Capítulo Aragua

miércoles, 29 de septiembre de 2010

En busca de la memoria perdida

 


 
 

 
(27/03/2009) En busca de la memoria perdida

Enfermedad de Alzheimer
En busca de la memoria perdida
Es la más frecuente en el mundo de las demencias.
por Idalia De León

Existen varios tipos de demencias. Una de ellas, la más frecuente, es la enfermedad de Alzheimer. Se trata de un padecimiento degenerativo, progresivo e irreversible que ataca al cerebro y que se manifiesta, primordialmente, a través de la pérdida de la memoria, y de la capacidad de razonar. Quien padece de Alzheimer presentará confusión, dificultades para orientarse en tiempo y espacio y, al verse afectada la memoria, tendrá problemas para recordar palabras y hechos recientes. A la larga, el paciente no puede seguir instrucciones y su capacidad para desenvolverse por sí mismo se verá seriamente comprometida.
Uno de los aspectos más dramáticos de la enfermedad de Alzheimer es que la persona deja de ser quien es. Los rasgos más característicos de su personalidad empiezan a desaparecer, para dar paso a una nueva manera de comportamiento que produce desconcierto entre quienes le rodean. Los familiares, ante esta situación, suelen actuar erradamente, pues se encuentran ante una circunstancia tanto inesperada como novedosa, por no decir preocupante.
"El cerebro -explica el neurólogo Ciro Gaona, director de la Fundación Alzheimer-, es un órgano extraordinariamente importante. Nosotros somos alma, espíritu, pero gran parte de lo que somos tiene que ver con el cerebro. De manera que cuando este falla, ya no somos los mismos. A una persona se le puede cambiar el corazón y seguirá siendo la misma. Pero si el cerebro cambia, se modifica lo que la persona es".
Para el Dr. Ciro Gaona "somos cuerpo, alma, espíritu ...... y cerebro también"

"Las funciones mentales superiores son como un banco que almacena memoria, juicio, razonamiento, capacidad de comunicación, conducta psicológica y los afectos", señala el especialista. "También está la praxia, la cual implica la planificación motora. Abarca cómo vestirte, cómo manejar, cómo jugar tenis, como peinarte o bailar. A esto se suma la orientación en tiempo, en espacio, ciudad, país, lugar, temperatura, juicio, cálculo, cómo moverte en el espacio. Todas esas funciones cognitivas entran en juego cuando se padece de Alzheimer. Más de una función cognitiva se va perdiendo, progresiva e irreversiblemente. El individuo se va limitando".
La enfermedad, comúnmente, ataca a personas adultas mayores de 65 años, aunque se han registrado casos en individuos de 40 y 50 años. Sobre la incidencia de esta afección en Venezuela no existen estadísticas actualizadas, "pero estamos realizando importantes estudios con reconocimiento internacional", agrega Gaona. Sobre su presencia en el mundo, se sabe que en los países occidentales, el 60 y 70 por ciento de todas las demencias corresponden a Alzheimer. También se ha detectado mayor cantidad de casos en mujeres, lo cual no se vincula con una característica especial del sexo femenino, sino con la esperanza de vida, la cual en este género, es mayor.
La ilustración refleja cómo las funciones mentales de una persona con Alzheimer ueden irse alterando con el paso del tiempo
No me acuerdo
El padecimiento no se manifiesta de un día para otro. Los síntomas pueden ir apareciendo paulatinamente y ser asumidos como pequeñas distracciones u olvidos sin importancia. En todo caso, hay señales inequívocas que indican cuándo la enfermedad ya está instalada en el individuo, ante cuya presencia se deben tomar las providencias necesarias. La primera de ellas, claro está, debe ser acudir a un especialista.
La persona con Alzheimer no es capaz de recordar números de teléfono de uso cotidiano, y presenta dificultades para sostener conversaciones sencillas debido a que le es imposible hilvanar frases largas. Evitan salir a la calle y propiciar encuentros con amistades. Es común que se muestren irritables; después de todo, no pueden comprender ni asimilar bien el trastorno que se presenta en su cabeza.
En la etapa inicial de la enfermedad, la persona se muestra olvidadiza; al no encontrar en su mente las palabras que necesita, deja frases a medio terminar. Es frecuente que no recuerde acciones o conversaciones recientes. Sin embargo, es capaz de recordar perfectamente su infancia o todo lo que forme parte de su pasado lejano.
En la etapa intermedia, el paciente probablemente olvide quiénes son los miembros de su familia, no reconozca lugares conocidos, y olvide cómo ejecutar tareas sencillas como vestirse o bañarse. A partir de este momento puede mostrarse intranquila o impredecible.
En la tercera etapa, el individuo necesitará total y absoluta ayuda para desarrollar su vida cotidiana, puede presentar pérdida total de la memoria, lo cual viene acompañado de falta de juicio y raciocinio.
Explica Gaona, que "en un principio, se afecta la memoria reciente, la de todos los días; ésa que te permite recordar qué desayunaste, con quién hablaste en la mañana, dónde estacionaste el carro. Es también, la memoria más frágil. Es una memoria visual, táctil, olfativa, auditiva, espiritual, y abarca lo que ocurrió en las últimas 72 horas. Por otra parte, está la memoria remota, y abarca los recuerdos de la infancia, adolescencia, lo que has aprendido. Esta permanece más o menos intacta en las etapas iniciales de la enfermedad. Es por ello que hay gente brillante con Alzheimer, que podría dar clases o aparecer en televisión hablando sobre historia y no dar muestras de que tiene problemas con su memoria".
¿Alzheimer?
La palabra corresponde al apellido de un neuropsiquiatra alemán. Se llamaba Alois Alzheimer y el 4 de noviembre de 1906 presentó a la comunidad científica de su país los resultados de un estudio hecho al cerebro de una paciente de 51 años, Auguste D., quien en vida, había presentado alucinaciones, desorientación, delirios, y problemas cognitivos. El trabajo se tituló Sobre una enfermedad específica de la corteza cerebral, y en él mostró que el cerebro en cuestión tenía la corteza cerebral más pequeña de lo normal, y que presentaba dos anomalías que actualmente constituyen, desde el punto de vista clínico, las características principales de la enfermedad de Alzheimer: presencia de placas que pueden contener neuronas degeneradas en el hipocampo (responsable de la memoria) y la corteza cerebral (funciones cognitivas superiores); y ovillos neurofibrilares, que son acumulaciones de material aparentemente fibroso en el interior de las neuronas.
Un problema en casa
Al tratarse de una enfermedad degenerativa e irreversible, la lupa debe concentrarse no sólo en el cuidado que requiere el enfermo sino en cómo va viviendo el proceso el responsable del paciente. Señala el doctor Gaona que para los familiares es muy difícil ser testigos de cómo se va desdibujando la personalidad de su ser querido. A esto se une la dificultad de aceptar que se tiene un enfermo en casa que requiere atención exclusiva, y cuyo comportamiento puede generar, en quien lo cuida, cuadros de frustración, cansancio, rabia, impotencia e impaciencia.
Por lo antes descrito es importante que la familia se reúna y acuerde una solución para llevar adelante, de la mejor manera, la nueva circunstancia que los acompañará por un tiempo. Quienes están cerca del enfermo deben decidir:
l Si se interna al paciente en un centro de atención especializada. (Esta es una medida que usualmente se adopta cuando el enfermo es irascible o violento).
l Si permanecerá en casa con las atenciones necesarias. En ese caso, tendrá que decidirse quién cuidará al enfermo y hacerse responsable de su medicación, alimentación y aseo.
l La experiencia recomienda que sea un ser querido del enfermo, quien se haga cargo de su cuidado.
l El cuidador debe seguir un plan de asesoría que lo oriente sobre la mejor manera de comunicarse con un enfermo de Alzheimer, pues el convivir con una persona con problemas en la memoria puede afectarlo psicológica y emocionalmente. Es importante que el cuidador tenga una actitud positiva hacia la vida, una vida propia y un rico mundo interior; que sea una persona afecta a realizar actividades de esparcimiento. Se recomienda que asista a grupos de apoyo o autoayuda.
El testimonio de Blanca
Blanca Angarita de Arcia tiene 60 años, está casada hace 28 años, y aunque su cerebro funciona perfectamente, dos de sus hermanas presentan pérdida progresiva de la memoria. A ambas se les diagnosticó Alzheimer. Carmen, de 74 años, empezó a dar muestras de que su memoria no funcionaba bien en el año 1999. Siempre fue una gran lectora y durante toda su vida se preocupó por ingerir suplementos naturales para la memoria. Sin embargo, el paso del tiempo le trajo la noticia de que su memoria no marchaba normalmente.
Su hermana Rita, por su parte, comenzó a manifestar ansiedad, depresión, tristeza, y se pensaba que este cuadro emocional era una respuesta a la enfermedad de su hermana Carmen. El proceso de Rita, que suma 72 años, va más avanzado a pesar de que se le diagnosticó después. A ella se le olvida todo.
La solución que encontró Blanca para el bienestar de sus hermanas, fue que ambas vivieran juntas al cuidado de una persona contratada para cumplir esa tarea. En el apartamento también vive un sobrino, que las acompaña en la noche cuando regresa de su trabajo. Durante los fines de semana, invariablemente, Blanca se lleva a sus hermanas a la playa donde las consiente y comparte con ellas.
Lo único que Blanca quiere transmitirle a las familias que vivan una situación similar, es que con el enfermo con Alzheimer se debe ser muy paciente y amoroso. Señala, que "quien se ocupe de él, debe saber cómo manejar las diferentes situaciones que se pueden presentar; no puede ser un individuo que se enganche en discusiones, ya que no tiene sentido polemizar con un individuo con estas características". l

En la consulta
Mis padres sufren de Alzheimer ¿Yo también padeceré la enfermedad?
Responde el Dr. Ciro Gaona: "El Alzheimer es una enfermedad compleja en la que interactúan factores genéticos y otros no hereditarios, relacionados con nuestro estilo de vida y el ambiente. El 99% de los casos se consideran esporádicos y de aparición tardía; es decir, no son absolutamente determinados por la genética. No obstante, debemos recordar que sí puede existir sólo la predisposición y por tal motivo debemos cuidar y corregir aquellos factores susceptibles de cambio".
¿Cuántos tipos de demencia existen?
Gaona afirma que "Además del Alzheimer, existen varios tipos de demencia. Los problemas 'vasculares cerebrales' tienden a causar demencia, al igual que problemas metabólicos como diabetes, enfermedades de la tiroides, obesidad, etcétera). Existen 'primos del Alzheimer', relativamente frecuentes, como la demencia por cuerpos de Lewy (con signos de Parkinson, caídas frecuentes y alucinaciones desde el principio de la enfermedad), y la 'demencia fronto-temporal', que se manifiesta con trastornos de conducta, comportamiento y de personalidad. Muchas infecciones pueden producirla, como la del virus del Sida u otras enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, Parkinson, tumores, hematomas o algunas hidrocefalias. Además, diversos medicamentos pueden causar compromiso de la memoria al igual que cuadros afectivos como la depresión, por lo que se requiere un estudio completo, sistemático e integral".
¿Se puede prevenir?
En este sentido el Dr. Ciro Gaona es muy optimista: "Al igual que para muchas enfermedades, la recomendación se orienta a que el individuo lleve una vida más sana; es decir, un mejor estilo de vida.: estimular el vínculo social, la actividad (física, mental y espiritual) y la motivación e ilusión. Se aconseja ingerir una dieta balanceada y rica en antioxidantes, 'grasas buenas' (omega 3, pescados, nueces, almendras, etcétera), y ciertas vitaminas (en especial complejo B y ácido fólico). El control de las enfermedades vasculares, en especial hipertensión arterial, diabetes,  problemas de colesterol y sedentarismo son de máxima importancia. Es fundamental mantenerse activo y se recomienda una caminata de, por lo menos, media hora al día. Actividades como el baile, actividad más cerebral que
corporal, son muy recomendables. Los juegos de mesa tales como dominó, ludo, cartas, compartir con otros, tocar un instrumento, el cultivo de la meditación, relajación u oración son igualmente prácticas que deben incorporarse para contribuir con el buen desempeño de la memoria. Por último, se recomienda tener una buena actitud, asumir las dificultades como el motor que permitan ejercitar nuestra capacidad de resolver problemas y así poder seguir adelante. Mientras más activo se tenga el cerebro más se retrasa la enfermedad".
¿Hay tratamiento para la enfermedad a pesar de que es irreversible?
"Los tratamientos aplicados hasta los momentos sólo están orientados a controlar algunos síntomas o atenuar el avance de la enfermedad. Usualmente, se indican medicamentos para la depresión, por ejemplo, o algún otro síntoma psiquiátrico/conductual que presente el enfermo., además de actuar sobre los sistemas de neurotransmisión cerebral (acetilcolina y glutamato) Hasta los momentos, la ciencia no ha encontrado el tratamiento que revierta la enfermedad"..., pero es mucho lo que podemos hacer con una buena dosis de cariño, optimismo y eficiencia" insiste el Dr. Ciro Gaona
 

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