
Los objetivos de la rehabilitación son ayudar a los sobrevivientes a ser lo más independiente posible y a lograr la mejor calidad de vida posible. Por ejemplo, la enfermedad cerebrovascular puede afectar el habla, o disminuir la fuerza de una pierna o un brazo. La rehabilitación enseña nuevas maneras de realizar tareas para compensar dichos problemas. Es posible que los pacientes deban aprender a bañarse y a vestirse usando una sola mano, o a mejorar el habla cuando su habilidad para hablar haya sido afectada.
Los circuitos de entrenamiento orientados a tareas son un modelo

El beneficio de este tipo de intervención es que permite a cada participante recibir una mayor cantidad de terapia en cada sesión.
Recientemente se realizó un estudio al respecto donde se encontró que los circuitos de entrenamiento orientados a tareas se han mostrado como una medida terapéutica eficaz en el tratamiento de la enfermedad cerebrovascular, tanto durante la fase de rehabilitación inicial como en fases más tardías (éstas últimas especialmente en aquellos que han conseguido una suficiente mejoría funcional).
Escrito por:
Dra. Rocío Morante Osores
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