Cuidador: ¿Qué hacer si se cae un enfermo de Alzheimer?
Cuidador: ¿Qué hacer si se cae un enfermo de Alzheimer?Contábamos el otro día en otro post consejos que se pueden poner en práctica para evitar las caídas de las personas que sufren Alzheimer. Decíamos que había diferentes causas que las podían provocar: la medicación, una mala iluminación, la deficiente protección en la cama, la no utilización de bastón y un largo etc. Pero si llega el momento en el que el enfermo se cae, ¿qué cuidados debemos proporcionar?
Te contamos los consejos que nos da el libro ‘Cuadernos prácticos sobre la enfermedad del Azheimer ‘, editado por la Obra Social Caja Madrid y la Asociación Afal Contigo .
En primer lugar, no ponernos nerviosos, evitando gritarle para no desorientarle ni asustarle más de lo que ya está. Posteriormente y antes de levantarle, tranquilizarle hablándole suavemente y realizar una pequeña valoración básica.
Esta puede consistir en observar si existen deformidades en las extremidades superiores e inferiores, buscando acortamientos (una pierna está más corta que la otra: indicativo de posible fractura de férmur o cadera).
No está de más buscar heridas y contusiones, palpando de abajo arriba cada zona corporal. Le diremos que flexione las piernas y brazos para valorar su movilidad o impotencia funcional.
Cuando hemos observado que no existen lesiones aparentes, le diremos o le haremos (si el enfermo no puede colaborar) que flexione las piernas estando aún tumbado, y le incorporaremos cogiéndole bajo las axilas y llevándole a un sillón para tranquilizarle y disminuir su ansiedad.
r Inés Marichalar el 21 MarzContábamos el otro día en otro post consejos que se pueden poner en práctica para evitar las caídas de las personas que sufrencíamos que había diferentes causas que las podían provocar: la medicación, una mala iluminación, la deficiente protección en la cama, la no utilización de bastón y un largo etc. Pero si llega el momento en el que el enfermo se cae, ¿qué cuidados debemos proporcionar?
no desorientarle ni asustarle más de lo que ya está. Posteriormente y antes de levantarle, tranquilizarle hablándole suavemente y realizar una pequeña valoración básica.
Esta puede consistir en observar si existen deformidades en las extremidades superiores e inferiores, buscando acortamientos (una pierna está más corta que la otra: indicativo de posible fractura de férmur o cadera).
No está de más buscar heridas y contusiones, palpando de abajo arriba cada zona corporal. Le diremos que flexione las piernas y brazos para valorar su movilidad o impotencia funcional.
Cuando hemos observado que no existen lesiones aparentes, le diremos o le haremos (si el enfermo no puede colaborar) que flexione las piernas estando aún tumbado, y le incorporaremos cogiéndole bajo las axilas y llevándole a un sillón para tranquilizarle y disminuir su ansiedad.
Escrito por Inés Marichalar el 21 Marzo 2010
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