Fijar una edad límite para conducir es una medida polémica que ya está causando debates en el mundo. Si hablamos de pérdida de facultades a causa del envejecimiento, las habilidades físicas necesarias para conducir un coche responsablemente se pierden de manera muy diferente dependiendo de cada persona. Influye su estado de salud, su grado de dependencia y sus emociones, entre muchos más factores. ¿Cree usted que establecer un límite de edad para conducir es un acto de exclusión de las personas mayores?

(foto por: Dok1)
En un país donde la población envejece rápidamente, la consecuencia lógica esperada es que durante la primera mitad del siglo XXI la cantidad de mayores al volante aumente. ¿Cómo se gestionará este aumento de conductores mayores? Actualmente hay un poco más de 7,7 millones de personas mayores de 65 años en España, pero en el año 2050 se espera que hayan 16,3 millones (el 30% de la población). Teniendo en cuenta esto, es importante estimar cuántos mayores están actualmente al volante. Según los datos más recientes de la Dirección General de Tráfico (2009) las autorizaciones para conducir expedidas y vigentes para personas mayores de 65 años siguieron esta clasificación:

Autorizaciones para conducir expedidas y vigentes en 2009 para personas mayores de 65 años
De 65 a 69 años1.135.374 autorizaciones
De 70 a 74 años748.678 autorizaciones
Más de 74 años991.738 autorizaciones
Total  mayores de 65 años2.875.790 autorizaciones
Para los datos del año 2009 las 2.875.790 autorizaciones expresan que aproximadamente el 37% de las personas mayores tiene permiso de conducir. Esto es, el 11% del total de los conductores en España. Para el 2010 y este año aún no hay datos oficiales pero se entiende que será un resultado similar. No obstante, durante los años siguientes dicho porcentaje aumentará considerablemente a razón de .
Tal vez el único control que se realiza sobre la “pérdida de facultades” asociadas al envejecimiento de los conductores sea la vigencia de las autorizaciones. Para las clases C1, C1 + E, C, C + E, D1, D1 + E, D, D + E y BTP el carné de conducir tiene vigencia de 5 años hasta los 45 años. A partir de entonces y hasta 70 años la renovación es cada 3 años y después de los 70 es cada 2 años. Para el resto de clases la autorización se renueva cada 10 años hasta los 45; de los 45 a los 70, cada 5 años y de allí en adelante cada 20 años. El Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico ha manifestado que se debe preservar el derecho de conducir, y de acuerdo con quienes abogan por el envejecimiento activo y el respeto a la población mayor la edad máxima para conducir tiene que ser, más bien, un tema de responsabilidades sociales. Si bien los mayores son más prudentes al conducir, también es cierto que (probabilísticamente)corren un riesgo mayor que el resto de la población adulta.
La Dirección general de Tráfico afirma que en 2009 las muertes por accidente de tráfico y circulación disminuyeron para todas las edades respecto al ejercicio anterior. Los siguientes datos reflejan conjuntamente los accidentes de quienes iban en un coche como aquellos que murieron como peatones: en primer lugar los accidentes afectaron al grupo de edad comprendido entre 25 y 34 años con 572 muertes, luego al grupo de edad de 65 años y más con 501 muertes (9% menos que en 2008), y después al grupo de edad de 35 a 44 años con 490 muertes. Respecto a los accidentes en zona urbana el grupo más afectado fue el de mayores de 65 años con 166 muertos, seguido del de 15 a 24, y de 25 a 34 años con 102 fallecidos.
De las 501 personas mayores de 65 años fallecidas en total, 203 conducían un vehículo, 92 eran pasajeros y 206 eran peatones. Esto es interesante si observamos que la cifra total de conductores muertos en 2009 fue 1.692, lo cual permite concluir que solo el 12% de esta cantidad fueron personas mayores. Por otra parte, si consideramos las cifras totales de peatones fallecidos, el 44% de éstos pertenecían al grupo de edad de más de 64 años, pero son los mayores de 74 años los que demostraron mayor riesgo de morir atropellados en la vía pública (el 29% de los peatones fallecidos tenían más de 74 años). Así las cosas, podríamos afirmar que, al parecer, el mayor riesgo que corren las personas mayores cuando hablamos del tema de los accidentes vehiculares es el de ser arrollados por un coche y no al contrario. Es posible que el alto número de peatones mayores se deba precisamente a la pérdida de reflejos, sentido de la atención o similares. Pero cuando situamos a este colectivo en frente del volante podemos entender que la precaución, el autocontrol y/o la responsabilidad actúan como filtro para que solo los mayores con mejores facultades conduzcan un automóvil. Juan Carlos González Luque, asesor médico de la Dirección General de Tráfico sin emargo afirma que los mayores “son vulnerables: a igual impacto, sufren más lesiones y por eso están sobredimensionados en los índices de mortalidad. Con los mismos kilómetros recorridos, sufren más accidentes“. La pérdida de reflejos, la disminución de la vista y del oído son los factores que más riesgo aportan a este contexto. También el comportamiento juega un papel importante debido a que el factor emocional influye; los accidentes buscados por personas deprimidas podrán aumentar, advierte Juan Flórez, autor del libro “Conductores ancianos, demencia senil y accidentes de tráfico”, uno de los pocos estudios sobre una materia que día a día preocupa más a las autoridades y responsables de la seguridad en las carreteras y calles.
A grandes rasgos, hay argumentos que demuestran que el índice que personas mayores conductores implicados en accidentes de tránsito es menor en comparación con otros rangos de edad, pero también hay argumentos psico-médicos que alertan sobre el riesgo frente a la pérdida de facultades de respuesta en la conducción. Sin duda establecer una edad máxima para conducir sería discriminatorio, pero también es innegable que a medida que nos hacemos más mayores el riesgo aumenta. Una de las razones por las cuales las estadísticas no son tan precisas para determinar el riesgo ascendente es que se suele clasificar a las personas de 65 años y más en el mismo grupo, cuando en realidad la población mayor de 65 es muy diversa. No es lo mismo 65 que 75, por ejemplo. El debate está abierto y actualmente los expertos en esta materia examina el panorama mundial. En Italia se plantea retirar el carné a los mayores de 80 años y, en Japón, se premian a los mayores que entregan las llaves del coche voluntariamente. En algunos Estados de EE UU también se han aplicado limitaciones por edad, aunque su eficacia no ha sido demostrada.
La Unión Democrática de Pensionistas y Prejubilados ha elaborado un decálogo con consejos para los ancianos que conducen:
  • Utiliza tu vehículo de día, evitando los amaneceres y las puestas de sol.
  • Escoge rutas cómodas, usando autopistas y evitando en lo posible carreteras secundarias o en mal estado.
  • Evita los desplazamientos largos.
  • Si viajas, ingiere comidas ligeras y no bebas alcohol.
  • Ten presente siempre los posibles efectos de los fármacos en la conducción.
  • Antes de comenzar un viaje, asegúrate de que los asientos están colocados de manera que te permitan una conducción cómoda.
  • Procura realizar los viajes acompañado.
  • Mantén tu vehículo a punto y realiza las revisiones obligatorias.
  • Haz revisiones periódicas de la vista y el oído y, si las necesitas, ponte las gafas (y en su caso los audífonos) para conducir.
  • Como peatón, cruza siempre por los lugares indicados y asegúrate de que los vehículos se detienen antes de cruzar.
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