Dr. Ignacio Brusco *
*Médico Psiquiatra y Neurólogo
Director del Centro de Alzheimer, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires.
Presidente de Alzheimer Argentina 
Esta enfermedad es uno de los problemas sanitario, social y cultural mas importante del nuevo siglo dada la gravedad de los síntomas , su evolución pero pricipalmente su asociación con la vejez y que nuestra sociedad se encamina a partir del aumento de la edad poblacional hacia el envejecimiento.
Las alteraciones neuropsicológicas de la EA incluyen anomalías de la  memoria reciente y remota, afasia, trastornos visuoespaciales y  visuoconstructivos y defectos de cálculo, praxias, abstracción y juicio.  El compromiso neuropsiquiátrico incluye alteraciones de la  personalidad, ideas delirantes y confusión, alucinaciones y depresión,  trastornos en el sueño, del apetito y de la sexualidad, y presencia de  conductas motoras anormales Típicamente, los síntomas más severos y  tempranos en la EA son las dificultades insidiosas y progresivas de la  memoria para recordar los aprendizajes o situaciones más recientes,  hecho que es seguido de alteraciones del lenguaje, capacidades  visuoespaciales, praxias y compromisos de la atención. En los estadios  intermedio y tardío de la enfermedad suelen aparecer una serie de  síntomas de la esfera conductal que afecta significativamente la calidad  de vida de los pacientes y convivientes
.
El diagnóstico de la EA es fundamentalmente clínico, ya que hasta el  presente, carecemos de algún marcador biológico o de alguna prueba  diagnóstica que permita identificar positiva y selectivamente a la  enfermedad, más allá de la valoración anatomopatológica definitiva.
En virtud de ello, la valoración clínica continúa siendo la herramienta  más importante en el proceso de diagnóstico, contando además con la  colaboración de la neuropsicología y de algunos métodos complementarios  de diagnóstico
La distinción entre los aspectos cognitivos y los no cognitivos (también  denominados primarios y secundarios) se utilizará con un criterio  organizativo y didáctico, ya que en la clínica la coexistencia y  superposición de estos fenómenos es habitual y está por encima de esta  dicotomía.
Los actuales criterios diagnósticos permiten un alto índice de  sensibilidad y eficacia diagnóstica, cercano al 85% de los casos. Las  normalizaciones proponen un consenso de normas diagnósticas a emplear en  nuestro medio, minimizando las controversias surgidas del empleo de las  diferentes propuestas.
Actualmente el estudio Genético permite una aproximación mayor  fundmentalmente a partir del estudio del gen de la apolipoproteina ?E  (APO-E) lo que permite en algunos casos acercar el diagnóstico aún a más  del 85 % de certeza.
En el cuadro clínico de la EA, podemos reconocer la afectación de las siguientes áreas:
1- cognitiva
2- conductal
3- Ritmos diarios y sueño vigilia
Aproximarse a la terapéutica de la Demencia de tipo Alzheimer (DA),  implica reconocer los diferentes tipos de síntomas presentes:  básicamente cognitivos, no cognitivos y comportamentales. El término no  cognitivo se utiliza para incluir alteraciones en el comportamiento,  humor, percepción (ilusiones y alucinaciones), alteraciones en curso y  contenido del pensamiento, y nivel de actividad (tanto motora como  verbal). La agresión verbal y física, apatía, retraimiento social,  depresión, suspicacia, trastornos del sueño, actividad sexual  incrementada o disminuida, negativismo o resistencia al tratamiento  deben ser consideradas como síntomas no cognitivos.
El término no cognitivo se ha escogido para diferenciar estos síntomas  de los que son cognitivos en su origen, es decir síntomas que surgen  directamente del deterioro en la memoria, juicio, función visoespecial,  habilidad matemática, manipulación de objetos cuando la función motora  está intacta (praxia), y lenguaje entre otras. Mientras que la  distinción entre síntomas no cognitivos y cognitivos es clara en la  teoría, no lo es tanto en la práctica. Por ejemplo si un paciente acusa  falsamente a sus familiares de que le roban cosas, se podría describir  esto como ideas de tipo paranoico. Sin embargo el deterioro cognitivo  del paciente puede ser el origen del síntoma, habiendo olvidado el mismo  donde deja sus cosas, siendo el síntoma no cognitivo la acusación a sus  familiares, pero el síntoma cognitivo de origen la hipomnesia de  fijación.
El síntoma más claro de la DA es el deterioro de la capacidad cognitiva  como resultado de la destrucción neuronal. Sin embargo los síntomas no  cognitivos ocurren de manera frecuente, siendo una fuente de dificultad  tanto para el paciente como para los cuidadores, considerando algunos  autores que son los verdaderos síntomas nucleares del síndrome  demencial. Si bien se puede reconocer que los síntomas no cognitivos no  aparecen en todas las personas con DA, son a menudo la razón primaria  por la que un paciente busca atención médica. Es evidente entonces que  un correcto tratamiento de las modificaciones conductuales de un enfermo  con DA genera no sólo una mejoría del rendimiento conductual sino  también un aumento de las posibilidades intelectuales del paciente.  Estos cuadros además condicionan socialmente al enfermo y son quizá la  causa más frecuente de una internación temprana, lo que indudablemente  modifica la situación futura y encarece claramente los costos generados  por esta enfermedad.
OBJETIVOS ESPECIFICOS DEL TRATAMIENTO
Restaurar el funcionamiento neuronal
Es generalmente aceptado que el curso clínico de los síntomas  neuropsiquiátricos y comportamentales de la DA surgen como resultado de  alteraciones en el complejo sistema de comunicaciones intra e  intercelulares. Se sabe actualmente que algunos de los síntomas de la DA  se deben a la disfunción de sistemas neuronales específicos causados  por alteraciones en la transmisión de señales y/o muerte celular. El  efecto inicial que lleva a la cascada de eventos que concluyen en  alteraciones de la transmisión aún no es conocido, no pudiendo  precisarse si factores genéticos únicos o múltiples, sean en secuencia o  combinación, están involucrados en el proceso degenerativo.
Prevenir la pérdida de sinapsis y muerte celular
Existe evidencia que indica que la DA se asocia con significativa  pérdida de sinapsis, cambios dendríticos y muerte celular. Está  claramente relacionada la gravedad de la demencia con la extensión de la  pérdida sináptica. Si bien la causa precisa y los mecanismos  subyacentes a la pérdida neuronal no son claros, existen varios factores  posibles, tales como neurotoxinas endógenas y exógenas, alteraciones  metabólicas, alteraciones en la homeostasis del calcio, procesamiento  anormal de la proteína precursora amiloidea, y cambios en las proteínas  de las neuronas
Para retardar la progresión del proceso degenerativo es esencial  desarrollar tratamientos que mantengan la estabilidad sináptica, y  aseguren la supervivencia de las neuronas. Algunos tratamientos, que  utilizan factores de crecimiento neuronal y técnicas de terapia genética  podrían ser fructíferos en el futuro.
A) TRATAMIENTO DE LOS SÍNTOMAS PRIMARIOS COGNITIVOS
Se definen como síntomas primarios aquellos que involucran pérdida de la memoria (tanto de fijación como de evocación) y otros trastornos cognitivos (tales como afasia, apraxia, agnosia y otras alteraciones en funcionamiento ejecutivo).
AGENTES COLINERGICOS
Múltiples evidencias avalan el importante rol que juegan los mecanismos colinérgicos en la DA, entre ellos:
1. Los agentes anticolinérgicos con acción central producen déficits cognitivos en humanos.
2. La neurotransmisión colinérgica modula la memoria y el aprendizaje.
3. Las lesiones que afectan vías colinérgicas centrales producen  deterioro en el aprendizaje y la memoria, que pueden ser revertidos con  la administración de colinomiméticos.
4. Estudios postmortem de pacientes con DA muestran pérdida de neuronas  colinérgicas en el septum y núcleo basal de Meynert, disminución de la  colina acetiltransferasa y de la acetilcolinesterasa, y correlación  entre estos cambios y el grado de deterioro cognitivo.
A partir de ello se teorizó que incrementar la transmisión colinérgica  central resultaría de utilidad en el tratamiento de la DA. Esto se puede  lograr utilizando precursores de la acetilcolina, inhibiendo la enzima  que la degrada, la colinesterasa, o utilizando agonistas postsinápticos  directos.
Precursores de la acetilcolina
En un principio se postuló aumentar la disponibilidad de los precursores  de la acetilcolina, lo cual aumentaría la síntesis de la misma e  incrementaría la neurotransmisión. Para ello se administraba lecitina o  colina. Pero debido a que el sistema de captación de colina se encuentra  habitualmente saturado en condiciones normales (del 98 al 99%), el  aumento de los precursores extracelulares no aumentará la síntesis de  colina o su liberación, siendo solo útiles en las condiciones en que  exista gran actividad colinérgica y demanda aumentada del precursor  (poco probable en condiciones clínicas habituales, lo que explicaría su  escasa utilidad clínica).
Inhibidores de la Acetilcolinesterasa
Si bien no se mostraron útiles para todos los pacientes con DA, existe  un grupo de los mismos que pueden beneficiarse del tratamiento con  inhibidores de la acetilcolinesterasa, siendo estos aquellos pacientes  con comienzo tardío del cuadro, estadios iniciales de la enfermedad y  ausencia de enfermedad orgánica asociada.
Donepezil : es una benzilmetilpiperidina, inhibidor mixto (competitivo – no competitivo) de la enzima, que muestra un perfil terapéutico similar a la droga patrón, la tacrina, aunque mucho más potente. Presenta una vida media prolongada, superando las 80 horas, lo que facilita su administración en una sola toma diaria, se indica en dosis diarias de 5 o 10 mg una vez al día. A diferencia del tacrine no mostró hepatotoxicidad ni tampoco elevada incidencia de intolerancia digestiva. Los efectos adversos más frecuentes son náuseas, vómitos, anorexia, insomnio, calambres y bradicardia.
Galantamina: Es una amina terciaria fenantrénica, usada en el tratamiento de paresias, parálisis y miastenia gravis, recomendándose dósis de entre 20 y 60 mg/día.. Su vida media es de 8 horas, y entre los efectos adversos más habituales se encuentran la agitación insomnio e irritabilidad.
UNA NUEVA DROGA
Memantine: es una droga nootrópica, que actúa bloqueando los receptores NMDA. Se la administra en dosis de 30 mg diarios y bajo este régimen los pacientes presentaron índices de mejoría estadísticamente significativos, cuando los cuadros fueron leves o moderados. Las reacciones adversas descriptas incluyen inquietud, acatisia, y molestias gastrointestinales leves.
ANTIOXIDANTES
Dentro de este heterogéneo grupo debemos mencionar a la Vitamina E, a la Seleginina y al bifemelano.
Vitamina E (tocoferol) : demostró tener propiedades protectoras ante el  daño neuronal en estudios en animales, esto inspiró la conducción de  ensayos clínicos en pacientes con demencias. Se lo utilizó en dosis de  2.000 UI al día, evidenciándose un retraso en la progresión de la  enfermedad por 7 meses, pero sin una mejoría en los síntomas.
Demostró ser una droga segura con una incidencia baja de efectos  adversos, siendo éstos principalmente trastornos en la coagulación  sanguínea.
Seleginina : es un inhibidor irreversible de la monoaminooxidasa “B” a  dosis baja y de la monoaminooxidasa “A” a dosis altas, utilizado para el  tratamiento de la depresión y de la enfermedad de Parkinson, que se  creé que actúa en forma similar al resto de los antioxidantes, esto es  evitando la muerte celular y con ello la progresión de la enfermedad.  Asimismo interfiere con la hiperactividad de la monoaminooxidasa B  observada en la DA. Es eficaz a dosis baja (10 mg/día), no teniendo su  efecto mejorador de la cognición ninguna relación con el efecto  antidepresivo El principal efecto adverso es la nauseas, mareos,  molestias abdominales y sequedad bucal, siendo el síndrome tiramínico de  difícil observación por las dosis utilizadas). Esta droga esta  contraindicada en aquellos pacientes que reciben antidepresivos  tricíclicos, IRSS o meperidina.
ANTINFLAMATORIOS
Clínicamente se ve que los pacientes que recibieron antiinflamatorios en forma crónica, como en poblaciones con artritis reumatoidea o lepra, presentan una incidencia mucho menor de DA. Se postulan efectos beneficiosos sobre la enfermedad, al uso prolongado de antiinflamatorios, tales como indometacina .
b)TRATAMIENTO DE SÍNTOMAS SECUNDARIOS NO COGNITIVOS
Mientras que los síntomas primarios de la DA son el deterioro de la memoria y la pérdida de otras habilidades cognitivas, los pacientes también desarrollan síntomas secundarios incluyendo depresión, ansiedad, agitación, delirio, alucinaciones e insomnio. No hay que minimizar estos síntomas, ya que se calcula que ocurren en una amplia mayoría de enfermos (alrededor del 60 %), siendo en general la base de la mayoría de las complicaciones de la enfermedad. Los psicofármacos son las drogas más utilizadas para estos síntomas, pero conllevan el potencial de efectos adversos tales como sedación, desinhibición, depresión, caídas, incontinencia, parkinsonismo y acatisia.. Cronobióticos Como melatonina han demostrado su beneficio en el tratamiento de las alteraciones del ciclo sueño-vigilia y la irritabilidad en la tarde característico de estos pacientes
Hay principios generales a seguir para el tratamiento de los síntomas secundarios en la DA:
1. Definir el tipo de síntomas lo más claramente posible para focalizar la terapia, y en lo posible manejarse con monodrogas.
2. Evaluar la importancia del síntoma tanto para el paciente como para los cuidadores.
3. Tener en cuenta que algunos síntomas son transitorios y propios de la evolución natural de la enfermedad.
4. Buscar los eventos precipitantes.
5. Considerar modificaciones del medio y terapias no farmacológicas
6. Comenzar con dosis bajas de fármacos, y hacer los aumentos necesarios de manera lenta.
7. Luego de que los síntomas fueron controlados, evaluar el descenso o retiro de la medicación, de acuerdo a cada síntoma.
C) NUEVAS POSIBILIDADES NO FARMACOLÓGICAS DE TRATAMIENTO
Es importante considerar no sólo enfermo al paciente sino al cuidador  del mismo que generalmente es un familiar y se encuentra en estrés  crónico . Entonces las medidas de ayuda a través del apoyo de grupos da  ayuda para familiares y cuidadores como los que funciona en la  Asociación Alzheimer Argentina que aconsejan, orientan y contienen a  familiares y cuidadores son especial importancia.
La ayuda al paciente no consiste solamente en medicación sino que  interviene psicólogos, terapistas ocupacionales, foniatras, kinesiólogos  en el tratamiento en donde la múltiple estimulación es imprescindible.
No debe olvidarse que esta enfermedad es una enfermedad de toda la  familia y que el trabajo interdisciplinario es esencial para el correcto  abordaje del paciente y su entorno.
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