Las llagas, ese infierno

En la última fase del enfermo de Alzheimer es frecuente la aparición de llagas en varias partes de su cuerpo.

Cuando una persona se ve obligado a permanecer en cama durante mucho tiempo le suelen aparecer porque bajan sus defensas y se altera la circulación sanguínea. El cuerpo apenas se mueve y descansa siempre sobre un mismo punto que por la presión acaba por provocar estas terribles complicaciones. siendo ésta la peor de todas.

Ante todo nada de desesperarse. ¿Cómo evitarlas? Pues fácil, moviendo al enfermo lo máxime posible.

Una solución importante pero no definitiva es el colchón de aire que venden en farmacias especializadas o tiendas de ortopedia. Esos colchones tienen doble hilera y se van hinchando y deshinchando alternativamente para que el enfermo tenga movilidad.

Es importante girarlo todo lo posible y siempre en posiciones diferentes al cabo de un par de horas y así evitar que la presión del cuerpo repose sobre el mismo punto.

Si a pesar de todo aparecen las llagas se debe aplicar pomadas de cortisona, hay varios tipos que son recomendables como Furacín, cuando la herida está infectada, o Blastoestimulina si no lo está. De todas formas cada enfermera y cada médico tiene sus propias preferencias.

El propio cuidador puede hacer las veces de enfermero siempre bajo control de un profesional de la medicina.

Es importante usar guantes de goma para evitar que ningún microbio entre en la herida. Guantes de goma o de plástico que se pueden encontrar en muchos supermercados y tiendas de esas de baratijo que las sirve en cajas.

Las llagas son fáciles de contraer y difíciles de sacar. Es necesario cambiar cada día las gasas estériles y la pomada, algunas aguantan dos días y sobretodo si se usan parches. Se lava la herida con Betadine, yodo, o suero fisológico. También sirve el agua oxigenada, pero ésta puede provocar molestias al paciente.

Se requiere mucha constancia y mucha paciencia para luchar contra esta lacra que sufren los enfermos encamados durante mucho tiempo, pero hay que armarse de valor y coger el toro por los cuernos.

Una negligencia puede ser fatal.

Es importante también la higiene, cambiar las sábanas a menudo. Lavar bien al enfermo y alimentarlo bien.

Para un enfermo con llagas es importante suministrarle complejos vitamínicos, Meritene que hay de varios gustos, y batidos que se realizan mezclando nata, leche condensada o leche normal, un huevo y en algunos casos margarina.

Todo ello pasado por la batidora.

A los enfermos les encantará.