El riesgo de alzhéimer parece más alto si la madre tuvo la enfermedad
El riesgo de alzhéimer parece más alto si la madre tuvo la enfermedad
Los escáneres cerebrales de adultos sin demencia revelaron más atrofia en aquellos cuyas madres habían tenido la enfermedad
Por Jenifer Goodwin
Reportero de Healthday
LUNES, 28 de febrero (HealthDay News/HolaDoctor) — Un nuevo estudio añade más peso a la investigación que muestra que el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer es mayor si la madre, en lugar del padre, tuvo la enfermedad.
Los escáneres cerebrales de hijos adultos de personas con alzhéimer encontraron más encogimiento en regiones claves del cerebro de aquellos cuyas madres tenían la enfermedad que en los hijos de padres con alzhéimer, según los investigadores. El encogimiento del cerebro es una característica de este trastorno relacionado con la edad.
“Coincide con otros estudios que sugieren que hay algo que se hereda de las madres que influye más en el riesgo que cuando se transmite de padres a hijos”, apuntó el autor principal del estudio, el Dr. Jeffrey Burns, profesor asociado de neurología del Centro Médico de la Universidad de Kansas.
La enfermedad de Alzheimer tiene un fuerte componente hereditario, de acuerdo con la información de respaldo del estudio. Aquellos cuyos padres tenían la enfermedad eran entre 4 y 10 veces más propensos a desarrollar la enfermedad.
En el estudio, los investigadores crearon tres mapas dimensionales, usando la tecnología conocida como morfometría basada en vóxel, de los cerebros de 53 personas de 60 años en adelante. Once tenían una madre con alzhéimer, diez un padre con alzhéimer y el resto no tenía historial familiar de la enfermedad.
Ninguno de los participantes tenían demencia cuando fueron reclutados para el estudio ni presentaban signos de declive cognitivo, que puede ser un indicador precoz de la enfermedad, señalaron los investigadores.
Luego de dos años, las personas cuyas madres tenían alzhéimer tenían el doble de la cantidad de materia gris atrofiada, o encogida, en las regiones cerebrales afectadas por el alzhéimer en comparación con los que tenían un historial paterno o ningún antecedente familiar de la enfermedad. Entre las regiones afectadas se encontraban la circunvolución del hipocampo y el precuneo.
Los que tenían un historial materno de alzhéimer también experimentaban entre una y media veces más pérdida del volumen total del cerebro al año en comparación con aquellos que tenían un historial paterno o sin antecedentes familiares de la enfermedad.
El estudio aparece en la edición del 1 de marzo de Neurology.
Una pequeña cantidad de encogimiento cerebral con cada año que pasa es común entre los adultos mayores y no es necesariamente un signo de la enfermedad de Alzheimer, apuntó Burns.
Sin embargo, con la enfermedad de Alzheimer, la atrofia ocurre mucho más rápido.
Los investigadores no saben qué es lo que se hereda de las madres relacionado con el alzhéimer, pero teorizan que puede tener algo que ver con la disfunción mitocondrial. Las mitocondrias, que generan la energía que utilizan las células para funcionar, sólo se heredan de la madre.
Investigaciones anteriores han relacionado los problemas mitocondriales y la enfermedad de Alzheimer, explicó Burns.
“Esto sugiere que la disfunción mitocondrial puede tener más que ver con la enfermedad de Alzheimer de lo que creíamos previamente”, apuntó.
El Dr. Steven DeKosky, profesor de neurología de la Facultad de medicina de la Universidad de Virginia, dijo que muy pocos individuos participaron en el estudio para sacar una conclusión. Se necesitan estudios más grandes para confirmar los hallazgos, destacó. Además, los investigadores no evaluaron las proteínas específicas asociadas con la enfermedad de Alzheimer, como las que se encuentran en el líquido cefalorraquídeo.
Si hubiesen evaluado los marcadores de estas proteínas hubieran podido confirmar si la atrofia se debía a la enfermedad de Alzheimer, apuntó DeKosky.
“Yo sería muy cauteloso al sacar alguna conclusión firme acerca de la genética a partir de este estudio”, señaló DeKosky.
“Probablemente han identificado casos de enfermedad de Alzheimer que son presintomáticos, habría que estudiar un mayor número de casos, tal vez más característicos, para ver si la diferencia entre hombres y mujeres se mantiene”, agregó.
Debido a que los estadounidenses ahora viven más, los casos de la enfermedad de Alzheimer aumentarán en Estados Unidos. Para 2030, se calcula que el 20 por ciento de la población total de EE. UU. tendrá este trastorno, según la Asociación de la Enfermedad del Alzheimer.
healthfinder.gov
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Por Jenifer Goodwin
Reportero de Healthday
LUNES, 28 de febrero (HealthDay News/HolaDoctor) — Un nuevo estudio añade más peso a la investigación que muestra que el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer es mayor si la madre, en lugar del padre, tuvo la enfermedad.
Los escáneres cerebrales de hijos adultos de personas con alzhéimer encontraron más encogimiento en regiones claves del cerebro de aquellos cuyas madres tenían la enfermedad que en los hijos de padres con alzhéimer, según los investigadores. El encogimiento del cerebro es una característica de este trastorno relacionado con la edad.
“Coincide con otros estudios que sugieren que hay algo que se hereda de las madres que influye más en el riesgo que cuando se transmite de padres a hijos”, apuntó el autor principal del estudio, el Dr. Jeffrey Burns, profesor asociado de neurología del Centro Médico de la Universidad de Kansas.
La enfermedad de Alzheimer tiene un fuerte componente hereditario, de acuerdo con la información de respaldo del estudio. Aquellos cuyos padres tenían la enfermedad eran entre 4 y 10 veces más propensos a desarrollar la enfermedad.
En el estudio, los investigadores crearon tres mapas dimensionales, usando la tecnología conocida como morfometría basada en vóxel, de los cerebros de 53 personas de 60 años en adelante. Once tenían una madre con alzhéimer, diez un padre con alzhéimer y el resto no tenía historial familiar de la enfermedad.
Ninguno de los participantes tenían demencia cuando fueron reclutados para el estudio ni presentaban signos de declive cognitivo, que puede ser un indicador precoz de la enfermedad, señalaron los investigadores.
Luego de dos años, las personas cuyas madres tenían alzhéimer tenían el doble de la cantidad de materia gris atrofiada, o encogida, en las regiones cerebrales afectadas por el alzhéimer en comparación con los que tenían un historial paterno o ningún antecedente familiar de la enfermedad. Entre las regiones afectadas se encontraban la circunvolución del hipocampo y el precuneo.
Los que tenían un historial materno de alzhéimer también experimentaban entre una y media veces más pérdida del volumen total del cerebro al año en comparación con aquellos que tenían un historial paterno o sin antecedentes familiares de la enfermedad.
El estudio aparece en la edición del 1 de marzo de Neurology.
Una pequeña cantidad de encogimiento cerebral con cada año que pasa es común entre los adultos mayores y no es necesariamente un signo de la enfermedad de Alzheimer, apuntó Burns.
Sin embargo, con la enfermedad de Alzheimer, la atrofia ocurre mucho más rápido.
Los investigadores no saben qué es lo que se hereda de las madres relacionado con el alzhéimer, pero teorizan que puede tener algo que ver con la disfunción mitocondrial. Las mitocondrias, que generan la energía que utilizan las células para funcionar, sólo se heredan de la madre.
Investigaciones anteriores han relacionado los problemas mitocondriales y la enfermedad de Alzheimer, explicó Burns.
“Esto sugiere que la disfunción mitocondrial puede tener más que ver con la enfermedad de Alzheimer de lo que creíamos previamente”, apuntó.
El Dr. Steven DeKosky, profesor de neurología de la Facultad de medicina de la Universidad de Virginia, dijo que muy pocos individuos participaron en el estudio para sacar una conclusión. Se necesitan estudios más grandes para confirmar los hallazgos, destacó. Además, los investigadores no evaluaron las proteínas específicas asociadas con la enfermedad de Alzheimer, como las que se encuentran en el líquido cefalorraquídeo.
Si hubiesen evaluado los marcadores de estas proteínas hubieran podido confirmar si la atrofia se debía a la enfermedad de Alzheimer, apuntó DeKosky.
“Yo sería muy cauteloso al sacar alguna conclusión firme acerca de la genética a partir de este estudio”, señaló DeKosky.
“Probablemente han identificado casos de enfermedad de Alzheimer que son presintomáticos, habría que estudiar un mayor número de casos, tal vez más característicos, para ver si la diferencia entre hombres y mujeres se mantiene”, agregó.
Debido a que los estadounidenses ahora viven más, los casos de la enfermedad de Alzheimer aumentarán en Estados Unidos. Para 2030, se calcula que el 20 por ciento de la población total de EE. UU. tendrá este trastorno, según la Asociación de la Enfermedad del Alzheimer.
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