El consumo diario y moderado de café con cafeína a partir de los 30 años es un hábito óptimo para prevenir el Alzheimer
12 de julio de 2011
Enviado por: Centro de Información Café y Salud
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Este efecto protector no se observó con el consumo de otras bebidas con cafeína o con el café descafeinado. Los investigadores concluyeron que el café es la mejor fuente de cafeína para contrarrestar el declive cognitivo.
Estudios previos demuestran que la cafeína reduce la producción en el cerebro de las dañinas proteínas beta-amiloides, consideradas como las causantes de la enfermedad.
Rafael Franco, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona: “Los efectos beneficiosos del café frente a la neurodegeneración se asocian con un consumo moderado, es decir, el equivalente a 3 ó 4 tazas diarias, y crónico o prolongado en el tiempo”.
Estudios previos demuestran que la cafeína reduce la producción en el cerebro de las dañinas proteínas beta-amiloides, consideradas como las causantes de la enfermedad.
Rafael Franco, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona: “Los efectos beneficiosos del café frente a la neurodegeneración se asocian con un consumo moderado, es decir, el equivalente a 3 ó 4 tazas diarias, y crónico o prolongado en el tiempo”.
Madrid, 12 de julio de 2011. El consumo diario y moderado de café a partir de los 30 años es un hábito óptimo para reducir el riesgo de padecer Alzheimer o retrasar de manera importante su desencadenamiento. Esta es la conclusión a la que han llegado los autores de un reciente estudio realizado por la Universidad del Sur de Florida y publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease tras demostrar que los efectos sinérgicos de la cafeína con otro componente del café aún sin identificar mejora los niveles en sangre de GCSF, una sustancia clave en la lucha contra el proceso de degeneración que provoca la enfermedad. Estos hallazgos se vienen a sumar a las evidencias científicas previas en torno al papel protector del café frente a la neurodegeneración.
Este nuevo estudio realizado en ratones demuestra que el consumo de café con cafeína a largo plazo protege frente a las enfermedades que implican una pérdida de memoria. Este efecto protector no se observó con el consumo de otras bebidas con cafeína o con el café descafeinado y los investigadores concluyeron que el café es la mejor fuente de cafeína para contrarrestar el declive cognitivo provocado por el Alzheimer. “El mecanismo exacto a través del cual se produce este efecto protector no se conoce, pero existe una sinergia entre la actuación de la cafeína y otro compuesto del café aún desconocido que genera este aumento beneficioso de los niveles de GCDF en sangre”, explican los autores del estudio. El GCSF (Granulocyte Colony Stimulating Factor, o factor de crecimiento de granulocitos en español) es una sustancia que presenta unos niveles muy inferiores en pacientes con Alzheimer, habiéndose demostrado que su presencia consigue mejorar la memoria en ratones que padecen la enfermedad.
Estudios previos realizados por la Universidad del Sur de Florida ya apuntaban a la cafeína como el componente del café que con mayor probabilidad era el responsable de su efecto protector, ya que reduce la producción en el cerebro de proteínas anormales beta-amiloides, consideradas como las causantes de la enfermedad. Ahora se ha demostrado que elevados niveles en sangre de GCSF provocados por el consumo habitual de café con cafeína se asocian a una mejor función memorística gracias a tres mecanismos de actuación: el GCSF recluta células madre en la médula ósea llevándolas al cerebro para eliminar las dañinas proteínas beta-amiloides; además, crea nuevas conexiones entre las neuronas e incluso puede provocar el nacimiento de nuevas neuronas.
Pero además de cafeína, el café contiene muchos otros componentes con potenciales efectos beneficiosos a nivel cognitivo. “Entre el elevado contenido de compuestos que posee el café hay algunos con potencial anti-inflamatorio que podría tener efectos protectores frente al riesgo de desarrollar Alzheimer”, señala Rafael Franco, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona y portavoz científico del Centro de Información Café y Salud.
Dado que el Alzheimer comienza a desarrollarse décadas antes de que se manifieste y pueda ser diagnosticado, cualquier terapia preventiva debe iniciarse en edades tempranas. No obstante, de acuerdo a los trabajos realizados por la Universidad del Sur de Florida, incluso iniciando el consumo de café en edades más tardías podrían obtenerse beneficios. En este sentido, es importante tener en cuenta dos factores clave: cuánto café es necesario tomar para obtener dicha protección y si el consumo debe ser continuado o no. “Los efectos beneficiosos del café frente a la neurodegeneración se asocian con un consumo moderado, es decir, el equivalente a 3 ó 4 tazas diarias, y crónico o prolongado en el tiempo”, concluye Rafael Franco.
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