Como entender el Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer consiste en el atrofio y pérdida de neuronas y del proceso de comunicación en la corteza cerebral. Actualmente se asocia con la demencia senil y es uno de los padecimientos más frecuentes en los ancianos. Se trata de un trastorno severo de progreso lento pero sin cura, hasta los momentos.
Cuando un médico diagnostica Alzheimer, muchas veces los familiares entienden que el familiar se volvió un viejo loco, pero realmente hay mucho más detrás de todo esto.
El Alzheimer ataca en el 90% de los casos a personas mayores de 60 años, pero también ha habido casos de personas de menos edad. De hecho, el primer caso se descubrió en 1906 a una mujer de 51 años llamada Augusta D, quien presentó las fases de pérdida de la memoria, alucinación, desorientación y muerte.
Es curioso que se observe que comúnmente el enfermo no muere debido a la enfermedad, sino a factores relacionados con el cuidado del paciente como infecciones, úlceras o inanición.
Lo que sí se sabe es que es una enfermedad progresiva que daña poco a poco partes del cerebro, disminuyendo su peso y volumen. Actualmente se han hecho estudios de cerebros de personas fallecidas y se ha determinado que presentan lesiones cerebrales que constan de acumulaciones de fibras que sustituyen las neuronas y de otras proteínas, no obstante, se desconoce el papel de estas neurofibrillas para el desarrollo de la enfermedad.
La bioquímica dice que la enfermedad está asociada a acumulación de proteínas que se doblan en el cerebro de una forma anormal. Aparentemente esas proteínas son las responsables del crecimiento y sobrevivencia de las neuronas. También existe una disminución de los niveles de acetilcolina, una sustancia vital para el aprendizaje y la memoria.
Por esta razón, si las neuronas se van dañando o hay una mala transmisión de información entre éstas, los recuerdos dejan de fijarse y se pierde la capacidad de almacenar nuevas cosas en el cerebro.
Este tipo de demencia comienza con una pérdida de memoria a corto plazo y culmina con la eliminación total de los recuerdos y la muerte. Se asocian muchas causas, pero realmente no se tiene un origen específico que se pueda atacar.
Ninguna teoría es excluyente. Se tiene el temor de que esta enfermedad sea hereditaria porque se dice que hay genes que pueden influir como un factor de riesgo.
Cuando un médico diagnostica Alzheimer, muchas veces los familiares entienden que el familiar se volvió un viejo loco, pero realmente hay mucho más detrás de todo esto.
Es curioso que se observe que comúnmente el enfermo no muere debido a la enfermedad, sino a factores relacionados con el cuidado del paciente como infecciones, úlceras o inanición.
Lo que sí se sabe es que es una enfermedad progresiva que daña poco a poco partes del cerebro, disminuyendo su peso y volumen. Actualmente se han hecho estudios de cerebros de personas fallecidas y se ha determinado que presentan lesiones cerebrales que constan de acumulaciones de fibras que sustituyen las neuronas y de otras proteínas, no obstante, se desconoce el papel de estas neurofibrillas para el desarrollo de la enfermedad.
La bioquímica dice que la enfermedad está asociada a acumulación de proteínas que se doblan en el cerebro de una forma anormal. Aparentemente esas proteínas son las responsables del crecimiento y sobrevivencia de las neuronas. También existe una disminución de los niveles de acetilcolina, una sustancia vital para el aprendizaje y la memoria.
Por esta razón, si las neuronas se van dañando o hay una mala transmisión de información entre éstas, los recuerdos dejan de fijarse y se pierde la capacidad de almacenar nuevas cosas en el cerebro.
Ninguna teoría es excluyente. Se tiene el temor de que esta enfermedad sea hereditaria porque se dice que hay genes que pueden influir como un factor de riesgo.
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