Miércoles, 11 de abril de 2012
Un mundo minado de locos
Los casos de
demencia en el mundo se duplicarán en 20 años por la
longevidad
GINEBRA (EFE).- Cerca de
35,6 millones de personas en el mundo padecen demencia, una cifra que se estima
se duplicará de aquí a 2030 (superando los 65,7 millones) y se triplicará hasta
2050 (115,4 millones) a causa del aumento de la población y del incremento de la
longevidad.
En la actualidad, entre
dos y ocho personas de cada cien mayores de 60 años que hay en el mundo sufren
demencia.
Los casos de demencia se
producen en todos los países, pero afecta especialmente (58%) a personas que
viven en países con ingresos medios o bajos, una proporción que se estima que
aumentará en un 25 por ciento debido a la cada vez mayor longevidad en dichas
naciones.
"Tenemos que parar esta
epidemia porque las consecuencias para los sistemas públicos de salud pueden ser
catastróficas. Calculamos que hay un nuevo caso de demencia cada cuatro
segundos, lo que significan 7,7 millones cada año, cuando hace una década era
uno cada diez segundos", alertó en rueda de prensa Marc Wortmann, director
ejecutivo de la entidad Enfermedad de Alzheimer Internacional
(ADI).
Este organismo y la
Organización Mundial de la Salud (OMS) han elaborado un informe titulado
"Demencia: una prioridad de salud pública" en el que se desgrana la evolución y
las tendencias de una enfermedad que aumenta de forma exponencial.
Tres causas explican esta
progresión: el estricto crecimiento de la población, el aumento general de la
longevidad y el incremento de la detección de la enfermedad gracias a mejores
métodos de diagnóstico.
La demencia es un
síndrome, generalmente crónico, que provoca un deterioro de las funciones
cognitivas mayor al causado normalmente por el envejecimiento.
La demencia afecta a la
memoria, al razonamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la
capacidad de aprendizaje, el lenguaje, el comportamiento y la aptitud de
realizar las actividades cotidianas.
El mal de Alzheimer es la
causa más corriente de demencia y es el origen de casi un 70 por ciento de los
casos.
ADI y la OMS estiman que
tratar de intentar mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la
demencia cuesta anualmente 604.000 millones de dólares.
Este monto es la suma de
los costos de los tratamientos médicos y paliativos y de los ingresos que dejan
de percibir tanto los enfermos como las personas que están a cargo de
ellos.
Tan sólo ocho países en
el mundo tienen un programa nacional de lucha contra la demencia, lo que
dificulta el diagnóstico precoz, uno de los principales escollos en la lucha
contra la enfermedad, según el informe.
La ausencia de
diagnóstico es un problema mayor, e incluso en los países de altos ingresos la
demencia sólo se detecta de forma precoz entre un quinto y la mitad de los
casos.
En general, la enfermedad
se diagnostica cuando está en un estado bastante avanzado.
"No tenemos una cura para
la enfermedad pero una diagnosis precoz permite empezar tratamientos que pueden
alterar el proceso de deterioro y explicar a la familia los extremos de la
dolencia", señaló Sheckhar Saxena, director de salud mental de la
OMS.
Además de la mejora en el
diagnóstico precoz, el informe propone una sensibilización general ante la
enfermedad para que deje de ser un estigma que contribuye al aislamiento social
tanto del enfermo como de su cuidador.
De hecho, el texto
recuerda que las personas que cuidan a enfermos de demencia están
particularmente expuestas a padecer transtornos mentales, como la depresión o la
ansiedad.
Asimismo, los cuidadores,
que en su amplia mayoría son cuidadoras, se enfrentan a dificultades económicas
porque deben dejar de trabajar o reducir su jornada laboral para poder atender a
los enfermos. EFE
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