El alzheimer es la demencia más común. Pero ¿sabemos qué es una demencia? Demencia se define como la pérdida irreversible de las capacidades intelectuales, incluyendo la memoria, la capacidad de expresarse y comunicarse adecuadamente, de organizar la vida cotidiana y de llevar una vida familiar, laboral y social autónoma. Esta definición esta en procesos de cambio, debido a las nuevas investigaciones.
No todas las demencias son irreversibles. Hay algunas demencias que están en relación con otras enfermedades, como deficiencia en vitaminas o alteraciones hormonales, que cuando corriges el defecto mejoran y desaparecen. Es decir, se pueden curar.
La Doctora Barquero comenta “no podemos diagnosticar la demencia cuando ya el paciente tiene una limitación de sus actividades de la vida”.
La demencia se debería diagnosticar en las fases en las que el paciente aún es autónomo y es capaz de hacer cosas, ya que con ello se conseguiría empezar el tratamiento antes.
Los pacientes con Alzheimer no suelen saber lo que les esta pasando, no son conscientes de la severidad del problema que tienen. La enfermedad afecta más al entorno, ya que son los que viven el problema.
La pérdida de memoria en relación con el envejecimiento es un fenomeno normal. Todos nos vamos haciendo más despistados según nos hacemos mayores, pero es un olvido no relevante. El problema es cuando los olvidos empiezan a ser de tareas relevantes. No todas las demencias empiezan por pérdida de memoria. Hay demencias que empiezan por alteraciones de la percepción visual, por alteraciones del lenguaje o por trastornos comportamentales, como la depresión.
Las demencias en su inicio son difíciles de diagnosticar, y muy faciles cuando la demencia esta bien constituida.
Existen múltiples fármacos para las demencias, que son más efectivos cuando antes se diagnostique la demencia. Ninguno de ellos a día de hoy es curativo, pero se espera que en los próximos años si existan.
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