Capítulo Aragua

martes, 9 de marzo de 2010

TRASTORNOS DE LA MENTE


Alzheimer en la familia
La pérdida de la memoria afecta a los pacientes diagnosticados y cambia por completo la vida de quienes se dedican a cuidarlos

La enfermedad de Alzheimer afecta severamente la mente del paciente de manera irreversible, pero su peor síntoma es la alteración de la vida familiar, la cual debe ser ajustada para dedicar una completa atención a los cambios de conducta y salud del enfermo.

Muchas veces la persona afectada solía ser el pilar de la familia y los miembros deben encontrar fuerzas en conjunto para sostener el hogar y ayudar a su ser querido afectado. No se puede dejar la responsabilidad a un solo cuidador, bien sea éste parte de la familia o un especialista contratado, pues esta carga sobre los hombros de una sola persona puede llevarla a deteriorarse más rápidamente que el mismo paciente.

Mira Josic de Hernández, presidenta de la Fundación Alzheimer de Venezuela, señala que los síntomas iniciales son imperceptibles, “la pérdida de memoria es el primer síntoma que dispara la alarma, pero la gente no le presta atención, esto se vuelve crónico, ya no es un olvido normal sino patológico y nosotros luchamos porque la gente tome conciencia y haga un diagnóstico precoz, porque las habilidades mentales que se pierden no se recuperan”.

“La clave en esta enfermedad es hacer un diagnóstico precoz que le permita a la familia tomar conciencia de la situación y prepararse para afrontarla, pero la mayoría de las personas que buscan ayuda ya se encuentran en la tercera o cuarta etapa de la enfermedad, cuando no se puede hacer mucho, pues el deterioro está avanzado”, agrega.

A pesar de estos hechos, en Venezuela existen organizaciones y voluntarios dedicados a ayudar a las personas afectadas con esta enfermedad. “Tenemos un Consejo Consultivo que maneja el tema y hay diferentes criterios pero la idea principal es que la familia se sienta apoyada”, dice Josic.

Acción temprana
La enfermedad de Alzheimer a menudo es identificada como la enfermedad que afecta la memoria. Pero es mucho más que eso. Es un trastorno progresivo, degenerativo e incurable del cerebro que lleva a la muerte. La enfermedad de Alzheimer no es una parte normal del envejecimiento y aún se desconoce su causa.

La pérdida de las habilidades mentales altera la realización de las actividades cotidianas, como situaciones sociales, la facultad de reconocer a familiares, amigos, lugares y objetos, incapacidad para tragar, para caminar o controlar la vejiga e intestinos. La causa de esa demencia progresiva y compleja es desconocida, pero algunas investigaciones apuntan a que se relaciona con la presencia del gen ApoE4.

Por ello es muy importante buscar ayuda al observar que la persona comienza a olvidar de manera progresiva los nombres de los objetos que están a su alrededor, si pierde la capacidad de ejecutar ciertas actividades o no recuerda acontecimientos relativamente recientes.

El cuadro se observa más frecuentemente en las personas mayores de sesenta años y con enfermedades crónicas de muy larga duración. “Cuando se tiene sospechas se debe buscar ayuda con un especialista que maneje el tema de la demencia, porque son los que tienen la experiencia en esta enfermedad y pueden ofrecer la orientación precisa, ya que muchos casos que se diagnostican como Alzheimer, realmente no lo son”, indica.

Además de ello el impacto en la familia es tan fuerte, que si no reciben una orientación oportuna por parte de personal especializado en la enfermedad de Alzheimer, esa familia puede destruirse, “no se trata de simples chocheras, es muy complejo el problema y requiere atención cualitativa, de calidad, se requiere atención psicológica, orientación en cuanto a los cambios de alimentación y los ejercicios que deben asumir, además de otras nuevas rutinas”, explica.

La enfermedad se manifiesta gradualmente a lo largo del tiempo con un curso de evolución de dos a veinte años y un promedio de afección de unos siete años.

Mejores condiciones
Para esta enfermedad se combinan tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, los fármacos ayudan a frenar el deterioro neurológico, pero no revierten la afección y su efecto es más notorio cuando el deterioro cognitivo es leve, es decir cuando hay mayor cantidad de neuronas conectadas.

Actualmente el tratamiento más importante para la enfermedad es la estimulación cognitiva, la cual está tomando mucho auge, ya que algunas clases de demencias son manejables y el paciente se recupera en cierto grado.

También se cree que una de las mejores maneras para prevenir daños neuronales es con el estudio constante, ya que se ha observado mayor incidencia de la enfermedad en personas con menor nivel educativo.

Es importante tener un listado de las instituciones que se ocupan de ofrecer atención a esta condición, así como de los profesionales y centros relacionados con la enfermedad propiamente, como de los síntomas relacionados y pedir ayuda constante.

Ayuda a los cuidadores
“La enfermedad no es un problema solamente de la persona que tiene demencia, sino que acompaña al cuidador, quien se agota por la dependencia del paciente. Lo grave es que si el cuidador no sabe manejar su rol, termina siendo una víctima que puede fallecer antes que el enfermo mismo”, asegura Josic.

La gran responsabilidad que implica cuidar a una persona con la enfermedad de Alzheimer agota física y emocionalmente. Los cambios constantes que se presentan con el progreso de la enfermedad deben ser manejados con profesionalismo y entereza y muchas veces la persona que cuida al paciente termina debilitada y hasta deprimida, ya que en algunos casos este cuidador solía ser protegido por el enfermo cuando poseía todas sus facultades mentales, haciendo más dolorosa la situación.

Un paciente con Alzheimer puede requerir de cuidados durante 24 horas, por lo que es importante que la tarea se reparta entre al menos dos personas. También debe existir un interés constante en investigar sobre la enfermedad y sus implicaciones, para contar así con más recursos que faciliten el cuidado y saber qué esperar en cada etapa. Se deben evitar conflictos debido a la tensión de la situación y hacer un esfuerzo por ingresar en el mundo del paciente para ayudarlo a vivir lo más tranquilo que le sea posible. La casa debe ser un lugar libre de peligros que facilite el cumplimiento de rutinas.

Si la persona afectada era la encargada de las finanzas y otros aspectos legales, se deben transferir esas responsabilidades a otro miembro de la familia rápidamente. El cuidador también debe permitirse tiempo para sí mismo que le permita oxigenarse y evitar un agotamiento severo por la situación. Es de gran ayuda hacer ejercicios e ir al psicólogo, además de buscar grupos de apoyo con quienes conversar y compartir los sentimientos.

Formación de cuidadores
Esta enfermedad afecta en la actualidad a unos 100 mil venezolanos de manera directa, quienes no reciben una atención adecuada, debido a que no existe la cantidad apropiada de centros especializados en la atención a las demencias. Para resolver esta situación, la Fundación Alzheimer de Venezuela está incentivando el desarrollo de un programa de capacitación de cuidadores a nivel nacional con apoyo del Estado, a fin de que los pacientes con demencia puedan recibir la mejor atención posible.

Mientras este plan se desarrolla, la organización sigue ampliando sus programas de terapias ocupacionales, dirigidos a pacientes que están en las primeras etapas de demencia, con el objetivo de retardar un poco el proceso degenerativo de la memoria.

A pesar de los meritorios logros de este centro, su fundadora asegura que hay mucho trabajo por delante, dada la complejidad de la enfermedad, “ya que no sólo se trata de lograr que los pacientes reciban los medicamentos o se formen adecuadamente los cuidadores, sino que se aborden todos los factores implicados, desde los aspectos legales, de integración familiar y vecinal, hasta el apoyo para realizar todos los estudios e investigaciones que sean necesarios para progresar en el conocimiento de esta enfermedad”.

Los miembros de esta organización en su mayoría son familiares de pacientes que padecen la enfermedad y conocen la importancia de una red de ayuda para quienes conforman el entorno del enfermo.

“Es un problema que puede convertirse en epidemia, actualmente en Venezuela hay unos cien mil afectados y si cada paciente tiene a su lado por lo menos una persona dedicada a su cuidado ya son 200 mil víctimas de la enfermedad, más otros dos o tres miembros de la familia que también sufren por la situación, ya es un problema que está tocando las vidas de unos 600 mil venezolanos”, concluyó Josic.

ADEMÁS:
Etapas del Alzheimer
Cada persona responde de manera distinta, pero existe una clasificación general que ayuda a comprender la progresión de la enfermedad en el paciente:
Etapa 1. Fase inicial, los pacientes pierden energía y espontaneidad pero no se nota nada fuera de lo común. Se nota pérdida de la memoria, cambios de humor y lentitud en las reacciones, así como desinterés por explorar nuevas experiencia y mayor apego a lo conocido. Sin embargo, la persona es independiente y realiza sus tareas de rutina.
Etapa 2. Disminuyen las capacidades y las lagunas mentales se hacen más evidentes. El paciente necesita ayuda y que le recuerden con frecuencia lo que debe hacer.
Etapa 3. Ya es una etapa avanzada, la persona no es la misma, no reconoce a nadie y sus funciones fisiológicas están descontroladas. En la etapa final se pierde la capacidad de masticar y tragar, lo que lleva al deterioro físico y a la muerte después de un tiempo debido a la vulnerabilidad.

Sin rumbo

El mayor peligro relacionado con la enfermedad de Alzheimer es el de que el paciente se desaparezca de la casa y se pierda. Hay varias razones por las que se puede disparar ese deseo de deambular, entre ellas:
Confusión. No se da cuenta que está en su casa y sale dispuesto a “encontrarla”.
Delirios. Puede estar tratando de cumplir una responsabilidad del pasado, tal como ir a trabajar o ir a buscar a un hijo.
Intentos de escapar de una amenaza real o percibida. Los pacientes pueden sentirse asustados por un hogar ruidoso, un visitante extraño o incluso por la creencia de que su cuidador está tratando de hacerle daño.
Nerviosismo. Es un síntoma común de la enfermedad que puede exacerbarse por algunos medicamentos.
Inquietud. Puede estar ocasionada por la falta de ejercicio y otras estimulaciones.
Búsqueda de algo o alguien. Una persona, un lugar o un artículo personal que haya perdido.

No se puede descuidar al paciente en esta condición ni un instante, se debe mantener en alto la guardia y facilitar ciertas condiciones que reduzcan el riesgo, tales como:
• Ofrecer un lugar despejado y seguro para caminar. Eliminar alfombras y obstáculos y permitirle moverse de un lado a otro.
• Dejarle hacer algo repetitivo como mecerse, barrer el piso o doblar la ropa.
• Agregar cerrojos a todas las puertas y ventanas que conducen al exterior y asegurarse de mantener las llaves en un lugar seguro al que el paciente no tenga acceso.
• Instalar alarmas que suenen cuando se abra una puerta o ventana que conduzca al exterior.
• Colocar un brazalete de identificación médica al paciente con su nombre, las palabras “pérdida de memoria” y número de teléfono de emergencia.
• Avisar a los vecinos que su ser querido tiene tendencia a deambular y pedirles que le avisen inmediatamente si ven que está solo afuera.
• Cubrir las puertas con afiches de “camuflaje” para que se vean como estantes o cualquier cosa diferente a una puerta o pintar las puertas del mismo color de las paredes para hacerlas “desaparecer”.

Puede ocurrir que con todas las precauciones el paciente logre salir. En ese caso deben estar preparados con copias de fotos actualizadas y datos de la persona para repartirlas. Debe informar a las autoridades para que ayuden con la búsqueda y revisar los lugares preferidos por el enfermo y las zonas de peligro que rodean la casa.

No hay comentarios:

Sitio Oficial

Ladrón de los Recuerdos

Publicidad

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...