El maltrato a personas con enfermedad de Alzheimer:un problema aún invisible
La violencia de género es ampliamente conocida por la opinión pública y las autoridades sensibilizadas a la problemática de las mujeres maltratadas. Se crearon centros de acogida para las victimas, se utilizan órdenes de alejamiento para los verdugos y se facilito la denuncia de tales hechos.Así que la palabra “maltrato” casi nunca se refiere a personas mayores y sobre todo a pacientes con una enfermedad de Alzheimer.
Hace años que el Prof. JM Ribera Casado (Hospital Universitario San Carlos, Madrid) llama la atención de sus colegas, del público y de las autoridades administrativas sobre la frecuencia de los malos tratos que sufre el colectivo de las personas mayores psíquicamente dependientes.
Se habla mucho del envejecimiento de la población y de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, el tema de los malos tratos a estas personas queda escondido. ¿Por qué?
Los malos tratos a menudo se esconden porque desgraciadamente la enfermedad también se oculta. No se habla de ella. Además como para la mayoría de los maltratos, es el silencio quien se impone.
Primero el silencio de la víctima. Tiene miedo si se queja, de ser todavía más maltratada, o bien si se encuentra en una residencia, de ser amenazada. Además también hay que contar con el silencio de las familias que no quieren “tener problemas” y el silencio de los cuidadores profesionales que se niegan a denunciar sus colegas de trabajo.
Los malos tratos a menudo se esconden porque desgraciadamente la enfermedad también se oculta. No se habla de ella. Además como para la mayoría de los maltratos, es el silencio quien se impone.
Primero el silencio de la víctima. Tiene miedo si se queja, de ser todavía más maltratada, o bien si se encuentra en una residencia, de ser amenazada. Además también hay que contar con el silencio de las familias que no quieren “tener problemas” y el silencio de los cuidadores profesionales que se niegan a denunciar sus colegas de trabajo.
Donde empieza el maltrato. ¿Hay una definición generalmente aceptada en el plan internacional?
Una de las particularidades de los malos tratos es que no hay una definición universal acerca del maltrato. Se suele hacer referencia a la definición establecida por el consejo de Europa.
Se denomina maltrato “todo acto u omisión, cometido por una persona, que atente contra la vida, integridad corporal o psíquica de otra persona o condicione gravemente el desarrollo de su personalidad y/o perjudique a su seguridad financiera”.
El interés de esta definición es que subraya el carácter intencional o no del maltrato. Se trata en esta situación tanto de actos intencionados como de omisiones, de un gesto violento o de una omisión.
Una de las particularidades de los malos tratos es que no hay una definición universal acerca del maltrato. Se suele hacer referencia a la definición establecida por el consejo de Europa.
Se denomina maltrato “todo acto u omisión, cometido por una persona, que atente contra la vida, integridad corporal o psíquica de otra persona o condicione gravemente el desarrollo de su personalidad y/o perjudique a su seguridad financiera”.
El interés de esta definición es que subraya el carácter intencional o no del maltrato. Se trata en esta situación tanto de actos intencionados como de omisiones, de un gesto violento o de una omisión.
¿Porque las personas con Alzheimer pertenecen al grupo que más riesgo tiene de padecer malos tratos?
Existen numerosas razones por las que se considera que los enfermos de Alzheimer son los más expuestos al riesgo de malos tratos.
Primero porque les cuesta hablar y expresarse. No les entendemos bien y tenemos la impresión de que ellos no entienden lo que les queremos transmitir.
Por otro lado dependen de su cuidador, en particular, para las actividades de la vida diaria. Cuánto más aumenta la dependencia, mayor es el riesgo de malos tratos.
A menudo sufren incontinencia, lo que representa para el cuidador una sobrecarga de trabajo y puede inspirar hasta asco.
Finalmente, los trastornos del comportamiento (agitación, agresividad, conductas sexuales inadecuadas, tentativa de vagabundeo…) crean situaciones de tensión, incluso crisis.
Es el conjunto de estos factores los que explican la frecuencia de malos tratos en este colectivo.
Existen numerosas razones por las que se considera que los enfermos de Alzheimer son los más expuestos al riesgo de malos tratos.
Primero porque les cuesta hablar y expresarse. No les entendemos bien y tenemos la impresión de que ellos no entienden lo que les queremos transmitir.
Por otro lado dependen de su cuidador, en particular, para las actividades de la vida diaria. Cuánto más aumenta la dependencia, mayor es el riesgo de malos tratos.
A menudo sufren incontinencia, lo que representa para el cuidador una sobrecarga de trabajo y puede inspirar hasta asco.
Finalmente, los trastornos del comportamiento (agitación, agresividad, conductas sexuales inadecuadas, tentativa de vagabundeo…) crean situaciones de tensión, incluso crisis.
Es el conjunto de estos factores los que explican la frecuencia de malos tratos en este colectivo.
Cuando se habla de malos tratos, se piensa en seguida al maltrato físico. ¿Hay otras formas de maltrato?
Si, por supuesto.
El maltrato físico, aunque no sea el más frecuente, es el más evidente. Se trata de pellizcos, golpes, bofetadas, quemaduras, abusos sexuales… El maltrato físico deja huella: hematomas, contusiones, marcas en la piel…
Al lado del maltrato físico, existe el maltrato psicológico: agresiones verbales ( injurias, amenazas, palabras hirientes…), infantilización ( hablar al enfermo como a un niño de 3 años), humillaciones, el no respeto de su pudor (dejarle desnudo sin taparle), amenazas y represalias..
Insistamos en el maltrato económico, muy frecuente. Es un miembro de la familia el que gestiona, en su provecho, los bienes y la economía del enfermo.
También se consideran malos tratos las “negligencias” que, a menudo no son voluntarias: no asegurar correctamente los cuidados básicos, no escucharle, olvidarle de darle su dentadura, sus gafas, su bastón…
Si, por supuesto.
El maltrato físico, aunque no sea el más frecuente, es el más evidente. Se trata de pellizcos, golpes, bofetadas, quemaduras, abusos sexuales… El maltrato físico deja huella: hematomas, contusiones, marcas en la piel…
Al lado del maltrato físico, existe el maltrato psicológico: agresiones verbales ( injurias, amenazas, palabras hirientes…), infantilización ( hablar al enfermo como a un niño de 3 años), humillaciones, el no respeto de su pudor (dejarle desnudo sin taparle), amenazas y represalias..
Insistamos en el maltrato económico, muy frecuente. Es un miembro de la familia el que gestiona, en su provecho, los bienes y la economía del enfermo.
También se consideran malos tratos las “negligencias” que, a menudo no son voluntarias: no asegurar correctamente los cuidados básicos, no escucharle, olvidarle de darle su dentadura, sus gafas, su bastón…
A menudo, se ata al enfermo a su cama o a su asiento para prevenir una caída. ¿Es simplemente una mala practica o ya un maltrato?
Se trata de un gesto que se hace para garantizar la seguridad del enfermo, por ejemplo para impedir que se caiga. Pero también puede hacerse para estar tranquilo uno mismo.
Las medidas de contención deben de estar prescritas por un médico y tener una razón médica. Si se trata de una institución, es necesario que la familia esté advertida y dé su consentimiento
Se trata de un gesto que se hace para garantizar la seguridad del enfermo, por ejemplo para impedir que se caiga. Pero también puede hacerse para estar tranquilo uno mismo.
Las medidas de contención deben de estar prescritas por un médico y tener una razón médica. Si se trata de una institución, es necesario que la familia esté advertida y dé su consentimiento
El enfermo puede vivir en casa con su cuidador o estar ingresado en una institución. ¿Dónde los malos tratos son los más frecuentes?
Se conocen más los malos tratos institucionales… pero existen también numerosos maltratos que se realizan en el domicilio. Los responsables suelen ser los propios cuidadores, muchas veces sin quererlo.
Se conocen más los malos tratos institucionales… pero existen también numerosos maltratos que se realizan en el domicilio. Los responsables suelen ser los propios cuidadores, muchas veces sin quererlo.
¿Hay una disposición legal que obliga a denunciar los malos tratos? Y en este caso,¿Cómo hacerlo?
Según la Ley, es obligatorio denunciar los malos tratos pero, en España, no existe un registro oficial de los casos de violencia contra personas mayores.
Según la Ley, es obligatorio denunciar los malos tratos pero, en España, no existe un registro oficial de los casos de violencia contra personas mayores.
Fuente: Fundación Alzheimer España
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