
La pulsera emplea posicionamiento por el GPS y por triangulación GSM, de modo que si uno pierde su cobertura conmuta automáticamente al otro. Resiste la intemperie y tiene un cierre de seguridad que solo puede quitar el familiar. Cuando está en funcionamiento, esta pulsera envía una alerta al receptor móvil cuando sale de un perímetro de confianza o si su batería está por debajo del 25%. Por su parte la gran ventaja de tener un receptor móvil frente a otros sistemas que emplean Internet y un ordenador, es que el familiar puede ir en busca del enfermo de Alzhemier y ver en todo momento su posición, aunque se mueva, a medida que se acerca a él.
El equipo completo Keruve, que estará disponible en breve, tendrá un precio en torno a los 700 euros.
Más información sobre el localizador GPS para enfermos de alzeimer.
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