Capítulo Aragua

jueves, 23 de septiembre de 2010

Nunca olvides esta palabra: Alzheimer

El Alzheimer es la forma más común de demencia entre los mayores; modifica la memoria, su capacidad de comprender, y la personalidad del enfermo. No existe tratamiento alguno para detener la enfermedad; sólo algunas moléculas pueden impedir, por tiempo limitado, que los síntomas empeoren.

MANUEL PORTOLÉS
VALENCIA
Esta semana se celebra el día internacional del Alzheimer en todo el mundo por decisión de la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Alzheimer. Una patología que comienza con una incidencia, en Occidente, del 3 por mil/personas a los 65 años, llega a 23 por mil a los 80 años y alcanza el 70 por mil/personas a los 90 años de edad; a partir de los 85 años el riesgo de padecer Alzheimer aumenta más en las mujeres que en los hombres. Globalmente se cifran en 26 millones los enfermos de Alzheimer que viven en el mundo, y los cálculos señalan que en 2050 serán 60 millones de enfermos.
Por lo tanto, es lógico que tras las cifras, el día 21 de septiembre sea insuficiente para recordar esta enfermedad, y así se extiendan los actos de sensibilización durante toda la semana. En Valencia, la Asociación de Familiares de Alzheimer (AFAV), una ONG que lucha diariamente por mejorar la calidad de vida de familiares y enfermos, sale a la calle con numerosos actos (mercadillo, concierto benéfico, cortometraje…), para buscar la solidaridad de los ciudadanos con esta enfermedad degenerativa que afecta a 60.000 personas en la comunidad valenciana. «Un Post-it® por el Alzheimer» es la original campaña que lanza este año AFAV, y que tiene como objetivo que nunca olvidemos esta palabra: Alzheimer.
La enfermedad de Alzheimer comienza de manera lenta, con problemas para recordar las cosas que ocurrieron recientemente o incluso los nombres de amigos y conocidos. El paso del tiempo empeora los síntomas, que continúan por no reconocer a los familiares más cercanos. Luego vendrán los problemas con el lenguaje, la escritura y la lectura, capacidades que se van deteriorando; incluso pueden olvidarse los nombres de objetos cotidianos y que utilidad tienen. En las fases más avanzadas los enfermos de Alzheimer pueden transformarse en agresivos o ansiosos. Finalmente acaban con dependencia total de sus cuidadores, generalmente los familiares, lo cual puede llegar a ser muy estresante para la actividad diaria de una familia.
Los factores principales de riesgo para esta enfermedad son la edad y los antecedentes familiares consanguíneos (hermanos y padres); otros factores, sobre los cuales se mantienen dudas de originar Alzheimer, son la presión arterial alta durante mucho tiempo y sufrir algún traumatismo craneal. Por lo tanto, entre las causas estarían además de factores genéticos, los de tipo ambiental y que tiene que ver con el estilo de vida. Investigaciones recientes han descartado como inductores de esta enfermedad la acumulación en el cerebro de aluminio, plomo o mercurio.

 Diabetes y Alzheimer
Recientemente, investigadores de la Universidad de Kyushu (Fukuoka, Japón) en la revista Neurology han puesto de manifiesto que existe una relación entre diabetes y Alzheimer. El estudio demuestra que padecer de «resistencia a la insulina» o diabetes tipo 2, aumenta cinco veces el riesgo de desarrollar las cambios cerebrales, a nivel celular (ovillos neurofibrilares, placas neuríticas…) como resultado de la muerte de neuronas, que aparecen en la enfermedad de Alzheimer. Mantener altos niveles de glucosa en sangre dos horas después de comer, o concentraciones elevadas de insulina en ayunas, fueron algunas de las circunstancias que se asociaron con un mayor riesgo para desarrollar esta enfermedad; además estos resultados se correlacionaban con el gen «ApoE4», implicado en el Alzheimer.
Otros dos estudios, de la Facultad de Medicina de Harvard y del Brigham and Women`s Hospital (Boston, EE.UU), presentados en la Conferencia Internacional sobre Alzheimer, demuestran que la actividad física y la vitamina D reducirían el riesgo de demencia y el deterioro cognitivo (aprendizaje, razonamiento…). Tras analizar la vida y costumbres de 1.200 individuos durante dos décadas, llegan a la conclusión que las personas que hacen ejercicio moderado continuado o incluso más enérgico, reducían en un 40% el riesgo de desarrollar cualquier demencia, incluida Alzheimer; y aquellos que presentaban niveles muy bajos de actividad física, los del «sillón-bol», eran un 45% más propensos a padecer estas enfermedades.
Cada vez es más evidente, científicamente, que el mejor tratamiento de salud que nos podemos aplicar es la práctica de ejercicio físico continuado (cinco veces por semana, 30 minutos) y una dieta saludable, si es mediterránea mejor. Bueno, bonito y barato.

 Un gen predice el avance del Alzheimer
Investigadores de la Universidad de Washington indican en PLoS Genetics, que una mutación de un gen que regula la proteína tau, muy vinculada al Alzheimer, tiene un fuerte impacto en el control de progresión de esta enfermedad. Las personas que presentan una variación genética específica (con mayor expresión de tau) desarrollan Alzheimer a un ritmo más rápido. Los investigadores buscaron cambios en el código genético que implica el metabolismo de esta proteína tau, y tras estudiar más de 800 personas, encontraron que una versión del gen que regula tau está relacionada con una forma más agresiva de la enfermedad de Alzheimer. El curso de la enfermedad puede durar entre 5 y 20 años, si se puede prevenir el deterioro y desacelerarlo, los pacientes dispondrían de mayor tiempo con buena calidad de vida.

No hay comentarios:

Sitio Oficial

Ladrón de los Recuerdos

Publicidad

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...