ACV
La interdisciplina como herramienta para una mejor recuperación
20.06.2012 | Recuperar a una persona de una ACV puede ser muy complejo, pero la Dra. Alicia Lischinsky fomenta la utilización de la interdisciplina para tratar las distintas secuelas después de un accidente de este tipo. “Para recuperar funciones es necesario generar nuevas conexiones”, agregó en declaraciones a la 99.9.
Recuperarse de un accidente cerebrovascular suele ser un proceso muy complejo. Pero para poder agilizarlo y hacerlo más completo, la doctora Alicia Lischinsky, directora del Departamento de Neuropsiquiatría del INECO, resalta la importancia de la interdisciplina para el tratamiento. "A medida que un niño crece, recibe estímulos que modelan el cerebro y hace que adquiera conocimientos y habilidades. Básicamente, el aprendizaje se basa en el entrenamiento de múltiples estímulos. Pasa algo parecido cuando hay una lesión cerebral por un accidente cerebrovascular o por lo que fuere, hay zonas del cerebro que se dañan y dejan de funcionar, a veces definitivamente o a veces transitoriamente. Esto trae fallas en la memoria, la atención, el lenguaje, déficits motores; todo dependerá del área cerebral que esté implicada", explicó en declaraciones a la 99.9.
Por ello, destacó de qué manera se puede trabajar con distintas disciplinas: "Para recuperar funciones es necesario que se generen nuevas conexiones, esto es lo que el avance de las neurociencias nos permite documentar; la rehabilitación hace que el cerebro busque otros caminos para cumplir las funciones que le estamos exigiendo. Es importante que los estímulos se basen en múltiples modos de abordaje y por eso surge lo interdisciplinar desde el punto de vista de la neurociencia".
Para ser mucho más clara en sus conceptos, citó algunos ejemplos de cómo se trabajaría para recuperar cada área: "La música estimula distintas vías de concentración, atención o memoria, la fonoaudiología puede restablecer la comunicación o el lenguaje actuando con otros mecanismos, la recuperación del equilibrio, la marcha y la recuperación motora se puede hacer desde kinesiología. De distintas maneras se logra que el cerebro pueda cumplir nuevas funciones", indicó Lischinsky.
La especialista, también se refirió a lo que significa realizar actividad física antes de sufrir estos problemas. Es un detalle que puede marcar la diferencia en la recuperación: "Hace varios años se hicieron trabajos científicos muy serios que demostraron en pacientes con Alzheimer que hacían un mínimo de 30 minutos de actividad aeróbica 3 veces por semana, tenían una mejoría en sus funciones cognitivas. El primer antidepresivo que un psiquiatra debe recomendar a un paciente es el ejercicio físico aeróbico, esto está documentado".
Por último, habló de la adaptación a la vida luego de una ACV o accidentes del mismo orden: "La importancia de la interdisciplina es que además de la recuperación de las funciones, tiene que servirle a las personas para reinsertarse en la vida. No sirve que la persona hable o lea si queda aislada y la familia no sabe cómo relacionarse. Después de un ACV, hay muchos cambios anímicos, cambios conductuales, en la personalidad, que a veces hace que los amigos no sepan cómo relacionarse, porque es como que la persona no es la misma", concluyó.
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