SUCESOS | Una mujer de 53 años con depresión y Alzheimer
En libertad provisional los tres acusados de dejar morir a una familiar en Lugo
Ventana de la habitación donde se encontraba la mujer cuando falleció, en su casa de Lugo. | Eliseo Trigo- La mujer tenía 53 años y padecía alzhéimer y una posible demencia senil
- El marido, la hija y el yerno de la víctima estaban acusados de homicidio
- La juez les rebaja la imputación a delito contra las relaciones familiares
- El cadáver fue encontrado en condiciones de insalubridad y abandono
- El abogado de la defensa sostiene que 'no estuvo desatendida'
- La familia mantiene que les fue denegada la ayuda social
Las tres personas detenidas el jueves en Lugo como presuntos autores de un delito de homicidio, por dejar morir a un familiar sin prestarle atención ni los cuidados que requería su situación, han quedado en libertad provisional, según ha informado el Tribunal Superior de Xusticia de Galicia.
El marido, la hija y el yerno de la fallecida, una mujer de 53 años de edad, pasaron el jueves a disposición del Juzgado de Instrucción número dos de Lugo. Tras las declaraciones de los tres, han sido puestos en libertad provisional, sin medidas cautelares de ningún tipo ni fianza.
Cesar Lodos, abogado defensor. | EfeLa juez ha decidido rebajar la imputación de los detenidos por homicidio imprudente a un supuesto delito contra las relaciones familiares. El abogado de la defensa, César Lodos, consideró la nueva calificación "una buena noticia", al tiempo que indicó que "no se puede lapidar a una familia y que se diga que no se le dispensaron cuidados, porque es algo incierto".
Mientras por la calificación de homicidio imprudente con agravante de parentesco las penas podrían haber oscilado entre dos y cuatro años de cárcel, en el caso del delito contra las relaciones familiares, las penas que la acusación pediría podrían situarse entre tres y seis meses. La falta de antecedentes penales computables evitaría la entrada en prisión de los imputados. El abogado ha explicado que luchará porque la causa sea sobreseída.
Las investigaciones posteriores fueron las que permitieron comprobar que tampoco le había sido prestada la asistencia médica, determinándose además que en las semanas previas a la muerte "no había recibido alimento, ni fue aseada, ni levantada de la cama". Esta situación, produjo, según recoge la investigación, "una desnutrición y una aceleración del proceso que le produce la muerte, supuestamente, como consecuencia en la inmovilidad a la que estaba sometida".
El abogado defensor de los familiares de la fallecida explicó las dificultades en el cuidado de la mujer, quien previsiblemente se habría negado a comer y recibir asistencia. La víctima padecía un proceso degenerativo de alzheimer y una posible demencia senil que habría motivado que la familia solicitase ayuda a los servicios sociales, posiblemente del Sergas. Fuentes consultadas indican, sin embargo, que en el Servicio Galego de Saúde "no existe requerimiento de asistencia, auxilio u otro tipo". Los servicios sociales municipales no habrían recibido tampoco ninguna solicitud de socorro por parte de la familia de la fallecida, tal y como han expresado esta misma mañana.
La hija de la fallecida insistía este viernes por la mañana en que cuidaron a su madre y que "nunca" recibieron ningún tipo de ayuda, sin concretar a quien habían dirigido su petición. "Estaba muy enferma pero la íbamos cuidando, alimentando y sí que tenía llagas pero también se las cuidábamos", defendió. Mantuvo, además, que intentaron el internamiento de la madre en un centro de día, sin que finalmente pudiera ser ingresada debido al alto coste del servicio.
Todos ellos convivían en el mismo domicilio, si bien el marido, que en la actualidad mantenía otra relación sentimental, acudía varios días de la semana a pernoctar a la casa familiar y ayudaba con los gastos que generaba la situación. La hija, de 23 años, en paro y afectada por una fuerte depresión, era la principal encargada del cuidado de la mujer. En la casa residía además un menor de catorce años y un niño de siete meses, hijo y nieto de la víctima, respectivamente.
Desde el fallecimiento de la mujer, la Consellería de Traballo e Benestar trabaja con los dos menores de la familia, a través de un programa de apoyo al menor de 14 años que acudirá de lunes a viernes a un centro de día para trabajar con él en materia de apoyo familiar y poder seguir su evolución. En cuanto al bebé, la Xunta ha elaborado un plan de apoyo y seguimiento a la familia con la que reside, con el objetivo de velar por el bienestar de ambos menores.
El abogado defensor de la víctima ha señalado que su enfermedad hacía que se levantara a horas intempestivas y se pusiera a cantar o a expresarse en tono elevado. "Probablemente no llevaron lo mejor posible la situación, que se les acabó escapando de las manos pero en ningún momento se puede decir que estuviera desatendida", concluyó.
El marido, la hija y el yerno de la fallecida, una mujer de 53 años de edad, pasaron el jueves a disposición del Juzgado de Instrucción número dos de Lugo. Tras las declaraciones de los tres, han sido puestos en libertad provisional, sin medidas cautelares de ningún tipo ni fianza.
Cesar Lodos, abogado defensor. | EfeMientras por la calificación de homicidio imprudente con agravante de parentesco las penas podrían haber oscilado entre dos y cuatro años de cárcel, en el caso del delito contra las relaciones familiares, las penas que la acusación pediría podrían situarse entre tres y seis meses. La falta de antecedentes penales computables evitaría la entrada en prisión de los imputados. El abogado ha explicado que luchará porque la causa sea sobreseída.
Condiciones de insalubridad y abandono
El pasado jueves, funcionarios de la Brigada Policial Judicial de la Comisaría de Lugo, procedieron a la detención de las tres personas, naturales y vecinos de Lugo, de la calle Río Navía sita en el barrio de los Milagros, como presuntos autores de un delito de homicidio. La mujer apareció muerta el pasado dos de febrero en la vivienda que la familia compartía en "condiciones de insalubridad y abandono, con gran cantidad de heridas y llagas" que hacían presumir, según fuentes de la investigación, "que no había recibido los cuidados más elementales".Las investigaciones posteriores fueron las que permitieron comprobar que tampoco le había sido prestada la asistencia médica, determinándose además que en las semanas previas a la muerte "no había recibido alimento, ni fue aseada, ni levantada de la cama". Esta situación, produjo, según recoge la investigación, "una desnutrición y una aceleración del proceso que le produce la muerte, supuestamente, como consecuencia en la inmovilidad a la que estaba sometida".
El abogado defensor de los familiares de la fallecida explicó las dificultades en el cuidado de la mujer, quien previsiblemente se habría negado a comer y recibir asistencia. La víctima padecía un proceso degenerativo de alzheimer y una posible demencia senil que habría motivado que la familia solicitase ayuda a los servicios sociales, posiblemente del Sergas. Fuentes consultadas indican, sin embargo, que en el Servicio Galego de Saúde "no existe requerimiento de asistencia, auxilio u otro tipo". Los servicios sociales municipales no habrían recibido tampoco ninguna solicitud de socorro por parte de la familia de la fallecida, tal y como han expresado esta misma mañana.
La hija de la fallecida insistía este viernes por la mañana en que cuidaron a su madre y que "nunca" recibieron ningún tipo de ayuda, sin concretar a quien habían dirigido su petición. "Estaba muy enferma pero la íbamos cuidando, alimentando y sí que tenía llagas pero también se las cuidábamos", defendió. Mantuvo, además, que intentaron el internamiento de la madre en un centro de día, sin que finalmente pudiera ser ingresada debido al alto coste del servicio.
Todos ellos convivían en el mismo domicilio, si bien el marido, que en la actualidad mantenía otra relación sentimental, acudía varios días de la semana a pernoctar a la casa familiar y ayudaba con los gastos que generaba la situación. La hija, de 23 años, en paro y afectada por una fuerte depresión, era la principal encargada del cuidado de la mujer. En la casa residía además un menor de catorce años y un niño de siete meses, hijo y nieto de la víctima, respectivamente.
Desde el fallecimiento de la mujer, la Consellería de Traballo e Benestar trabaja con los dos menores de la familia, a través de un programa de apoyo al menor de 14 años que acudirá de lunes a viernes a un centro de día para trabajar con él en materia de apoyo familiar y poder seguir su evolución. En cuanto al bebé, la Xunta ha elaborado un plan de apoyo y seguimiento a la familia con la que reside, con el objetivo de velar por el bienestar de ambos menores.
Una noticia esperada
La noticia ha generado un gran revuelo en la ciudad de las murallas. Fuentes cercanas a la familia y a su entorno de residencia hablan de una situación "previsible" y recuerdan el aviso, "en más de una ocasión", a la Policía Local para que tomara cartas en el asunto. "Sabíamos que la cosa no iba bien porque era frecuente escuchar sus gritos", apuntan. Un aspecto que desmiente la Policía municipal, que no ha registrado ninguna denuncia en relación con el caso.El abogado defensor de la víctima ha señalado que su enfermedad hacía que se levantara a horas intempestivas y se pusiera a cantar o a expresarse en tono elevado. "Probablemente no llevaron lo mejor posible la situación, que se les acabó escapando de las manos pero en ningún momento se puede decir que estuviera desatendida", concluyó.
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