Un diagnóstico temprano ayuda tanto al paciente como a las personas que le cuidan. Cuando la persona es diagnosticada al comienzo de la enfermedad, él o ella puede tomar decisiones sobre la mejor manera de tratar el problema, sus síntomas y lo que quiere que se haga en el futuro cuando tal vez no pueda tomar decisiones por sí solo. Otro beneficio de recibir un diagnóstico temprano es que las personas que interactúan con la persona que presenta síntomas de demencia, se dan cuenta que el paciente no está actuando diferente de manera intencional, sino que es producto de su condición. Esto permite que los cuidadores se enfoquen en la condición o enfermedad del paciente y también les ayuda a prepararse para el futuro.
Una evaluación para diagnosticar demencia conlleva muchos pasos y debe ser minuciosa. La evaluación para poder hacer un diagnóstico de demencia, por lo regular incluye los siguientes componentes:
- historial médico
- observaciones de la conducta del paciente
- identificación de síntomas
- revisión de medicamentos que el paciente está tomando con regularidad
- pruebas de sangre
- pruebas de imágenes neurológicas tales como gammagrafía por tomografía de emisión de positrones (o PET scan, en inglés), tomografías computarizadas. Las imágenes computarizadas del cerebro se usan para determinar si hay evidencia de derrames cerebrales, coágulos de sangre en el cerebro, tumores o lesiones en la cabeza, ya que todos estos eventos pueden causar demencia. Algunas de las tomografías computarizadas permiten ver una imagen completa del cerebro, las PET muestran cómo el cerebro está funcionando. Otras pruebas, tales como un electroencefalograma, permiten medir la actividad de las ondas del cerebro. Muchas veces, una persona con Alzheimer tiene ondas cerebrales más lentas de lo normal.
- recopilación detallada de historial médico y familiar.
Durante la evaluación, si la persona que presenta síntomas tiene dificultad para contestar muchas de las preguntas, usted o alguien allegado al paciente tal vez pueda contestar muchas de las preguntas.
El diagnóstico requiere esfuerzo ya que no existe una prueba específica para diagnosticar demencia. Sin embargo, existen pruebas que han sido diseñadas para evaluar la severidad de los problemas de memoria y demencia. Estas pruebas por sí solas no pueden diagnosticar demencia, pero ayudan a formular un diagnóstico. Una de las pruebas que más se usa como parte de la batería de exámenes que se le hace a una persona para diagnosticar demencia es el "Examen Mental Abreviado", conocido en inglés como "Mini-Mental State Exam". Esta prueba se utiliza para evaluar las destrezas de memoria y pensamiento que más se afectan como resultado de la demencia. Las destrezas que esta prueba evalúa son:
- habilidad para identificar objetos por su nombre
- atención
- memoria y pérdida de memoria
- orientación y destrezas relacionadas con el espacio
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