Capítulo Aragua

sábado, 29 de enero de 2011

¿Envejecimiento normal o demencia?

¿Envejecimiento normal o demencia?
Usted debe tener muy en cuenta que algunos comportamientos del envejecimiento normal pueden ser confundidos con el “alzheimer”, tanto por familiares, amistades e incluso profesionales de la salud. Por ejemplo ensimismarse, no recordar eventos recientes, no prestar atención a hechos menores, hacer cosas archisabidas y por desatención no recordar que las hizo, olvidarse dónde puso las llaves o una factura, aparecer por momentos como depresivo, teatralizar o dramatizar, estar triste o melancólico, mostrar agresividad cuando antes no lo era, tener alucinaciones pasajeras frente a acontecimientos potencialmente peligrosos (operaciones, situaciones riesgosas de tránsito, amenazas de agresiones, etc.), expresarse con crudeza, ironizar o hacer uso del sarcasmo, etc.
Esta cuestión es muy importante debido a que cuando se confunden estos comportamientos y se adjudican a una demencia, se puede llevar a recurrir a medicamentos, que a su vez producen, por sus efectos secundarios, comportamientos que simulan un estado demencial. Se genera así un círculo vicioso del cual resulta muy difícil salir, que daña a la persona y a su familia. Es lo que se conoce como falsos casos de “alzheimer” o falsos positivos, que podríamos estimar que ocurre en aproximadamente un 40% a un 60 % de los casos con diagnóstico reciente y tratamiento farmacológico inclusive. Por suerte la detección de este problema a tiempo permite revertir totalmente dicha situación y poner las cosas en su lugar.
La cartilla que a continuación se presenta orienta a familiares y profesionales a ubicar en su justa posición a los comportamientos habituales del envejecimiento normal, de manera tal que no se confundan con aquellos propios del proceso demencial.

CARACTERISTICAS DEL ENVEJECIMIENTO NORMAL

1- Tendencia a los olvidos menores sobre hechos recientes que se asocian a descuidos, a no prestar atención, a concentrarse en otras cosas y no en lo que está haciendo, no darle importancia a lo que le toca hacer, todo lo cual se revierte y mejora con invocaciones firmes o hechos que le interesan, aumentando la atención al hacer las actividades cotidianas o usando agendas.
2- Tener repuestas más lentas frente a estímulos cotidianos. Caminar más lentamente por tener más cuidado; tomarse más tiempo para responder, y si es exigido puede equivocarse.
3- Pueden concentrarse en hechos muy penosos y a partir de esto alucinar (falsas percepciones) o delusionar (falsas creencias), pero ante un estímulo positivo salen de ese estado.
4- Mostrar desinterés en hechos cotidianos menores, pero mantenerlo con lo importante o lo emocionalmente relacionado con ella.
5- Ensimismadas/os no recuerdan lo que se le contestó, ni la pregunta que se le hizo por lo que se le debe repetir. Por lo mismo suelen preguntar varias veces lo mismo. Con invocaciones normalmente firmes se revierte la situación.
6- No recordar un vocablo o el nombre de una persona o de un objeto, y hacerlo espontáneamente más tarde. Ocurre a cualquier edad y es más frecuente en adultos mayores, y está relacionada con la inactividad recordatoria y el sedentarismo (falta de actividad física).
7-Actuar sin vueltas, no negociar, decir lo que se piensa. En ocasiones conducta aniñada, caprichosa, altanera. Actuar con sarcasmo, ironía y hasta con agresividad.
8- Teatralizar en las expresiones verbales y/o con gestos, actuar, falsear, mentir, divagar, fingir, todo lo cual en realidad son síntomas de normalidad.
9- Suele aparecer la personalidad de base, lo que sorprende a los familiares. O la contracara: una persona siempre sumisa, se vuelve rebelde (“la rebelión de los 70” , también llamadas las “seventy agers”).
10- Mantener una reactividad plural razonablemente alta.
(Estos últimos cuatro comportamientos ( 7 a 10), aunque parezca paradojal, descartan cualquier demencia)

“FALSOS ALZHEIMER”

La identificación de casos que denominamos falsos alzheimer proviene de realizar una evaluación de comportamientos y de reconocimientos sensoriales en personas previamente diagnosticadas y medicadas como alzheimer. Se concluye en esto cuando no presentan déficit de reconocimiento sensorial en ningún canal, o bien en sólo alguno de ellos pero que son o bien producto de lesiones físicas (en especial en la vista o el oído), o la disfuncionalidad es ocasional, y se revierte con una estimulación normal, lo que no ocurre con un caso de alzheimer. Además, tampoco presentan comportamientos que sean exclusivos de este tipo de demencia.
En los últimos 4 años sobre 238 casos con menos de 3 años de diagnóstico y medicados (95 %), entre el 22 y el 46 % de distintas poblaciones de diferentes regiones no cumplían las condiciones del alzheimer.
Los casos de envejecimiento normal típicos o atípicos, diagnosticados y medicados como alzheimer, parecen constituir un porcentaje extremadamente elevado. Esta situación que hemos detectado inicialmente en la región Centro-Este de Argentina, también la hemos encontrado en España, Inglaterra y los Estados Unidos, y presumiblemente entonces debe estar sucediendo en muchos otros países. El impacto de ello se puede medir en millones de personas, con lo que ello significa para las personas mismas, sus familiares y los sistemas de salud, sean públicos o privados. Podría hablarse de una alzheimerización de los adultos mayores, consecuencia del abandono del espíritu crítico científico y la absorción de un paradigma médico hegemónico por parte de un sector privado, que lo hace invulnerable a las críticas tradicionalmente habituales en el campo de la ciencia médica. Esto también refleja la muy escasa difusión de los conocimientos ya aquilatados sobre los patrones normales del envejecimiento normal, y las perturbaciones lógicas que tienen lugar en un sector tan vulnerable de la sociedad, sometidos a todo tipo de tensiones y cambios.

¿Envejecimiento normal o demencia?
Usted debe tener muy en cuenta que algunos comportamientos del envejecimiento normal pueden ser confundidos con el “alzheimer”, tanto por familiares, amistades e incluso profesionales de la salud. Por ejemplo ensimismarse, no recordar eventos recientes, no prestar atención a hechos menores, hacer cosas archisabidas y por desatención no recordar que las hizo, olvidarse dónde puso las llaves o una factura, aparecer por momentos como depresivo, teatralizar o dramatizar, estar triste o melancólico, mostrar agresividad cuando antes no lo era, tener alucinaciones pasajeras frente a acontecimientos potencialmente peligrosos (operaciones, situaciones riesgosas de tránsito, amenazas de agresiones, etc.), expresarse con crudeza, ironizar o hacer uso del sarcasmo, etc.
Esta cuestión es muy importante debido a que cuando se confunden estos comportamientos y se adjudican a una demencia, se puede llevar a recurrir a medicamentos, que a su vez producen, por sus efectos secundarios, comportamientos que simulan un estado demencial. Se genera así un círculo vicioso del cual resulta muy difícil salir, que daña a la persona y a su familia. Es lo que se conoce como falsos casos de “alzheimer” o falsos positivos, que podríamos estimar que ocurre en aproximadamente un 40% a un 60 % de los casos con diagnóstico reciente y tratamiento farmacológico inclusive. Por suerte la detección de este problema a tiempo permite revertir totalmente dicha situación y poner las cosas en su lugar.
La cartilla que a continuación se presenta orienta a familiares y profesionales a ubicar en su justa posición a los comportamientos habituales del envejecimiento normal, de manera tal que no se confundan con aquellos propios del proceso demencial.

CARACTERISTICAS DEL ENVEJECIMIENTO NORMAL

1- Tendencia a los olvidos menores sobre hechos recientes que se asocian a descuidos, a no prestar atención, a concentrarse en otras cosas y no en lo que está haciendo, no darle importancia a lo que le toca hacer, todo lo cual se revierte y mejora con invocaciones firmes o hechos que le interesan, aumentando la atención al hacer las actividades cotidianas o usando agendas.
2- Tener repuestas más lentas frente a estímulos cotidianos. Caminar más lentamente por tener más cuidado; tomarse más tiempo para responder, y si es exigido puede equivocarse.
3- Pueden concentrarse en hechos muy penosos y a partir de esto alucinar (falsas percepciones) o delusionar (falsas creencias), pero ante un estímulo positivo salen de ese estado.
4- Mostrar desinterés en hechos cotidianos menores, pero mantenerlo con lo importante o lo emocionalmente relacionado con ella.
5- Ensimismadas/os no recuerdan lo que se le contestó, ni la pregunta que se le hizo por lo que se le debe repetir. Por lo mismo suelen preguntar varias veces lo mismo. Con invocaciones normalmente firmes se revierte la situación.
6- No recordar un vocablo o el nombre de una persona o de un objeto, y hacerlo espontáneamente más tarde. Ocurre a cualquier edad y es más frecuente en adultos mayores, y está relacionada con la inactividad recordatoria y el sedentarismo (falta de actividad física).
7-Actuar sin vueltas, no negociar, decir lo que se piensa. En ocasiones conducta aniñada, caprichosa, altanera. Actuar con sarcasmo, ironía y hasta con agresividad.
8- Teatralizar en las expresiones verbales y/o con gestos, actuar, falsear, mentir, divagar, fingir, todo lo cual en realidad son síntomas de normalidad.
9- Suele aparecer la personalidad de base, lo que sorprende a los familiares. O la contracara: una persona siempre sumisa, se vuelve rebelde (“la rebelión de los 70” , también llamadas las “seventy agers”).
10- Mantener una reactividad plural razonablemente alta.
(Estos últimos cuatro comportamientos ( 7 a 10), aunque parezca paradojal, descartan cualquier demencia)

“FALSOS ALZHEIMER”

La identificación de casos que denominamos falsos alzheimer proviene de realizar una evaluación de comportamientos y de reconocimientos sensoriales en personas previamente diagnosticadas y medicadas como alzheimer. Se concluye en esto cuando no presentan déficit de reconocimiento sensorial en ningún canal, o bien en sólo alguno de ellos pero que son o bien producto de lesiones físicas (en especial en la vista o el oído), o la disfuncionalidad es ocasional, y se revierte con una estimulación normal, lo que no ocurre con un caso de alzheimer. Además, tampoco presentan comportamientos que sean exclusivos de este tipo de demencia.
En los últimos 4 años sobre 238 casos con menos de 3 años de diagnóstico y medicados (95 %), entre el 22 y el 46 % de distintas poblaciones de diferentes regiones no cumplían las condiciones del alzheimer.
Los casos de envejecimiento normal típicos o atípicos, diagnosticados y medicados como alzheimer, parecen constituir un porcentaje extremadamente elevado. Esta situación que hemos detectado inicialmente en la región Centro-Este de Argentina, también la hemos encontrado en España, Inglaterra y los Estados Unidos, y presumiblemente entonces debe estar sucediendo en muchos otros países. El impacto de ello se puede medir en millones de personas, con lo que ello significa para las personas mismas, sus familiares y los sistemas de salud, sean públicos o privados. Podría hablarse de una alzheimerización de los adultos mayores, consecuencia del abandono del espíritu crítico científico y la absorción de un paradigma médico hegemónico por parte de un sector privado, que lo hace invulnerable a las críticas tradicionalmente habituales en el campo de la ciencia médica. Esto también refleja la muy escasa difusión de los conocimientos ya aquilatados sobre los patrones normales del envejecimiento normal, y las perturbaciones lógicas que tienen lugar en un sector tan vulnerable de la sociedad, sometidos a todo tipo de tensiones y cambios.

¿Envejecimiento normal o demencia?
Usted debe tener muy en cuenta que algunos comportamientos del envejecimiento normal pueden ser confundidos con el “alzheimer”, tanto por familiares, amistades e incluso profesionales de la salud. Por ejemplo ensimismarse, no recordar eventos recientes, no prestar atención a hechos menores, hacer cosas archisabidas y por desatención no recordar que las hizo, olvidarse dónde puso las llaves o una factura, aparecer por momentos como depresivo, teatralizar o dramatizar, estar triste o melancólico, mostrar agresividad cuando antes no lo era, tener alucinaciones pasajeras frente a acontecimientos potencialmente peligrosos (operaciones, situaciones riesgosas de tránsito, amenazas de agresiones, etc.), expresarse con crudeza, ironizar o hacer uso del sarcasmo, etc.
Esta cuestión es muy importante debido a que cuando se confunden estos comportamientos y se adjudican a una demencia, se puede llevar a recurrir a medicamentos, que a su vez producen, por sus efectos secundarios, comportamientos que simulan un estado demencial. Se genera así un círculo vicioso del cual resulta muy difícil salir, que daña a la persona y a su familia. Es lo que se conoce como falsos casos de “alzheimer” o falsos positivos, que podríamos estimar que ocurre en aproximadamente un 40% a un 60 % de los casos con diagnóstico reciente y tratamiento farmacológico inclusive. Por suerte la detección de este problema a tiempo permite revertir totalmente dicha situación y poner las cosas en su lugar.
La cartilla que a continuación se presenta orienta a familiares y profesionales a ubicar en su justa posición a los comportamientos habituales del envejecimiento normal, de manera tal que no se confundan con aquellos propios del proceso demencial.

CARACTERISTICAS DEL ENVEJECIMIENTO NORMAL

1- Tendencia a los olvidos menores sobre hechos recientes que se asocian a descuidos, a no prestar atención, a concentrarse en otras cosas y no en lo que está haciendo, no darle importancia a lo que le toca hacer, todo lo cual se revierte y mejora con invocaciones firmes o hechos que le interesan, aumentando la atención al hacer las actividades cotidianas o usando agendas.
2- Tener repuestas más lentas frente a estímulos cotidianos. Caminar más lentamente por tener más cuidado; tomarse más tiempo para responder, y si es exigido puede equivocarse.
3- Pueden concentrarse en hechos muy penosos y a partir de esto alucinar (falsas percepciones) o delusionar (falsas creencias), pero ante un estímulo positivo salen de ese estado.
4- Mostrar desinterés en hechos cotidianos menores, pero mantenerlo con lo importante o lo emocionalmente relacionado con ella.
5- Ensimismadas/os no recuerdan lo que se le contestó, ni la pregunta que se le hizo por lo que se le debe repetir. Por lo mismo suelen preguntar varias veces lo mismo. Con invocaciones normalmente firmes se revierte la situación.
6- No recordar un vocablo o el nombre de una persona o de un objeto, y hacerlo espontáneamente más tarde. Ocurre a cualquier edad y es más frecuente en adultos mayores, y está relacionada con la inactividad recordatoria y el sedentarismo (falta de actividad física).
7-Actuar sin vueltas, no negociar, decir lo que se piensa. En ocasiones conducta aniñada, caprichosa, altanera. Actuar con sarcasmo, ironía y hasta con agresividad.
8- Teatralizar en las expresiones verbales y/o con gestos, actuar, falsear, mentir, divagar, fingir, todo lo cual en realidad son síntomas de normalidad.
9- Suele aparecer la personalidad de base, lo que sorprende a los familiares. O la contracara: una persona siempre sumisa, se vuelve rebelde (“la rebelión de los 70” , también llamadas las “seventy agers”).
10- Mantener una reactividad plural razonablemente alta.
(Estos últimos cuatro comportamientos ( 7 a 10), aunque parezca paradojal, descartan cualquier demencia)

“FALSOS ALZHEIMER”

La identificación de casos que denominamos falsos alzheimer proviene de realizar una evaluación de comportamientos y de reconocimientos sensoriales en personas previamente diagnosticadas y medicadas como alzheimer. Se concluye en esto cuando no presentan déficit de reconocimiento sensorial en ningún canal, o bien en sólo alguno de ellos pero que son o bien producto de lesiones físicas (en especial en la vista o el oído), o la disfuncionalidad es ocasional, y se revierte con una estimulación normal, lo que no ocurre con un caso de alzheimer. Además, tampoco presentan comportamientos que sean exclusivos de este tipo de demencia.
En los últimos 4 años sobre 238 casos con menos de 3 años de diagnóstico y medicados (95 %), entre el 22 y el 46 % de distintas poblaciones de diferentes regiones no cumplían las condiciones del alzheimer.
Los casos de envejecimiento normal típicos o atípicos, diagnosticados y medicados como alzheimer, parecen constituir un porcentaje extremadamente elevado. Esta situación que hemos detectado inicialmente en la región Centro-Este de Argentina, también la hemos encontrado en España, Inglaterra y los Estados Unidos, y presumiblemente entonces debe estar sucediendo en muchos otros países. El impacto de ello se puede medir en millones de personas, con lo que ello significa para las personas mismas, sus familiares y los sistemas de salud, sean públicos o privados. Podría hablarse de una alzheimerización de los adultos mayores, consecuencia del abandono del espíritu crítico científico y la absorción de un paradigma médico hegemónico por parte de un sector privado, que lo hace invulnerable a las críticas tradicionalmente habituales en el campo de la ciencia médica. Esto también refleja la muy escasa difusión de los conocimientos ya aquilatados sobre los patrones normales del envejecimiento normal, y las perturbaciones lógicas que tienen lugar en un sector tan vulnerable de la sociedad, sometidos a todo tipo de tensiones y cambios.

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