Posted: 29 Feb 2012 07:00 AM PST
NUEVA YORK (Reuters Health) – Una revisión de la literatura demuestra que un conjunto de actividades grupales diseñado para estimular el pensamiento, la conversación y la memoria mejoraría la función cognitiva de las personas con demencia leve o moderada.
“Es una buena noticia para la especialidad”, opinó Robert Winningham, profesor de la University of Western Oregon, que no participó del la revisión.
“Demuestra que las personas que trabajan en la atención de la memoria en comunidades, hogares u otras instituciones pueden mejorar la función cognitiva y tienen que utilizar este tipo de intervenciones”, agregó.
La estimulación cognitiva, como se llama esta terapia, incluye actividades grupales estructuradas, generalmente una o más veces por semana, durante por lo menos un mes. Todas las actividades están diseñadas para que los participantes utilicen la cabeza.
El autor principal, Bob Woods, profesor de la Universidad de Bangor, en el Reino Unido, comentó que la estimulación cognitiva es considerada positiva para las personas con demencia.
Con su equipo del University College de Londres reunió los resultados de 15 estudios sobre los efectos de la estimulación cognitiva versus ninguna intervención en personas con demencia leve o moderada. Los estudios incluyeron a un total de 718 personas.
Las sesiones de estimulación duraron entre 30 y 90 minutos; los participantes se reunían cinco veces por semana. Los estudios duraron entre un mes y dos años. Al final de los estudios, los investigadores les habían realizado evaluaciones de la función cognitiva.
Los grupos tratados con estimulación cognitiva rindieron uno o dos puntos mejor que el resto de los participantes, según revelaron los test de entre cero y 30 puntos hasta cero y 70 puntos.
Para Woods, el efecto fue bastante reducido, pero alentador. Explicó que las personas con demencia suelen retroceder varios puntos en esas escalas en sólo seis meses o un año.
De modo que uno o dos puntos de mejoría sin tratamiento significa que la demencia, por lo menos en cuanto a las habilidades mentales, se estabilizó o no avanzó.
ALGUNOS RESULTADOS DESALENTADORES
En cambio, la estimulación cognitiva no mejoró otras habilidades cotidianas.
“Con honestidad, eso es desalentador. Las actividades cotidianas incluyen la capacidad de autocuidado o de hacer las compras. Tenemos que encontrar cómo mejorarlas porque es lo que les permitirá a estos pacientes conservar la independencia y reducir los costos de salud”, dijo Winningham.
El experto consideró que las ganancias mentales son importantes y que los encargados de las actividades de las instituciones de cuidados deberían saber que la estimulación cognitiva es una buena inversión.
“Es una forma muy económica de mejorar la función cognitiva, comparada con los tratamientos farmacológicos que eran la única opción efectiva disponible cuando se realizaron estos estudios”, precisó.
Woods comentó que la mayoría de los estudios habían incluido intervenciones grupales y dijo que le gustaría comprobar si las sesiones individuales, quizás a cargo de un familiar, tendrían los mismos resultados.
“Espero que algunos nietos quieran intentarlo con sus abuelos con demencia”, sostuvo.
En el estudio, publicado en Cochrane Collaboration, algunos autores declararon haber cobrado a cambio de sesiones de entrenamiento y la elaboración de manuales sobre estimulación cognitiva.
FUENTE: Cochrane Database of Systematic Reviews, febrero del 2012
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