la recuperación del anciano frágil. Pero, una alimentación balanceada y en cantidad adecuada es esencial en la prevención del Síndrome de la Fragilidad. Suplementos nutricionales, principalmente en casos de sarcopenia comprobada, deben ser considerados como parte de la terapia nutricional. Recordando que los ancianos con problemas en la función renal no deben hacer uso de suplementos proteícos y con gran cantidad de aminoácidos.
La intervención farmacológica ha sido probada en la mejora de la estructura y función bioquímica de la musculatura esquelética. Hay resultados positivos con el uso de drogas antihipertensivas.
Si usted sospecha que algún anciano es frágil, busque un servicio de salud cercano. El diagnóstico precoz puede evitar pérdidas importantes de calidad de vida.
Fuente: Portal do Idosos
https://idosos.com.br/evitando-a-sindrome-da-fragilidade/
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