Capítulo Aragua

jueves, 16 de junio de 2011

Vemos a los enfermos de Alzheimer pero, ¿quién cuida a los cuidadores?"

Una de las películas más humanas del cine español del momento que nos invita a reflexionar, con una mirada llena de amor y ternura, en esas personas que lo dan todo por los enfermos: los que cuidan
L as premisas que llevaron a Oskar Tejedor a realizar un documental tan humano y social fueron sus propias vivencias. Oskar tuvo que vivir, durante largos años, el deterioro físico y psíquico de su padre enfermo de Alzheimer. Por otra parte, estaba su madre, la cuidadora principal, que también sufría, quizás sin quererlo, el deterioro de la dura enfermedad de su marido. Protagonista fue también Oskar, a quien se le ocurrió hacer un documental sobre la enfermedad de su padre y sus vivencias en casa. Finalmente éste falleció y no tuvo ni el valor ni la fuerza, en ese momento, para montar las escenas. Llegados a este punto se dio cuenta que cuando salían a pasear con el enfermo todos preguntaban por él pero nadie se preocupaba por cómo se encontraba el cuidador, que sufría de manera colateral la enfermedad. Como él mismo confiesa, "esto es un homenaje a los cuidadores, porque vemos a los enfermos de Alzheimer pero, ¿quién cuida a los cuidadores?".
HUYE DEL DRAMA
Oskar no cae en la lágrima fácil y ha sido capaz de equilibrar la dureza del tema con ciertas situaciones cómicas de la vida diaria, porque las hay. "Quería huir de todo dramatismo, dado que ya está inherente en el tema, no quería hurgar en la herida ni regocijarme en la angustia y el dolor. Eso era muy fácil. Mi trabajo fue, por tanto, darle la vuelta siempre mirando a la esperanza y ver una salida después del túnel. En este sentido creo que no caer en la oscuridad es el gran logro de la película".
Oskar no solo consiguió que los personajes les abrieran las puertas de su casa sino también las de su corazón. Para ello, "me abrí en canal y deje que vieran todos mis defectos y que supieran mi historia, es fácil es cuando mandas desnudarse a alguien y te desnudas tu antes". Esto dio lugar a la gran naturalidad que se palpa durante todo el documental y lo que ha provocado que con el tiempo, todos ellos se hayan convertido en una gran familia.
Los cuidadores dan la vida por sus familiares enfermos, se dedican día y noche a su cuidado y toman continuamente decisiones difíciles, pero aún así siempre queda la duda latente de si se ha hecho todo lo posible por ellos o se podía hacer algo más. "¿Cómo narices una persona que lo ha dado todo, que ha estado siempre al pie del cañón se cuestiona eso? En esa escena se me cayó el mundo a los pies, es increíble la sensación de culpabilidad que tienen, y ésta se acrecienta cuando dejan de reconocerles", afirma Oskar.
SENSIBILIDAD Y TERNURA
Todas las historias que se narran en el documental "son historias de amor", según su director. ¿Pero la sociedad qué hace para ayudar a los cuidadores? La Ley de Dependencia ayuda pero "hacen falta muchos más técnicos para estar vigilante a las necesidades de cada uno. Sería necesaria una atención más personalizada y, sobre todo, que se haga con cariño y ternura". Oskar insta a los ciudadanos a ver el documental para que conozcanla problemática y sean consciente de la labor que están realizando estas personas. El documental también critica el trato, tanto a enfermos como a cuidadores por parte de los médicos. Según Oskar, "tendrían que ser más tolerantes y sensibles y no sólo tratar el tema desde el punto de vista científico. Creo que a ellos también les enseñará mucho", asegura Oskar, quien ha nacido con verdadera "alma de ONG".

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