• Pedro Gil
Jefe Servicio Geriatría. Hospital Clínico San Carlos
Profesor Titular Geriatría Universidad Complutense


La demencia es un síndrome multietiológico causado por una disfunción cerebral, que suele ser multifocal y/o difusa. Las demencias suponen no solo un gran síndrome geriátrico sino un auténtico paradigma de los mismos. 
Esa categoría la alcanza en base a su alta frecuencia, su asociación a otros grandes síndromes geriátricos como es la incontinencia urinaria, su larga evolución y sus importantes repercusiones en las áreas sanitarias, sociales y económicas.
La presencia de incontinencia urinaria puede observarse hasta en el 90% de los pacientes con demencia, pudiendo variar las cifras entres el 50% de aquellos que permanecen en la comunidad y más del 80% entre los que reciben cuidados residenciales.
La existencia de incontinencia urinaria en un paciente con demencia es una de las causas de institucionalización.
El análisis de la capacidad para desarrollar las actividades de la vida diaria incluye entre sus ítems el control de esfínteres y los evalúa y puntúa la presencia de incontinencia urinaria esporádica (1), frecuente (2) y doble incontinencia (3).
La incontinencia es un parámetro que sirve para clasificar la demencia en grados de severidad. Así se identifica el estadio de demencia como moderada-severa como en base a la presencia de incontinencia urinaria. Todo esto explica la importancia de la presencia de incontinencia en los pacientes con demencia.
Las demencias representan en el momento actual un problema de salud pública de primera índole y se ha establecido como una prioridad en las políticas de investigación tanto pública como privada. Existe unanimidad al considerar que las cifras de prevalencia se doblan cada 5 años, desde el 1-2% a los 65-70 años hasta el 30% en personas mayores de 85 años. En población anciana, las formas más frecuentes de demencia son la enfermedad de Alzheimer (EA), la demencia vascular y las formas mixtas. Actualmente, la supervivencia media de los pacientes con demencia se establece entre 8-12 años, aunque se pueden registrar casos de 20 o más años de evolución.
El término de demencia vascular hace referencia a la existencia de deterioro cognitivo en relación con diferentes tipos de alteraciones vasculares cerebrales. Las causas pueden ser infartos múltiples, infarto único en área estratégica, enfermedad de pequeños vasos, hemorragias e hipoperfusión.

CONSEJOS

Tanto el deterioro cognitivo como la incontinencia urinaria de forma separada pueden alterar de forma bien establecida la calidad de vida del paciente. Cuando se presentan de forma conjunta el impacto que tienen sobre la calidad de vida del paciente y de sus cuidadores es de tipo exponencial.
1.- Recordar que las personas con deterioro cognitivo tienen dificultades importantes en la comunicación y, en consecuencia, la pobreza sintomática es la regla. Pueden confundir u olvidar la visita al WC.
2.- En aquellas personas con demencia e incontinencia debe realizarse de forma sistemática una historia farmacológica. Fármacos como antidepresivos, antipsicóticos e inhibidores de acetilcolinesterasa ampliamente utilizados en estos pacientes pueden ser causas de incontinencia.
3.- Recordar que los fármacos anticolinérgicos utilizados con cierta frecuencia en el tratamiento de la incontinencia urinaria (oxibutinina, tolterodina) pueden tener como efecto secundarios el desarrollo de trastornos cognitivos o el agravamiento de los mismos.
4.- La existencia de trastorno de la marcha, deterioro cognitivo e incontinencia urinaria, debe ponerse en conocimiento de su médico para estudio y exploraciones complementarias.
5.- Los pacientes con deterioro cognitivo suelen presentar alteración del sistema inmune motivo por el cual las infecciones, incluidas las urinarias, son muy frecuentes. En consecuencia, se debe hacer despistaje de dicha situación.
6.- Las medidas aconsejadas aplicables en pacientes con incontinencia también son útiles en pacientes dementes y además, se deberían tratar todas aquellas incidencias que de forma transitoria se puedan presentar.
7.- En los pacientes con incontinencia urinaria establecida, una buena opción terapéutica es la utilización de absorbentes tanto a nivel diurno como nocturno.
8.- Se pueden y deben establecer programas y calendarios de evacuación cada dos horas, sobre todo en aquellos que como consecuencia de una demencia en fase muy avanzada se encuentran inmovilizados, para así mantener la función de la continencia.