El tratamiento actual contra el alzheimer sólo es paliativo y eficaz en la mitad
de los pacientes
Alberto Vigario madrid.
El tratamiento actual disponible para los enfermos de alzheimer es únicamente
paliativo y tiene eficacia en la mitad de los pacientes, según aseguró Javier
Sáez Valero, investigador del Instituto de Neurociencias de Alicante,
CSIC-Universidad Miguel Hernández y CIBERNED, durante el seminario sobre
alzheimer y redes sociales organizado por el Instituto Roche.
"Los fármacos actuales para el alzheimer son paliativos, es decir, no
curan ni detienen la enfermedad, pero fortalecen la memoria. De todas
formas, después de 6 meses o un año, dejan de tener eficacia y hay que
cambiarlos", añadió el científico.
Con todo, el reciente avance en el conocimiento molecular de los
eventos que acontecen en el cerebro de enfermos de Alzheimer ha supuesto en los
últimos quince años un importante re-diseño de las estrategias terapéuticas
en desarrollo. Y es que, según Javier Sáez Valero, "tras pasar años
caracterizando placas amiloides y ovillos neurofibrilares hemos entendido que
los verdaderos efectores patológicos son la proteína beta-amiloide (Aβ) y el tau
anormalmente fosforilado (el P-tau)".
Por eso, en estos momentos la investigación en este ámbito se está volcando
en identificar los mecanismos relacionados con su procesamiento en
condiciones normales y patológicas, lo que nos acerca a la etiopatogenia de la
enfermedad. Tal y como apunta este investigador, "nos queda por determinar cuál
es el origen del malfuncionamiento o desregulación de los mecanismos de
procesamiento y modulación de los efectores esenciales del Alzheimer (el péptido
Aβ y la proteína citoesquelética tau), así como la relación entre estas dos vías
aparentemente independientes".
Lo cierto es que comprender la relación entre ambos efectores, el Aβ y el
tau, y de los mismos con los sistemas cerebrales mayormente afectados en el
Alzheimer, sigue siendo una asignatura pendiente pero clave a la hora de
desarrollar una correcta terapia, que más allá de paliar los síntomas aborde la
cura o el enlentecimiento en la progresión del daño cerebral y la subsecuente
demencia.
Lo que actualmente se acepta ya como un hecho incuestionable es que la
proteína Bamiloide tiene un papel central en el desarrollo del proceso
patológico. El desequilibrio entre su producción y eliminación, la agregación,
el depósito y acumulación en exceso se consideran desencadenantes de este
proceso. En este sentido, el control de la 'cascada amiloide' ha propiciado
el desarrollo de estrategias terapéuticas dirigidas a esta diana.
El objetivo, como apunta por su parte el doctor Agustín Ruiz, director de
Investigación de la Fundación ACE, es "restaurar el equilibrio de este
complejo sistema molecular y detener o retrasar el proceso neurodegenerativo
cuando el daño cerebral sea escaso y los síntomas inexistentes o muy leves, para
conseguir que el paciente mantenga su autonomía el mayor tiempo posible".
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