Capítulo Aragua

martes, 15 de julio de 2014

El Cuidador de Salud ... Escrito por Lorenzo Figallo Calzadilla

Martes, 15 de Julio de 2014 06:41
El Cuidador de Salud
Escrito por Lorenzo. Figallo Calzadilla

altCuidar es proteger y acompañar en alegrías y sufrimientos. Es insertarse en un proceso de comunicación caracterizado por diferentes formas de expresión

A Dilia y sus 90 años de vida
En principio esta persona es un miembro integral del equipo de salud. Es quien va a acompañar  en todo su trayecto al paciente, atendiendo sus particularidades e involucrándose en la cosmovisión del mismo. Implica que comprenda la complejidad biológica, psicológica, social, cultural, histórica, ambiental y espiritual de aquel a quien cuida. Debe ir viviendo y evaluando cada instante. Quien sufre una enfermedad siempre expresa una verdad acerca de su sentir, la cual el Cuidador debe captar, para transmitir una información fidedigna a familiares y equipo de salud comprometido.
Esta labor le convoca a centrarse absolutamente en la importancia y necesidades del otro, sin olvidarse de sí mismo como proveedor de bienestar. Debe desarrollar una especial empatía para entender a un ser humano que atraviesa por una situación difícil, la cual nunca hubiese querido padecer o vivir, y que dada la circunstancia, solicita en ese sentido,  un inmenso apoyo consciente o inconscientemente con el fin continuar adelante.
Cuidar es proteger y acompañar en alegrías y sufrimientos. Es insertarse en un proceso de comunicación caracterizado por diferentes formas de expresión: verbal, gestual, táctil, visual, olfativa.  Solicita mucha afectividad, no es un hacer mecánico. Sea cual sea el estado de la alteración de salud (leve, moderado o avanzado), la persona enferma está percibiendo todo el acercamiento que se produzca hacia ella o su entorno de relación. El cuerpo es sagrado y la aproximación tiene que ser de respeto. Esto invita a una autorevisión permanente de quien ejerce la actividad, debiendo siempre atender a los principios y valores universales de solidaridad y ética. La violencia en el trato debe quedar descartada, es inadmisible. Tanto la voz como los movimientos hacia el paciente exigen sutileza y calor humano.
El Cuidador debe estar al tanto del acontecer histórico del evento que origina la afección. Tiene que actualizarse permanentemente, es una tarea de la cotidianidad. Sugiere leer, escribir, conocer experiencias. Ir a jornadas, congresos, foros, seminarios, como asistente o ponente de experiencias y estudios realizados en el área. Reflexionar constantemente  acerca de los procesos de salud, enfermedad y muerte, como aspectos intrínsecos a la naturaleza humana  Hacer una bitácora en la cual se escriba el devenir es un requisito indispensable. Una palabra o actitud descubierta ayudará al paciente en el campo de su rehabilitación, pero también, a la ciencia en general, quizás esa novedad hallada sea un aporte para ayudar a otros seres humanos.
Este quehacer requiere pasearse por la literatura, poesía, cuentos, historias, novelas, pintura, teatro. Entender la musicoterapia y el valor de la canción. Introducirse en el ejercicio físico, el caminar y sus efectos en el cuerpo-mente.  Valorar la meditación y relajación. La alimentación con su balance nutricional, el placer que produce el comer, e igualmente como proceso terapéutico de evocación de la memoria, permitiendo traer recuerdos de aspectos culturales e historia personal útiles como terapia de orientación a la realidad. Insertarse en el entorno ambiental: flora, fauna, geografía. Asesorarse siempre sobre teología, espiritualidad. Conocer acerca de la oración y aquellas acciones de amor que han impactado positivamente a la vida en cualquier parte del mundo. Considerar a las mascotas como coadyuvantes. En fin, es adentrarse en las profundidades  del ser universal, acercarse a esa fibra íntima de lo humano y su humanidad, para ofrecer bienestar integral. Lo científico y el arte van de la mano en una relación armoniosa con la idea única de beneficiar al paciente.
Por ser este trabajo exigente en demasía, el Cuidador debe atenderse, dedicarse a sí mismo, disfrutar del tiempo libre, supervisar su propio estado de salud, encontrar espacios de distracción, serenidad y recreación. Solamente así, podrá llevar honestamente calidad a otro ser. Cabe recordar, que si se está en tensión o agotado el paciente lo captará inmediatamente pudiendo afectarlo negativamente. El descanso es básico para desarrollo personal en el ámbito emocional, físico e intelectual.
Ser Cuidador de Salud, implica percibir a la otredad desde una perspectiva integral. Exige la puesta en práctica de la fraternidad.  Dado que el Cuidador se inserta en el mundo íntimo y sus circunstancias existenciales más profundas, todo aprendizaje obtenido en este campo, podría contribuir con una mejor interpretación del binomio salud-enfermedad. De igual manera, siendo esencialmente una actividad imbricada con el otro y sus necesidades, tiene capacidad  de cooperar con el diseño de programas que promuevan una educación basada en los valores de la solidaridad social. Como escribió Miguel Zúñiga Cisneros: “el sentimiento de solidaridad es una característica del alma humana”.

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