Cómo comunicarse con personas con demencia.
Piense que los problemas de su familiar se deben a la enfermedad, y no a que quiera
voluntariamente irritarle a usted o “sacarle de quicio”.
- Capte su atención y proporciónele seguridad (sonríale, tómele del brazo, déle un
abrazo)
- Llame a su familiar por su nombre, situándose frente a él y hablando despacio.
- Elija temas agradables de conversación, háblele sobre aquello que a él o a ella le
gusta y le es agradable. Hechos y acontecimientos del pasado que hayan sido de interés para
su familiar pueden ser temas adecuados, ya que le gustará hablar de ellos.
- Utilice un trato apropiado. Háblele como a un adulto, no como si se tratara de un
niño. Esto significa evitar palabras, frases y el tono de voz que empleamos con los bebés y los
niños. También, significa evitar la tendencia a utilizar la palabra “nosotros” como cuando,
por ejemplo, se dice, “Parece que hoy tenemos buen aspecto”. A menos, que se quiera
realmente decir “nosotros” no es conveniente utilizarlo, siendo preferible utilizar frases
como “ Tienes buen aspecto”, que significaría lo mismo pero expresado de una manera
adulta.
- Es preferible que le diga a su familiar lo que debe hacer y no lo que no debe
hacer. De esta manera hará más fácil que le entienda. Así, es preferible decirle “ Quédate en
el salón” que “No te muevas del salón”
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