Tener acceso a un cuidado médico adecuado, general y especializado.
Permanecer activo en el trabajo y el ocio todo el tiempo que sea posible.
Ser tratado con dignidad, como un adulto y no como un niño.
Tomar en serio la expresión de sus sentimientos.
Vivir en un entorno familiar y social seguro, estable y bien estructurado.
Disfrutar de actividades que le mantengan estimulado todo el día.
Salir regularmente a la calle.
Recibir cariño a través del contacto físico como besos, abrazos, caricias, o coger su mano.
Estar con personas conocedoras de su trasfondo vital incluyendo su tradición cultural y sus creencias religiosas.
Ser atendido por personas entrenadas en el cuidado de pacientes con demencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario