1. Acceda a la información a través de
profesionales y asociaciones de familiares.
Haga frente a los hechos.
No se apegue a situaciones anteriores.
Su vida será ahora diferente.
Examine su actual situación, defina
sus emociones y necesidades, así
como sus recursos y opciones.
2. Sea sincero consigo mismo y con
los demás, especialmente con los
otros miembros de su familia.
Afronte sus temores. Plantee reuniones
familiares periódicas. Ponga
a prueba las decisiones que en ellas
se toman y revíselas cuando las situaciones
cambien. Reconozca sus
límites y reparta las tareas.
3. Contacte con otras personas que
vivan con un problema similar.
Son muchos los que han pasado
o están pasando por esto, hablar
con ellos le ayudará y le permitirá
aprender estrategias que otros
han usado con éxito, así como
combatir algunas de las emociones
negativas, especialmente la
sensación de aislamiento, la culpabilidad
o la vergüenza.
4. Utilice todo lo que favorezca su salud
física y psíquica: haga ejercicio,
procure mantenerse en forma.
Aliméntese sanamente e intente no
tener sobrepeso. Utilice técnicas de
relajación y/o de control emocional.
Estimule su sentido del humor.
Relaciónese y haga amigos.
5. Con respecto al enfermo, trate en
todo momento de conservar la
serenidad y aprenda a atribuir y
diferenciar lo que el enfermo era,
de las manifestaciones propias de
su enfermedad. Lo que ahora le
resulta extraño o desconocido en
él es debido a la enfermedad.
6. Sea un "buen actor" con el enfermo
y favorezca la comunicación
emocional positiva en cualquier fase
de la enfermedad, creando un
ambiente agradable y tranquilizador.
Potencie la autoestima de su
familiar estableciendo escenarios
en los que se pueda sentir útil. No
demuestre tener siempre la razón,
la lógica de la demencia no es la
que tenemos cuando disfrutamos
de la salud. A medida que la enfermedad
avance, utilice más el lenguaje
corporal -no verbal- que las
palabras. Permítale salidas airosas
ante sus errores y no le evidencie
sus pérdidas de memoria o de
cualquier otra capacidad si no es
estrictamente necesario.
7. No se exija a sí mismo lo que otros
no podrían hacer. No existe el cuidador
perfecto. Admita sus emociones,
especialmente el cansancio
y el mal humor, como signos de
alerta para modificar, en la manera
de lo posible, su programación de
actividades. Concédase el derecho
a cometer errores y a experimentar
sentimientos negativos.
8. No rechace la ayuda que le ofrezcan
familiares, vecinos y/o amigos.
Agradezca y valore las aportaciones
por pequeñas que sean,
con eso cultivará y favorecerá que
aumenten en el futuro; seguramente
las irá necesitando.
Concrete al máximo sus peticiones
de ayuda.
9. Planifique y programe sus actividades,
tratando de mantener sus
aficiones e intereses. Utilice su
agenda para hacer programaciones
realistas que atiendan a sus
prioridades, entendiendo como
una de ellas su propio bienestar.
Anticípese en la medida de lo posible
a problemas previsibles, especialmente
en aspectos legales o
jurídicos. Mantenga una visión
optimista del futuro.
10. Póngase en contacto con otros
cuidadores. En Internet podrá
conseguir información valiosa para
los cuidados de estos enfermos,
así como intercambiar opiniones
con otros cuidadores.
FUENTE: www.alzheimer-online.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario