Los beneficios de la caminata nórdica
El ejercicio físico es clave para mantener la buena salud y no tiene porqué ser demasiado intenso para que comiences a notar los beneficios. Caminar, por ejemplo, puede ser suficiente. Y si de caminar se trata, la caminata nórdica parece ser una actividad que potencia esos beneficios. Sigue leyendo y descubre los beneficios de la caminata nórdica, en especial para quienes sufren insuficiencia cardíaca.
Hay formas y formas de caminar: apurado hacia una reunión de trabajo, tranquilo mirando vitrinas, con amigos o con los niños disfrutando del paisaje en un día libre, con zapatos de tacón, con botas de lluvia o con unas cómodas zapatillas o tenis.
Caminar puede resultar uno de los ejercicios aeróbicos más cómodos y sencillos de practicar, ya que con un buen par de zapatillas y ropa cómoda es suficiente. Sólo hay que elegir el lugar de preferencia, y listo. Este ejercicio se adapta a cualquier persona: niños, adultos y hasta quienes sufren o han tenido problemas del corazón.
Como decíamos antes, hay formas y formas de caminar. Entre ellas, un estilo que se está difundiendo cada vez más son las denominadas caminatas nórdicas que, para decirlo en pocas palabras, además de la ropa cómoda y las zapatillas apropiadas para el ejercicio, utilizan un par de bastones especiales para las manos (distintos a los de trecking), que ayudan a ejercitar los brazos junto con las piernas.
Quienes se han incorporado a la práctica de este tipo de caminata, caminan con bastones especiales moviendo los brazos hacia adelante alternadamente, imitando los movimientos del esquí de fondo y, de ese modo, logran mover hasta el 90 por ciento de los músculos del cuerpo.
Motivados por la popularidad que está adquiriendo la caminata nórdica en Europa y en otros países de América, un grupo de investigadores de Polonia se dedicó a estudiar los efectos de este ejercicio aeróbico sobre la salud del corazón, en comparación con las caminatas tradicionales que no requieren bastones.
Para ello, analizaron a doce personas que sufrían insuficiencia cardiaca y encontraron que la caminata nórdica les permitió aumentar la intensidad del ejercicio y obtener beneficios adicionales para el corazón y para los pulmones, con respecto a las caminatas normales.
Estos hallazgos, que fueron presentados en el Congreso de Insuficiencia Cardíaca de la Asociación de Insuficiencia Cardíaca de la Sociedad Europea de Cardiología (que este año se hizo en mayo en Belgrado, en Serbia), presentan a la caminata nórdica como una actividad segura para incluir en los programas de rehabilitación cardíaca para pacientes con insuficiencia cardíaca.
La insuficiencia cardíaca crónica se produce porque el corazón no puede bombear suficiente sangre a todo el cuerpo, lo que puede provocar acumulación de sangre y líquidos en los pulmones, retención de líquido en los pies, en los tobillos y en las piernas (llamado edema), cansancio y falta de aire, entre otras molestias.
Para esos casos, existen estudios que avalan cómo el ejercicio físico ayuda a recuperarse y a mantener la salud del corazón, aunque antes de comenzar cualquier actividad es necesario que le consultes a tu médico qué cuidados particulares debes tener de acuerdo a tu condición específica.
Y si no estás en rehabilitación pero quieres mantener una buena salud del corazón, algunas investigaciones recomiendan tres horas semanales de ejercicio. Todo tipo de actividad física siempre es saludable, pero las caminatas en particular no sólo han demostrado ser buenas para el corazón sino también para la memoria y para prevenir derrames cerebrales.
Ya lo sabes: a caminar y si es posible, estilo nórdico.
Imágen © iStockphoto.com / Kamil Macniak
Hay formas y formas de caminar: apurado hacia una reunión de trabajo, tranquilo mirando vitrinas, con amigos o con los niños disfrutando del paisaje en un día libre, con zapatos de tacón, con botas de lluvia o con unas cómodas zapatillas o tenis.
Caminar puede resultar uno de los ejercicios aeróbicos más cómodos y sencillos de practicar, ya que con un buen par de zapatillas y ropa cómoda es suficiente. Sólo hay que elegir el lugar de preferencia, y listo. Este ejercicio se adapta a cualquier persona: niños, adultos y hasta quienes sufren o han tenido problemas del corazón.
Como decíamos antes, hay formas y formas de caminar. Entre ellas, un estilo que se está difundiendo cada vez más son las denominadas caminatas nórdicas que, para decirlo en pocas palabras, además de la ropa cómoda y las zapatillas apropiadas para el ejercicio, utilizan un par de bastones especiales para las manos (distintos a los de trecking), que ayudan a ejercitar los brazos junto con las piernas.
Quienes se han incorporado a la práctica de este tipo de caminata, caminan con bastones especiales moviendo los brazos hacia adelante alternadamente, imitando los movimientos del esquí de fondo y, de ese modo, logran mover hasta el 90 por ciento de los músculos del cuerpo.
Motivados por la popularidad que está adquiriendo la caminata nórdica en Europa y en otros países de América, un grupo de investigadores de Polonia se dedicó a estudiar los efectos de este ejercicio aeróbico sobre la salud del corazón, en comparación con las caminatas tradicionales que no requieren bastones.
Para ello, analizaron a doce personas que sufrían insuficiencia cardiaca y encontraron que la caminata nórdica les permitió aumentar la intensidad del ejercicio y obtener beneficios adicionales para el corazón y para los pulmones, con respecto a las caminatas normales.
Estos hallazgos, que fueron presentados en el Congreso de Insuficiencia Cardíaca de la Asociación de Insuficiencia Cardíaca de la Sociedad Europea de Cardiología (que este año se hizo en mayo en Belgrado, en Serbia), presentan a la caminata nórdica como una actividad segura para incluir en los programas de rehabilitación cardíaca para pacientes con insuficiencia cardíaca.
La insuficiencia cardíaca crónica se produce porque el corazón no puede bombear suficiente sangre a todo el cuerpo, lo que puede provocar acumulación de sangre y líquidos en los pulmones, retención de líquido en los pies, en los tobillos y en las piernas (llamado edema), cansancio y falta de aire, entre otras molestias.
Para esos casos, existen estudios que avalan cómo el ejercicio físico ayuda a recuperarse y a mantener la salud del corazón, aunque antes de comenzar cualquier actividad es necesario que le consultes a tu médico qué cuidados particulares debes tener de acuerdo a tu condición específica.
Y si no estás en rehabilitación pero quieres mantener una buena salud del corazón, algunas investigaciones recomiendan tres horas semanales de ejercicio. Todo tipo de actividad física siempre es saludable, pero las caminatas en particular no sólo han demostrado ser buenas para el corazón sino también para la memoria y para prevenir derrames cerebrales.
Ya lo sabes: a caminar y si es posible, estilo nórdico.
Imágen © iStockphoto.com / Kamil Macniak
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