Capítulo Aragua

jueves, 23 de septiembre de 2010

Mal de Alzheimer, continúa siendo un largo adiós.


A 100 años de su descubrimiento
Mal de Alzheimer, continúa siendo un largo adiós

La enfermedad, que hizo su aparición con el aumento de la edad, afecta hoy en día a unos 120 mil venezolanos y puede ser una bomba de tiempo si no se adoptan políticas públicas para enfrentar el envejecimiento de la población
Encuentro Nacional del Voluntariado y Capítulos de la Fundacion Alzheimer de Venezuela, realizado en el Hotel Stauffer, en Valencia. (Foto: Rafael Ojeda)
El mal de Alzheimer, considerada una de las 200 causales de demencia y que afecta a unos 120 mil venezolanos hoy en día, es una enfermedad degenerativa que va apareciendo a medida que la población envejece.
Se estima que, en Venezuela, hay dos millones de personas de la tercera edad. Esto supone que aumentarán los casos en el país, razón por la cual la Fundación Alzheimer de Venezuela intenta motivar a las autoridades e instituciones del Estado a establecer políticas públicas para atender “esta bomba de tiempo”.
Para tal fin y con motivo del Día Mundial del Alzheimer (21 de septiembre), la fundación realizó una reunión en Valencia con la participación de representantes de los distintos capítulos. Asistieron Jully Aguilar, Deisy de Rondón y Luz María de Gómez, del capítulo Guárico; Zaida Sangronis, Zulia; Margarita B. de Ramos, Mérida; Argenis Rodríguez A., Anzoátegui; Yadira Quintero, Carabobo; Jorge Morales y Antonio Torres, Lara.
Junto con ellos, estuvieron varios directivos de la fundación, entre ellos, la presidenta Mira Josic de Hernández; Ursula Penalillo, gerente de Eventos; y Carlos Hernández, director; además de Beatriz Valles, doctora en Educación egresada de la Upel y facilitadora del Taller para Voluntarios y Ciudadanos.
En este Encuentro Nacional del Voluntariado y Capítulos de la Fundacion Alzheimer de Venezuela, ésta recibió el Premio Iberoamericano a la Mejor Asociación del Año, distinción que fue entregada por el Presidente de la Fundacion Antidemencia Al-Andalus de España, doctor Carlos de Linares del Río; y el secretario de la misma, doctor Martín Pinillas Fernandez Castañon.
Josic de Hernández indicó que hay más 200 causales de demencia, entre las cuales están el Alzheimer, las enfermedades cardiovasculares y la ateroesclorosis, factores nutricionales. Enfatizó que, muchas veces, cuando hay un paciente con Alzheimer, el familiar que lo cuida puede morir antes que el enfermo, debido al estrés y al agotamiento físico.
Destacó la misión de esta fundación privada, sin fines de lucro, que busca aumentar el nivel de calidad de vida de las personas afectadas por alguna demencia (enfermedad de Alzheimer u otro desorden neurológico), de sus cuidadores, de su familia y de toda la comunidad, mediante el entrenamiento y la coordinación en la detección, evaluación, diagnóstico, rehabilitación y apoyo a la familia en este largo proceso.
“Producto de la comunidad organizada y conformada por familiares de personas con demencia, destacados profesionales de la salud y voluntarios, tiene 17 años luchando porque el Alzheimer sea una prioridad en nuestro sistema de salud”, afirmó Josic.
Síntomas y consecuencias
E s una enfermedad neurodegenerativa que puede durar aproximadamente de 10 a 12 años y se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian.
Los síntomas de la enfermedad como una entidad nosológica aparte fueron identificados por Emil Kraepelin y la neuropatología característica fue observada por primera vez por Alois Alzheimer en 1906. En vista de la gran importancia que Kraepelin daba a encontrar la base neuropatológica de desórdenes psiquiátricos, decidió nombrar la enfermedad de Alzheimer.
La edad avanzada es el principal factor de riesgo para sufrir la enfermedad de Alzheimer (mayor frecuencia a mayor edad), aunque en una minoría de casos se puede presentar en edades menores a 60 años. Entre el dos y tres por ciento de los menores de 65 años muestran signos de la enfermedad, mientras sube hasta el 25 y 50 por ciento en los mayores de 85 años.
La enfermedad se puede dividir en tres etapas: una inicial, con una sintomatología ligera o leve, donde el enfermo mantiene su autonomía y sólo necesita supervisión cuando se trata de tareas complejas; intermedia, con síntomas de gravedad moderada, en la que el enfermo depende de un cuidador para realizar las tareas cotidianas; y terminal, estado avanzado de la enfermedad, donde el paciente es completamente dependiente.
Las causas de la enfermedad no han sido completamente descubiertas, aunque se han relacionado con el acúmulo anómalo de las proteínas beta-amiloide y tau en el cerebro de los enfermos.
En una minoría de enfermos, la enfermedad de Alzheimer se produce por la aparición de mutaciones en los genes PSEN1, PSEN2 y APP. En este caso, la enfermedad aparece en épocas tempranas de la vida y se trasmite de padres a hijos (por lo que existe habitualmente historia familiar de enfermedad de Alzheimer en edades precoces).
Los síntomas más comunes de la enfermedad son alteraciones del estado de ánimo y de la conducta, pérdida de memoria, dificultades de orientación, problemas del lenguaje y alteraciones cognoscitivas (cognitivas).
La pérdida de memoria llega hasta el no reconocimiento de familiares o el olvido de habilidades normales para el individuo. También puede haber cambios en el comportamiento como arrebatos de violencia en gente que no tiene un historial de estas características.
En las fases finales se deteriora la musculatura y la movilidad, pudiendo presentarse incontinencia de esfínteres (incontinencia urinaria y/o incontinencia fecal).
En la actualidad no existe cura para la enfermedad, pero sí tratamientos que intentan reducir el grado de progresión de la enfermedad y sus síntomas.
Se ha probado la eficacia de fármacos anticolinesterásicos que tienen una acción inhibidora de la colinesterasa, la enzima encargada de descomponer la acetilcolina, el neurotransmisor que falta en el Alzheimer y que incide sustancialmente en la memoria y otras funciones cognitivas. Con todo esto se ha mejorado el comportamiento del enfermo en cuanto a la apatía, la iniciativa y la capacidad funcional y las alucinaciones, mejorando su calidad de vida. Sin embargo, es preciso remarcar que en la actualidad la mejoría obtenida con dichos fármacos es discreta.


Se me olvidan las cosas

Yadira Quintero, presidenta del capítulo Carabobo, indicó que, en una conferencia titulada “Se me olvidan las cosas”, dictada en Valencia en el año 2004, pudo darse cuenta de la gran cantidad de pacientes con Alzheimer existente en este estado, en vista del alto número de asistentes al evento que comentaron tener algún familiar con esta enfermedad degenerativa.
“Me impresionó ver a tanta gente que quería entrar al evento para conocer del tema. Comencé a hablar con muchas de estas personas y me propuse constituir una sede en Carabobo”, expuso.
Refirió que el Gobierno del estado Carabobo ofreció una sede para la fundación, la cual estaría ubicada frente a la plaza Bolívar de Valencia, pero debe ser acondicionada.
Asumió la presidencia de la fundación en esta entidad federal en noviembre de 2005, fecha desde la cual esta agrupación inició su trabajo de modo formal. Esta iniciativa surge conjuntamente con la existencia de la Asociación Carabobeña de Alzheimer. La fundación capítulo nacional funciona desde hace 17 años.
También existe la Asociación Carabobeña de Alzheimer, que dirige María Carlota Carbonell. Aun cuando esta agrupación no es derivación de la fundación nacional, trabaja para el mismo fin: ayudar a estos pacientes y a sus familiares.
La mayor carga de la enfermedad es para el familiar del paciente, el requiere mucha ayuda y orientación profesional. Esta es parte de la labor que intentan hacer las fundaciones, asociaciones y grupos de voluntarios mientras la ciencia continúa en la búsqueda de un tratamiento capaz de prevenir o revertir esta enfermedad incurable.
La esperanza para los enfermos del futuro está ahora en los nuevos fármacos con los que se ensaya y que tienen como objetivo frenar los efectos de esas proteínas anómalas que provocan el mal.
Si finalmente se mostrasen eficaces, podrían estar en las farmacias antes de dos años. Unir diagnóstico precoz y ralentización de la enfermedad es el objetivo en la batalla contra el mal que descubrió hace ahora 100 años Alois Alzheimer, y en los últimos años, por primera vez, existe un atisbo de esperanza.
Beber jugos de frutas y vegetales con frecuencia ayudaría a detener la enfermedad de Alzheimer en las personas con riesgo de desarrollar la dolencia neurodegenerativa.
Los especialistas hallaron que las personas que bebían juegos al menos tres veces por semana tenían un cuarto del riesgo de desarrollar demencia que el que poseían los participantes que consumían jugos menos de una vez por semana .

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