Diagnóstico
No es una enfermedad de fácil diagnóstico y en un primer momento éste se hace por eliminación, realizando múltiples pruebas.
Reúnen antecedentes detallados sobre los pacientes, incluyendo:
- Una descripción de cómo y cuándo comenzaron los síntomas
- Una descripción del paciente y del trastorno médico, incluyendo antecedentes generales familiares
- Una evaluación del estado emocional del paciente y de su medio ambiente
Reciben información a través de los miembros de la familia o de los amigos íntimos:
Las personas cercanas al paciente pueden brindar información valiosa sobre cómo ha cambiado su comportamiento y su personalidad; muchas veces, la familia y los amigos saben que algo anda mal aun antes de que los cambios sean evidentes en las pruebas de diagnóstico.
Realizan exámenes físicos y neurológicos y pruebas de laboratorio:
Los exámenes de sangre y otras pruebas médicas ayudan a determinar el funcionamiento neurológico y a identificar las causas de la demencia no relacionada con el Alzheimer.
Realizan una tomograf ía computarizada (CT) o una prueba de imágenes por resonancia magnética (MRI):
Los exámenes cerebrales como éstos pueden detectar accidentes cerebrovasculares o tumores, o pueden revelar cambios en la estructura y en el funcionamiento del cerebro que indican el desarrollo de Alzheimer precoz.
Realizan una prueba neuropsicológica:
Las pruebas de Preguntas y Respuestas o las tareas de otro tipo que miden la memoria, las aptitudes del lenguaje, la capacidad de hacer ejercicios matemáticos y las capacidades de otro tipo relacionadas al funcionamiento cerebral, indican la clase de cambios cognitivos que ocurren en el cerebro.
Criterios para determinar una “probable” enfermedad de Alzheimer
Dado que no existe ninguna prueba biológica sencilla y confiable para diagnosticar Alzheimer, el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares y la Asociación de Alzheimer han establecido criterios para ayudar a los médicos a diagnosticar Alzheimer. Estos criterios también ayudan a los médicos a distinguir entre las formas de Alzheimer y otros tipos de demencias. La enfermedad de Alzheimer “probable” se determina cuando una persona tiene:
- Demencia confirmada mediante un examen clínico y neuropsicológico.
- Problemas en al menos dos áreas del funcionamiento mental.
- Empeoramiento progresivo de la memoria y de otra función mental.
- Ningún trastorno de la conciencia (no existen períodos en blanco).
- Comienzo de los síntomas entre los 40 y los 90 años de edad.
- Ninguna otra enfermedad que pudiera incluir demencia.
- A medida que envejecen, algunas personas desarrollan un déficit de memoria mayor de lo que se espera para su edad. Sin embargo, otros aspectos de la función cognitiva no son afectados, de manera que estas personas no satisfacen todos los criterios establecidos en el diagnóstico de Alzheimer. Por lo tanto, se dice que tienen una “deficiencia cognitiva leve” (MCI, por su sigla en inglés). Cerca del 40 por ciento de estos individuos desarrollarán Alzheimer en un período de 3 años. Otros, sin embargo, no desarrollarán la enfermedad, al menos en el plazo estudiado hasta ahora (hasta aproximadamente 6 años). La comprensión de las características y el desarrollo de MCI es esencial para ayudar a los médicos a diagnosticar las fases iniciales del Alzheimer.
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