Los científicos ensayan con posibles terapias en 
personas que aún no presentan muchos síntomas del mal de Alzheimer, antes de que 
gran parte de su cerebro esté destruido: un cambio fundamental en la forma en 
que los especialistas suelen prevenir la devastación que causa la 
enfermedad.
 
El intento más ambicioso hasta la fecha es un 
estudio internacional anunciado este martes, el cual dará seguimiento a un 
fármaco experimental para determinar si puede detener la enfermedad en personas 
que se ven saludables pero que tienen una predisposición genética a sufrir un 
tipo de Alzheimer del que ya hay antecedentes en su familia.
Si es así, sería una evidencia esperanzadora de 
que tal vez el Alzheimer más común también es prevenible.
Un segundo estudio analizará si un aerosol nasal 
que envía insulina al cerebro ayuda a la gente con problemas tempranos de 
memoria, con base en otra investigación que vincula la diabetes con un aumento 
en el riesgo de sufrir el mal de Alzheimer.
El nuevo enfoque surge en momentos en que el 
gobierno del presidente Barack Obama adopta la primera estrategia nacional para 
combatir la epidemia del Alzheimer, la cual se está extendiendo. El plan busca 
tener tratamientos efectivos para 2025.
"Estamos en un momento excepcional" con más 
descubrimientos importantes sobre el Alzheimer en los últimos meses que en los 
años recientes, dijo este martes el doctor Francis Collins, director de los 
Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, una reunión esta semana de los 
principales científicos especializados en esta enfermedad en el mundo dejó en 
claro que alcanzar el plazo de 2025 requerirá desarrollar una mezcla de 
tratamientos para combatir las distintas formas en que el Alzheimer daña el 
cerebro, de la misma manera que se administra una combinación de fármacos para 
tratar la hipertensión o el virus del sida.
Tal vez aún más importante, requerirá probar 
posibles fármacos antes de que el Alzheimer ataque con toda su fuerza, cuando 
sería demasiado tarde como para lograr mucho.
Después de todo, el Alzheimer comienza a destruir 
el cerebro al menos una década antes de que se presenten los problemas de 
memoria, y los doctores no aguardan a los peores síntomas antes de atender las 
enfermedades cardíacas, el cáncer o la diabetes, subrayó la doctora Reisa 
Sperling, de la Facultad de Medicina de Harvard.
"Una vez que parte el tren de la estación de la 
degeneración, podría ser demasiado tarde para tratar de detenerlo", dijo 
Sperling. "Necesitamos definir el margen crucial para la intervención".
Las terapias futuras están lejos de ser la única 
meta del primer Plan Nacional Contra el Alzheimer. Es un enfoque con dos ramas, 
que también promete proporcionar mejor apoyo para las acongojadas familias a lo 
largo del camino.
"Se necesita hacer mucho más y se requiere 
hacerlo ahora, porque la gente con el mal de Alzheimer y sus seres queridos y 
las personas que los atienden necesitan ayuda ahora", dijo Kathleen Sebelius, la 
secretaria de Salud y Servicios Humanos, al anunciar el plan.
Entre los primeros pasos está un nuevo sitio en 
internet, en la dirección www.alzheimers.gov, que Sebelius consideró es muy 
completo para las familias y ofrece información fácil de entender sobre la 
demencia, así como vínculos a recursos en sus propias comunidades.
El gobierno ofrecerá entrenamiento gratuito para 
los doctores y otro personal de salud sobre cómo detectar los indicios tempranos 
del Alzheimer y atender a esos pacientes.
A mediados de año se lanzará una campaña para 
mejorar la consciencia de la ciudadanía en torno al Alzheimer, importante para 
disminuir el estigma que ayuda a azuzar que el mal se diagnostique en forma 
tardía y el aislamiento que sienten muchas familias afectadas.
No hay una cura. Los 5 medicamentos disponibles 
en el mercado sólo disminuyen algunos síntomas en forma temporal.
Mientras tanto, hay pasos para proteger el 
cerebro, que cualquiera puede realizar y que podrían ser útiles, dijo el doctor 
Carl Cotman de la Universidad de California en Irvine, durante la reunión de 
este martes de los NIH.
Las recomendaciones son:
—El cerebro es como un músculo, por lo que hay 
que ejercitarlo. La estimulación intelectual y social ayudan a construir lo que 
se llama "reserva cognitiva": la capacidad de resistir los declives causados por 
el envejecimiento y la demencia.
—Hacer ejercicio físico también es crucial. Las 
arterias obstruidas disminuyen el flujo de sangre al cerebro y la gente que es 
menos activa a la mitad de la vida tiene más riesgo de padecer Alzheimer cuando 
envejece.
—Y no hay que olvidar la dieta, agregó. Los 
mismos alimentos que son saludables para el corazón lo son para el cerebro, como 
los ácidos grasos omega 3 que se encuentran en los peces.
Diario El Siglo
 
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