Capítulo Aragua

domingo, 20 de marzo de 2011

Sentimientos

Sentimientos

La enfermedad de Alzheimer afecta a la habilidad de una persona para pensar, comunicarse y llevar a cabo las actividades de la vida diaria.
Como la gente de todas las edades, el paciente de Alzheimer experimenta sentimientos de alegría, tristeza, miedo, enfado y celos.
Como cuidador, necesita reconocer y responder a estos sentimientos. Una persona con esta enfermedad necesita sentirse valorada, digna y positiva sobre la vida.
Como mucha gente en sus últimos años, la persona con la enfermedad de Alzheimer debe enfrentarse a muchos cambios, desde la imagen del cuerpo y la jubilación hasta los cambios en el estilo de vida y preparación para la incapacidad y la muerte.
Mucha gente también contempla su vida en retrospectiva y trata de encontrar sentido a lo que han hecho. A menudo revisan sus relaciones pasadas y tratan de corregir las cosas.
Entendiendo las reacciones de la persona debido a los efectos de la enfermedad, el cuidador puede ayudar a enfrentar estos problemas. Puede apoyar a un familiar para hacer frente a los sentimientos ejercitando la paciencia, la sensibilidad, el sentido del humor y dando los siguientes pasos:

Pasos a seguir

Trate al paciente como a una persona

Aprecie y reconozca al paciente de Alzheimer como persona usando la palabra y el tacto. Trate de hacer todo lo que ud. pueda para relacionarse con el individuo como como con un ser humano valorado y con necesidades emocionales y espirituales.
  • Evite hablar sobre la persona. A la gente con la enfermedad de Alzheimer se les hiere con frecuencia cuando los cuidadores hablan sobre ellos como si no estuvieran presentes, con comentarios típicos como “Nos está causando muchos problemas”, “Ayer tuvo un mal día”, “Otra vez me tuvo en vela toda la noche”
  • Llame a la persona por su nombre propio. Evite comentarios inhumanos y crueles. También evite aislar al individuo cuando haya visitas.

Comuníquese con calma y lentamente

Hable lentamente y con frases simples, hable más despacio y baje el tono de su voz.
Dé tiempo a la persona con la enfermedad de Alzheimer a oír sus palabras para que prepare una respuesta, ya que puede llevarle hasta un minuto para responder.
Mantenga la comunicación a nivel de adulto y evite expresiones para bebé o sin sentido. Las sonrisas y los saludos estrechando la mano son importantes para establecer un tono adulto de interacción.
Comunique un mensaje cada vez. La persona con la enfermedad de Alzheimer podría confundirse por el exceso de mensajes, como “Buenos días, vamos a vestirnos y luego bajaremos a desayunar”. En su lugar, divida el mensaje en secciones como:
  • “Buenos días. Es hora de levantarse.”
  • “Vamos a vestirnos.”
  • “Es hora de desayunar.”
Recuerde que es posible que la persona con la enfermedad de Alzheimer se confunda con el tiempo o no signifique nada para ella.
En lugar de decir “Juan estará aquí a los 2:00 en punto”, diga “Juan estará aquí después del baño’.

Sea positivo y dé confianza

Sea positivo y dé confianza a la persona. Use expresiones como “Todo está bien. No te preocupes. Lo estamos haciendo bien. Vamos a salir de ésto. Estoy aquí para ayudarte.” Expresando sus sentimientos le ayudarán a relajar la tensión y ayudar a confortar a la persona.
Use expresiones para confortar y no para controlar. Trate de identificar los sentimientos, en lugar de discutir con los hechos. Por ejemplo, en lugar de discutir con la persona sobre salir afuera, puede estar de acuerdo diciendo “Sí, sería divertido ir afuera”, o “Yo también quiero ir afuera. Hagámoslo después de comer. Yo tengo hambre”. Como alternativa, puede distraer a la persona diciendo “Sí, es agradable ir afuera. Qué bonito suéter llevas”.
Elogie a la persona por los logros y éxitos más simples, haciendo comentarios como “Eso está muy bien”,“Lo estás haciendo muy bien” o “Hiciste un buen trabajo con éso”.

Instrucciones y apoyo

Prepare a la persona para que siga sus instrucciones. En lugar de tirar del paciente fuera de la silla o empujarlo a través del cuarto, dígale “Tienes que levantarte ahora”.
En seguida y con amabilidad ayude a la persona para levantarse de la silla para moverse a través del cuarto.
Haga sugerencias y tome la iniciativa. Por ejemplo, no pregunte “¿Quieres tomar un baño?”, sino “Es hora de bañarse”.

Compare sus acciones y sus palabras

Tome en cuenta sus gestos y movimientos. Aunque use palabras amables, la persona con la enfermedad de Alzheimer podría observar la tensión en su cara y en su cuerpo. Sus sentimientos saldrán a través del tono de su voz.
Las diferencias sutiles al escoger las palabras y la estructura de las oraciones probablemente confundirán a la persona. Use las mismas palabras en el momento que necesite repetir un mensaje. La persona con la enfermedad de Alzheimer no verá la similitud ente las siguientes estructuras: “Por favor, siéntate aquí” o “¿Por qué no vienes aquí y te sientas?”
Mantenga contacto visual, sonría y use el tacto para confortar y dar confianza a la persona.

Ayude a la persona a ser independiente

Evite quitar responsabilidades a la persona mediante comentarios como “Tú no puedes hacer eso. Dámelo a mi. Yo lo haré por ti”. En lugar de darse cuenta de que la persona no puede llevar a cabo esas tareas, haga énfasis sobre lo que la persona puede hacer.
Mantenga su sentido del humor y no tenga miedo de jugar y bromear con en individuo. El sentido del humor de una persona puede permanecer intacto durante el desarrollo de la enfermedad.
Recuerde que la persona con la enfermedad de Alzheimer quiere contribuir al bienestar de la familia. No tema pedir ayuda y cooperación, como “¿Podrías ayudarme a poner estos platos en la mesa?” A la persona le podría tomar más tiempo para realizar esta tarea, pero se sentirá a gusto de ser útil.

Nombre y hable sobre las emociones

Apoye el nivel emocional de la persona con la enfermedad de Alzheimer haciendo comentarios como “Pareces triste. Esto debe ser realmente frustrante para ti”, “Estás enfadado ahora, ¿no es así?” o “Está bien sentirse enfadado”.
Reconociendo una emoción y dándole importancia, podría motivar a la persona a hablar sobre estos sentimientos más adelante. Además, no tema compartir sus sentimientos al expresarlos. Por ejemplo, “Yo también me siento triste, pero estoy aquí para ayudarte y saldremos de esto junto”.
Cuando la persona quiera hablar sobre temas difíciles y emocionales como la muerte, no evite ni ignore la conversación diciendo “No tienes por qué preocuparte de eso” o “Eso no va a suceder”.

Repita las actividades agradables

Recuerde el valor de las actividades repetitivas. Caminar o realizar una actividad agradable como seleccionar monedas, podría ayudar a distraer a la persona de su enfado o depresión.
Es importante crear un ambiente de alegría en su vida, ya que muchos pacientes disfrutan viendo álbums de viejas fotos y hablando sobre acontecimientos agradables y felices. También podría querer cantar canciones familiares que podrían traer viejos recuerdos y sentimientos.
Permita a la persona con la enfermedad de Alzheimer que cuente cuentos, aunque repita el mismo una y otra vez.
Ayude al paciente a explorar sus sentimientos con comentarios como “¿A que te gustó visitar a tu tío? Te lo pasaste bien”.
Entendiendo los sentimientos y las frustraciones de la persona ayudará al cuidador a reaccionar de forma amable y sensible a las necesidades del paciente de Alzheimer.

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Ladrón de los Recuerdos

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