Capítulo Aragua

miércoles, 14 de marzo de 2018

Alimentación robusta, anciano robusto. Cómo evitar la fragilidad.

Cuando se habla de adulto mayor, muchas veces viene a nuestra mente la idea de Fragilidad. Es decir, una persona vulnerable. Alguien que se encuentra en un umbral estrecho entre autonomía y dependencia. Pensamos en una persona que puede sufrir una pérdida abrupta de estructura y caminar rápidamente hacia una fatalidad.
Esta imagen es equivocada y corresponde sólo al final de un proceso de envejecimiento fracasado. No es lo que buscamos cuando optamos a lo largo de la vida por una alimentación sana, ejercicios físicos regulares y estilo de vida favorable al envejecimiento sano.
Algunos individuos mayores se vuelven más frágiles a lo largo del proceso de envejecimiento.
Fragilidad se entiende como " el resultado de cambios biológicos y fisiológicos asociados con el envejecimiento como un resultado de una o varias enfermedades" .
Pero ¿por qué es interesante clasificar al paciente frágil? Porque en caso de una enfermedad, tienden a tomar más tiempo para volver a su patrón funcional. En virtud de mayor velocidad de pérdida muscular, mayor estado pro-inflamatorio y pro-trombótico estas personas tienen mayor dificultad de recuperación. La fragilidad predice incapacidad, morbilidad y mortalidad en ancianos. Es un estado de pre-incapacidad y es reversible.
Clínicamente, puede ser diagnosticada por los siguientes criterios:
Pérdida de peso no intencional: mayor de 4,5 kg o superior al 5% del peso corporal en el último año.
Disminución de la fuerza de asimiento palmar, medida con dinamómetro y ajustada para género e índice de masa corporal (IMC).
Disminuir la velocidad de marcha en segundos.
Extracción a las quejas: "siento que hago todas mis actividades con mucho esfuerzo" y / o "no puedo continuar mis actividades".
Bajo nivel de actividad física medida por el gasto semanal de energía en kcal (con base en el autorrelato de las actividades y ejercicios físicos específicos realizados) y ajustada según el género.
Los individuos con tres o más criterios conocido se identifican como frágil . Los que tienen uno o dos criterios se clasifican como pre-frágil . Ninguno conocido criterios clasifica los ancianos como robusta .
Y lo que la Nutrición puede hacer para mantener al anciano fuera del Estado de Fragilidad? Orientar para un buen estado nutricional (en el que el anciano logra mantener su salud física, funcional y metabólica). Cuando sea necesario, indicar el uso de suplementos de macro o micronutrientes (siempre que el anciano no logre el aporte necesario de nutrientes y calorías sólo de la alimentación, por cuestiones que siempre deben ser acompañadas por profesional habilitado) para reducir el riesgo de desarrollar fragilidad.
En el caso del anciano frágil, la corrección de las deficiencias alimentarias, tanto de macro como de micronutrientes, aliada a la práctica de ejercicio físico, revierte el cuadro de fragilidad, alejándolo de una situación de incapacidad y mejorando el pronóstico en casos de infección, deshidratación , caída, internación hospitalaria, entre otros.
Si el viejo no muestra ningún interés en los alimentos, saber que se puede sentir menos sabor.
Para una orientación personalizada, busque siempre acompañamiento de un profesional nutricionista. Para un enfoque más especializado, busque una nutricionista hospitalaria. Es un profesional que tiene mucho que ofrecer al adulto mayor y que no suele formar parte del equipo de salud en la atención a esta población.
Fuente: Portal do Idosos https://idosos.com.br/alimentacao-robusta-idoso-robusto/

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