Pasar tiempo en un hospital puede ser una experiencia llena de ansiedad para cualquiera persona. Para una persona que padece de Alzheimer u otro tipo de demencia, quien fácilmente podría llegar a confundirse o desorientarse, la experiencia de ir al hospital y tener que quedarse allá toda la noche, puede se traumática. El cambio a un ambiente desconocido y el estrés que le pueden causar un tratamiento médico y el dolor pueden resultar en aún más confusión y desorientación para la persona con demencia. Usted, como cuidador, puede entender mejor estos cambios en la persona y así hacer planes con anticipación, haciendo que una hospitalización sea menos difícil para todos.
Razones para una hospitalización
Muchas personas que sufren del Alzheimer también tienen condiciones médicas serias (como enfermedad del corazón o una fractura de la cadera) que requieren de cuidado en el hospital. Otras personas necesitan una estadía en el hospital a causa de los síntomas relacionados con la enfermedad de Alzheimer. Aun si la hospitalización es por una condición médica, muchas partes del proceso serán afectadas por la persona con Alzheimer. Asegúrese de que los médicos, enfermeras y las otras personas que brindan cuidado a la persona sepan que tiene demencia.
Hospitalización esperada e inesperada
Algunas visitas al hospital son esperadas y otras no. Si hay una emergencia médica es posible que sea necesario llevar a la persona a la sala de emergencia. Puede ser que le traten allí y luego le manden de vuelta a la casa o puede ser que le ingresen al hospital. En cualquier caso, ayudará estar preparado.
Evite hospitalizaciones innecesarias
• Pregunte al médico si se puede hacer el procedimiento, prueba o tratamiento en una clínica de pacientes externos.
• Averigüe cuánto tiempo la persona tendrá que estar hospitalizada.
• Averigüe si se pueden hacer algunas pruebas antes del ingreso al hospital para que la hospitalización sea más corta.
• Si el médico piensa consultar con otros médicos, averigüe si los otros médicos pueden ver a la persona con demencia antes de que sea ingresada al hospital.
Preparándose para una hospitalización esperada
• Haga preguntas. Asegúrese de entender: el diagnóstico de la persona, el nombre del procedimiento, los riesgos y los beneficios de hacer el procedimiento, los resultados esperados, y el tiempo esperado de recuperación.
• Hable con el médico sobre cómo el procedimiento y la estancia en el hospital van a afectar la forma de pensar y el comportamiento de la persona con demencia.
• Haga preguntas acerca de los efectos de la anestesia en el nivel de confusión de la persona.
• Pregunte sobre el uso de controles físicos o químicos. Se usan controles con la intención de proteger la seguridad de la persona, pero pueden causar daño físico y poner en peligro la independencia y la dignidad de la persona.
• Trate de obtener un cuarto privado. La privacidad puede ayudar a calmar a la persona.
• Reúnase con toda la familia frente a frente o por teléfono para conversar sobre las responsabilidades de cada quien. Deben decidir, por ejemplo, en quién llevará a la persona a hacer las pruebas antes del ingreso y quién permanecerá en el hospital durante la operación.
• Comparta la responsabilidad del cuidado de la persona al alternar sus horas de visita.
Haciendo que el ingreso al hospital sea lo más fácil posible para la persona
• Si la persona es capaz de entender y manejar el estrés, háblele acerca del ingreso al hospital.
• Involúcrelo en las discusiones y decisiones cada vez que sea posible. Considere escribir o grabar sus deseos sobre tratamientos para prolongar la vida, donación del cerebro para estudios científicos, etc.
• Prepárense para la visita al hospital. Poco antes de ir al hospital, explique a la persona que ustedes dos van a estar poco tiempo en el hospital. No haga explicaciones complicadas. Si la persona resiste ir, háblele de una forma positiva diciéndole que usted y el médico necesitan su ayuda para resolver un problema.
• Haga que la persona se sienta cómoda fuera de su casa. Lleve consigo una fotografía, una manta favorita o un objeto preferido.
Preparándose para una visita a la sala de emergencia o una hospitalización inesperada
• Prepárese para una visita a la sala de emergencia o una hospitalización inesperada al hacer un kit de emergencia con anticipación. Incluya lo siguiente:
o una lista de medicamentos actuales y alergias
o copias de cartas de poder y otros documentos que describen las directrices para el cuidado de la persona
o información de los seguros médicos
o el nombre y el número de teléfono de su médico
o los nombres y los números de teléfono de los familiares y amigos que pudieran quedarse con la persona en la sala de emergencia mientras usted llena formularios
o una nota que explica la demencia de la persona y sus necesidades específicas
o meriendas no perecibles
o un cambio de ropa
o unos pañales para adultos extras (si se usan)
o papel y lápiz para anotar síntomas y las instrucciones del médico o la enfermera
• Sea paciente. Es posible que tenga que esperar mucho tiempo en la sala de emergencia.
• Ayude al personal de la sala de emergencia en comunicarse y entender a la persona.
• Calme y tranquilice a la persona.
Piense en la comodidad de la persona al estar en el hospital
• Quédese con la persona el mayor tiempo posible. Intente estar en el cuarto cuando se despierta la persona en la mañana, cuando le dan medicamentos, cuando hay que insertar un catéter o cuando el médico hace su visita.
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