musicoterapia La música es  buena para la salud
Hay muchos estudios que rebelan que la música es buena para la salud y eso es porque existe una relación directa entre ella y el funcionamiento del cerebro. Eso que dicen de que “la música amansa a las fieras” es verdad y es que sin duda la música tiene una capacidad para relajar muy grande. Ése es uno de los primeros beneficios que tiene la música para la salud: ayuda a reducir el estrés. Así por ejemplo, si nos tumbamos y ponemos un poco de música clásica nos sentiremos mucho más tranquilos. De la misma manera, la música ayuda a cambiar los estados de ánimo, luego si estamos como se dice un poco “depres” poner una música marchosa nos puede ayudar a estar más contentos.

La música tiene poder motivacional y nos ayuda a hacer ejercicio. Si elegimos una música con un ritmo marcado aguantaremos mejor el ejercicio físico que si lo hacemos sin música. También nos sirve para mejorar nuestra coordinación motora. Muchas personas ponen música mientras están trabajando o estudiando y lejos de lo que se puede pensar, eso no disminuye su capacidad de concentración. La música favorece el aprendizaje y mejora el funcionamiento integral del cerebro. Además, escuchar música nos aísla de otros posibles ruidos que haya en el ambiente. Incluso está comprobado por varios estudios que la música facilita las capacidades de comunicación.

La musicoterapia se utiliza en enfermos de Alzheimer ya que facilita la socialización del paciente y mejora sus alteraciones de conducta y personalidad. Una actividad puede ser utilizar instrumentos musicales básicos para que el paciente puede expresarse con ellos y también conectar con él a través de la música que disfrutó por ejemplo en su infancia o adolescencia.

Pero sus beneficios no acaban ahí, la música es buena para muchas cosas: escuchar música que nos gusta nos ayuda a liberar endorfinas y eso es bueno para la salud de nuestro corazón, es beneficiosa para los bebés y los niños, reduce la tensión muscular y mejora el movimiento, estimula la digestión, favorece la sexualidad, genera la sensación de seguridad y bienestar… ¿Ponemos un disco de Mozart?