Capítulo Aragua

lunes, 7 de julio de 2014

Locura ordinaria ... El olvido

LOCURA ORDINARIA

El olvido

El olvido es mirar para otro lado, cuando frente a nosotros hay un problema que duele mirar y afrontar.
El olvido tiene dientes de aire para morder aquello que nos hace respirar. El olvido tiene lengua de silencio para hacernos callar en todos los idiomas. El olvido es no recordar la voz de los abuelos, ni la sonrisa de los padres, ni el nombre de los hijos. El olvido es una barca varada en el desierto.
Según estudios recientes, hay más de veintiséis millones de afectados por el Alzheimer en el mundo, aunque es muy posible que la cifra sea mucho mayor, pues los varemos de estudio y de diagnóstico son aún inseguros. Una enfermedad, un mal o una demencia, según las tres acepciones más comunes, aplicables al deterioro neuronal y al trastorno cognitivo que sufren sus afectados, en su mayoría, ancianos de entre 70 y 85 años de edad.
El olvido vuelve grises al resto de los colores, abre ventanas a muros ciegos, pone barrotes al pensamiento y roba el norte a los mapas. El olvido está roto de preguntas sin respuestas y, peor aún, de respuestas sin preguntas. El olvido es una raíz que asfixia al árbol, un paso en el vacío, una palabra que no significa absolutamente nada.

XLOS SINTOMASx del Alzheimer fueron descubiertos en 1901, aunque hasta 1906 no se publican los estudios que lo definen por primera vez, firmados por Alois Alzheimer y Emil Kraepelin , dos psiquiatras alemanes especializados en neuropatologías. La enfermedad tardó algunas décadas en ser tratada como tal, por confusión directa de los síntomas de la vejez y los propios síntomas de los afectados. Se trata, por lo tanto, de una enfermedad moderna y en proceso de estudio aún.
El olvido es el veneno de una serpiente que vive dentro de nosotros mismos. El olvido confunde números y letras, entremezcla las páginas de los libros, borra el nombre y la forma de las cosas, prende fuego a los diarios y a las fotografías. El olvido es un niño que se extravía de la mano de sus padres en un país extranjero. El olvido es la cicatriz visible de una herida invisible.
El síntoma inicial del Alzheimer es la inhabilidad para adquirir nuevos recuerdos. Qué síntoma tan espantoso. Posteriormente, a medida que la enfermedad progresa, aparecen otros síntomas más palpables objetivamente, como la confusión espacial, los cambios del humor, los trastornos del lenguaje y la pérdida de memoria a largo plazo. Un menoscabo gradual de funciones neuronales que lleva a la muerte del paciente entre 7 y 14 años después de su aparición.
EL OLVIDO es un sillón vacío en el que permanece la sombra de alguien a quien amamos. El olvido es una lámpara de oscuridad en medio de la mañana. El olvido es una vía inexistente por la que corre un tren inexistente con destino a una estación inexistente; una vía que nos atraviesa el pensamiento, la imaginación y los deseos.
El Alzheimer es una enfermedad especialmente dura porque afecta a nuestros mayores, sin distinción de sexo, origen, clase social y estado de salud general. Además, es degenerativa, por lo que se hace más duro ver la regresión de la persona que la padece y la dependencia que adquiere a manos de otros, mayor con la evolución de sus fases.
El olvido es la sonrisa que no tiene motivos para sonreír. El olvido es la llama que al tocarla nos hiela. El olvido es la destrucción del mundo en el que habitamos, sin consciencia de ese mundo ni de esa destrucción. El olvido es no reconocer la propia mirada en el espejo. El olvido es una enfermedad que no duele a quienes la padecen, sino a quienes aman a quienes la padecen. Eso es el olvido.
En la actualidad se están estudiando vacunas preventivas contra el Alzheimer y distintos tratamientos de retraso de sus síntomas. No obstante, sigue siendo tratada como una enfermedad incurable, de la que se desconocen los motivos que la desencadenan, y cuyos estudios revelan que tenderá a aumentar cuantitativamente en los próximos años, pudiendo llegar a triplicarse el número de casos en 2050 con respecto a la actualidad.
El olvido es una enfermedad terrible. El Alzheimer es un olvido personal y global, que requiere de una consciencia personal y global para afrontarlo. Por eso es fundamental que la salud y su interés social sean priorizados dentro de nuestra escala de valores. Por eso es necesario y urgente destinar fondos a su estudio y dotar de una mejor calidad de vida a sus afectados. Por eso es ineludible actuar y no olvidar.
El olvido es una enfermedad terrible. El olvido es mirar para otro lado, cuando frente a nosotros hay un problema que duele mirar y afrontar.
Si nos olvidamos de los que olvidan, todos seremos enfermos de Alzheimer.

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