CÓMO DEBE CUIDARSE EL CUIDADOR
El cuidador debe cuidarse a sí mismo para mantener su propia salud y bienestar y
por el bien de la persona a la que cuida.
El cuidador puede necesitar ayuda cuando presenta síntomas tales como:
Aumento de irritabilidad
Problemas de sueño
Pérdida de energía, fatiga
Aislamiento
Consumo excesivo de: tabaco, alcohol, cafeína, fármacos
Problemas físicos: palpitaciones, temblor de manos, molestias digestivas
Problemas de memoria
Dificultad para concentrarse
Menor interés en personas y/o actividades que eran objeto de interés
Aumento o disminución de apetito
Actos rutinarios repetitivos. Ej.: limpiar continuamente
Cambios de humor, dar importancia a detalles pequeños
Dificultad para superar sentimientos de depresión o nervios
Tratar a personas de la familia de forma menos considerada
Para cuidarse a sí mismo, el cuidador debe pedir ayuda y buscar apoyo en los
profesionales, familiares y amigos. Pedir ayuda no es un signo de debilidad, es una
excelente forma de cuidar.
El cuidador tiene que poner límite a la cantidad de cuidado, es decir, aprender a
delegar, saber decir que no, hábitos saludables, controlar el estrés y los sentimientos
negativos.
Si el cuidador se siente enfadado tiene que…
Pensar que los comportamientos irritantes o molestos de su familiar, son
consecuencia de la enfermedad.
Aunque la conducta de la persona dependiente sea ofensiva, no se debe
interpretar que su objetivo es la ofensa.
Pensar que lo que resulta molesto no es la persona, sino un modo concreto de
comportarse.
Comentar esos enfados y lo que se siente,
Reconocer que uno tiene derecho a enfadarse.
Expresar sentimientos. Frustraciones, temores, resentimientos, sin tener que
“explotar”.
Utilizar técnicas de relajación.
Si el cuidador se siente deprimido tiene que…
Identificar en que situaciones o momentos se ve triste o deprimido.
Evitar si es posible las situaciones anteriores, o sino intentar cambiarlas.
Realizar actividades gratificantes. La actividad es enemiga de la depresión.
No pretender hacer más de lo que es posible.
Marcarse metas realistas.
No decir “debería”.
No intentar resolver todos los problemas a la vez. Abordar primero un problema y
luego otro.
Marcarse prioridades. Si el problema es complicado, dividirlo.
Hábitos saludables.
Buscar el lado positivo de las cosas. Sentido del humor.
Ante sentimientos de culpa, el cuidador debe…
Identificar situaciones.
No sentirse culpable de sentimientos, actitudes, comportamientos pasados, con la
persona que se cuida.
El cuidador no es responsable de la enfermedad de la persona cuidada.
El cuidador no desea la muerte de la persona que cuida para que ésta deje de
sufrir o por liberarse.
El cuidador no manifiesta enfado ante comportamientos de la persona cuidada.
El cuidador no debe descuidar otras obligaciones familiares o personales.
El cuidador no decide el ingreso en residencia.
Pautas de manejo:
Identificar los sentimientos de culpa.
Aceptar que son algo normal.
Buscar razones para los mismos e intentar analizarlos (con alguien).
Expresar esos sentimientos.
Admitir los límites que todos tenemos.
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