Capítulo Aragua

viernes, 25 de septiembre de 2020

Testimonio de Betty Rodríguez Cuidadora. Venezuela 🇻🇪

Siguiendo con el mes morado... 21 de Septiembre Día mundial del Alzheimer, nos llega el testimonio de Betty Rodríguez, cuidadora de su madre. Gracias Betty por confiarnos tu historia junto al Ladrón de los recuerdos. 

VENEDA Y SU LADRON DE SUEÑOS Dedicado a todos los cuidadores de enfermos con Alzheimer         Día Mundial del Alzheimer. 21 de septiembre 2020 En agradecimiento a Claudia Fuentes Barraza  y familia. Gracias a las generosas amistades que me solicitaron este recuerdo . Mil gracias. -Cuando María Benedicta (Veneda, mi mamá) enviudó, jamás pensé que se volvería a “empatar“; mas, para sorpresa mía, un día me sorprendió coqueteándole a un extranjero… no era mexicano, ni chino, ni español, era un hitleriano-Alemán, con un apellido difícil de pronunciar. Si se casaban ella se llamaría: Benedicta Bastidas de Alzheimer y yo, Betty Alzheimer, por subsiguiente matrimonio. - Estuvo enamorándola por un tiempo, de a poquito, despacito se fue metiendo no en su corazón, sino en su mente, en su memoria, en sus recuerdos. -Era alguien con una máscara discreta, ocultando su máxima fealdad, sus malos y negativos pensamientos, sus perversas intensiones. -Poco a poco fue instalándose en su mente, devorando sus neuronas como lobo hambriento, adueñándose de su memoria, como cuando el amor llega de repente en una noche fría de invierno a robarle sus sueños. -No entendía cómo una mujer de alta autoestima se dejaba endulzar por un forastero, y del que,  ni su lenguaje entendía; y cómo entenderlo si nunca habíamos tratado con un amigo o conocido alemán. -Para peor desgracia… de conducta de entrada no me cayó bien (en lo absoluto). - Este ladrón se instaló en mi casa, adueñándose de los recuerdos, sentimientos y estabilidad de nuestras tranquilas vidas; todo se echó a perder; momentos de locura, impotencia, desesperación… ¡Todo es Todo!  Sentía rabia por mi “padrastro”; ni yo lo entendía ni él me comprendía; Ni él se dejaba convencer ni yo me dejaba querer. Hasta que un día me dije: “Mi misma…así no va a funcionar la convivencia, que no se sabe hasta cuándo va a durar, ¿Hasta que la muerte los separe?.  -Convencida ya, que Veneda vivía en su “letargo de amor” con su ladrón de sueños, no me quedó de otra, que comenzar a caminar la segunda milla de la mano de mi padrastro, unírmele y vacilármelo con total y descarado desenfado. Muchas veces le sigo la corriente, me burlo de él; otras lloro de impotencia, de arrechera de ver que por momentos puede más que yo, que me domina, que no lo puedo controlar, que todavía no aprendo a hablar e interpretar el alemán, que no me acostumbro a su manera grotesca de ser; lo mando a la misma mierda, pero el maquiavélico vuelve, cuando no llega a media noche, se aparece en la mañana o en la tarde o cuando le da la real gana; Llega como borracho, drogado, como loco, a abusar de la tranquilidad de mi hogar. Descaradamente se burla de mí. Por esta y muchas razones tuve que aliarme a él, demostrarle hipócritamente amabilidad y hospitalidad. Ya me estoy acostumbrando a sus momentos de terror. Pero, ¡es tan raro!... que muchas veces veo vestigios de amor, como el más dulce de los enamorados; y otras veces con mucho humor… pareciendo un gran actor cómico, de esos como Cantinflas con sus “cantinfladas” que nos hace soltar lágrimas de risa. -Es un delincuente , un ladrón que se instaló como si fuera un hotel de lujo, de esos 5 estrellas; no sólo la robó a ella, también a mí. -Es grosero, de esos que repiten las mil y una palabras prohibitivas; se dirige a mí como su acérrima enemiga y no como su hija adquirida, me ha soltado improperios inmerecidos. Vulgar y sin pudor, la desvestía hasta quedarse enseñando su piel mustia, flácida y arrugada por su inocultables 85 años ( hoy 87) actitud que ella por amor aceptaba como si estuviera posando para una foto de calendario masculino. Gritón y ofensivo. Llegó a compenetrarse tanto con ella, perturbándole así sus dulces horas de sueño. -Falso e Hipócrita alemán, valiéndose de un cuerpo y una mente frágil, ha ido acabando con aquella mujer, que en otrora era menudita pero con mucho carisma, alegre, dicharachera, coqueta en el vestir, amigable, cariñosa y por sobre todo independiente. Admirada por muchos por su manera expresiva y tratable, de excelente humor… y ahora… en su malestar por no haber conocido a tiempo los detalles de su apasionado enemigo, sus neuronas comenzaron bailando al compás del vals de las mariposas.  -Fue perdiendo así el don más bello del ser humano: SU MEMORIA, sus recuerdos, los rostros de los que ha amado, la deshubicación en el tiempo y en el espacio. Este mal amor ha hecho que se olvide de ella misma, cuando tristemente se mira al espejo y no se reconoce.  -El tiempo ha ido pasando. Como todo principio desconocido, ha sido muy fuerte para mí convivir con un elemento a quien yo no he podido querer, a quien he detestado y he indeseado; como algo reciproco él ha sentido lo mismo por mí; soy su piedra de tranca, soy su peor obstáculo para hacer y deshacer, pues en medio de su tétrica demencia sabe que estoy luchando contra él con todas las armas de una guerrera, una luchadora, de una defensora del ser que le dio la vida, que sin miedo se le enfrenta.  -Ante este torbellino, ante tantas turbulencias (este huracán tiene nombre: ALZHEIMER). Como ella se consume yo me voy consumiendo, aquí en mi “Jaula de oro, en mi palomar” nos hemos entregado una a la otra. Ella sufriendo como la mal querida, el maltrato de su amante demente, de su patético amor malvado y yo en mi rol de salvadora para que ese desgraciado no le haga más daño del que le ha proporcionado, para que tenga mejor calidad de vida, para que en sus chispazos de lucidez, vuelquen en un momento la memoria de su pasado, me reconozca y no olvide que aquí estoy yo: ¡su hija!. Sí, quiero estar en su memoria con una foto y un letrero: MADRE-HIJA, VENEDA-BETTY.  -Mamá, ¡aquí estoy yo!, con todas las ansias de mi vida, luchando y ayudándote para que no se interpongan en nuestro amor, ese parásito desvastador de memorias y entiendas en el lenguaje del amor que  AQUÍ ESTOY YO, tu única hija que prefiere abandonar el mundo, abandonarse a sí misma, y no abandonarte ni con el pensamiento más oculto. -Y cómo descuidar al ser que me ha permitido a través de ese intromisor, amarla sin condición, sentir la dulce liviandad del perdón, saborear el gozo que da la entrega total, el servicio sin cansancio, el camino de la segunda milla.  -Puedo decir, que he ido aprendiendo por increíble que parezca a perdonar al amante de mi mamá. Ahora soy su  amiga, sí , confieso que con oculta intensión, así no me amargo la vida y hago que él se sienta más cómodo  y complacido; haciéndole creer que ya no me molesta, que lo acepto, no sé… si algún día nos tomaremos de la mano.  -A veces pierdo los estribos, la compostura (como en toda relación hay desavenencias) lo grito, lo insulto, nos peleamos; pero vuelvo a recordarle: eres y serás alguien que llegó a nuestras vidas para darnos la más bella lección sobre nuestra misión aquí en la tierra. Lección de convivencia: aceptar, tolerar y paciencia para llegar al AMOR en mayúscula. 1er mandamiento: AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TÍ MISMO. 4to mandamiento HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE, para que tus años en la tierra se alarguen. -Puedo decir sin falsas modestias que podemos hacer del sufrimiento un medio para acercarnos más a nuestro Padre Celestial, al dador de vida. - Me he vuelto una experta en enfermería, nutrición, geriatría y gerontología, sin poseer título; posgrado en economía, y que les digo. Me he vuelto muy creativa. He rezado, he orado, he doblado rodilla en tierra, he prometido… he vuelto a recordar y cantar viejas canciones de amor y de despecho de esas que se oían  por allá por los años 40 y 50… -Tengo por experiencia como se revierte el ciclo de la vida. Ahora soy MAMÁ DE MI MAMÁ.  La baño como mi bebé de meses, su comida en la boca y la regaño si bota la comida. La peino, le pinto su boquita que parece una muñequita en un dibujo de papel. La siento en mis piernas para cantarle su canción de cuna (allá en el rancho grande…) y si se porta mal la amenazo con darle una nalgada o no sacarla a pasear. - Esta crucecita me gusta, me entretiene, es mi motor. Aunque unos días sean de espanto y otros de encanto, le digo al Señor: Señor, me gusta mi crucecita, mi crucecita de carne y hueso, ¡ no me la cambies señor! Y perdóname Dios mío, cuando pierdo la paciencia, que yo comprenda que el asunto no es con ella, sino con el Ladrón de los Sueños. Cuidadores y cuidadoras, tengan siempre como norte cuando tengan que cuidar un ser especial, que el AMOR todo lo puede y que con DIOS todo es posible. Días de encanto y de espanto de una cuidadora. Betty Rodríguez Bastidas  Puerto Ordaz 21/09/2017 .



No hay comentarios:

Sitio Oficial

Ladrón de los Recuerdos

Publicidad

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...