Cuidar de quienes Cuidan!!!

¿Quién cuida al cuidador? Reacciones emocionales más frecuentes Las cuatro "A" de AYUDA para el Cuidador Aceptación Acceso a la información Apoyo Autocuidado La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad crónica degenerativa que afecta al sistema nervioso, y produce la progresiva pérdida de las funciones tanto físicas como mentales. Este deterioro conduce progresivamente a una situación de dependencia, cada vez mayor, de un tercero, EL CUIDADOR PRINCIPAL, que es la persona que asume la responsabilidad de dar al enfermo la atención y los cuidados necesarios a medida que éste va perdiendo sus capacidades y autonomía.La progresión en el tiempo del deterioro que manifiesta el enfermo, implica una sobrecarga cada vez más intensa en el cuidador. Esta sobrecarga es tanto física como emocional, y provoca en el cuidador un desgaste prolongado que afecta a la calidad de vida de éste y por tanto, a la calidad de su labor como cuidador. Reacciones emocionales más frecuentes Cuidar a una persona enferma de Alzheimer es una tarea ardua ante la cual la mayoría de los cuidadores experimentan algunas de las siguientes emociones: Ante la sospecha de la enfermedad: Incertidumbre, desconcierto, hostilidad, cólera, incredulidad, desasosiego. Ante el diagnóstico: Aturdimiento, bloqueo, incomprensión, indefensión, negación de la evidencia, temor ante lo desconocido, sentimientos de soledad. A medida que avanza la enfermedad: descontrol emocional, vergüenza, estrés, sensación de ineficacia en la toma de decisiones, inseguridad ante las medidas tomadas para el cuidado del enfermo, sensación de aislamiento social, manifestaciones psicosomáticas de ansiedad y/o depresión Así como la enfermedad de Alzheimer evoluciona necesariamente hacia una pérdida progresiva de las capacidades cognitivas y la autonomía del paciente, el impacto psicológico que se produce en el cuidador varía dependiendo de los recursos que utilice éste para hacer frente a la enfermedad. LAS CUATRO "A" DE AYUDA PARA EL CUIDADOR Aceptación de la enfermedad. De mis propias limitaciones. ¿Qué es aceptar? Aceptar no es rendirse pasivamente, no es "bajar los brazos". Aceptar es asumir la realidad de HOY, e intentar buscar soluciones para adaptarse de la mejor manera posible a la situación.¿En qué ayuda aceptar?Aceptar la enfermedad, ayuda a hacer frente a los hechos, a no apegarse a situaciones anteriores, a interpretar los comportamientos irritantes o molestos del familiar enfermo como consecuencia del curso de la propia enfermedad y no como acciones malintencionadas. Ayuda a no esperar más del enfermo de lo que la enfermedad de Alzheimer le permite dar. Esto ayuda a controlar los sentimientos de HOSTILIDAD. Aceptar las propias limitaciones. Marcarse metas realistas, darse cuenta de la necesidad de cuidarse a sí mismo y reconocer el derecho a ello, delegar en otros el cuidado de su familiar y admitir las emociones. Esto ayuda a controlar los sentimientos de CULPA. Acceso a la información Sobre la enfermedad Sobre los recursos a mi alcance ¿Qué implica acceder a la información? Entender mejor lo que está sucediendo y conocer las posibles soluciones para resolver los problemas que se van presentando. ¿En qué ayuda Acceder a la información? Sobre la enfermedad. Cuanto mayor conocimiento de la enfermedad tenga, mejor podrá anticiparse a las situaciones, poniendo en marcha los recursos oportunos para hacer frente a la situación con eficacia. Esto ayuda a controlar los sentimientos de BLOQUEO y DESCONTROL EMOCIONAL. Sobre los recursos. Conocer técnicas y habilidades y aprender a utilizarlas con el propio enfermo, ayuda a resolver problemas que se presenten. Esto ayuda a sentirse eficaz y así controlar los sentimientos de INSEGURIDAD E INEFICACIA. Apoyo De familiares y amigos. De servicios sociales, instituciones y Asociaciones de Familiares. De profesionales implicados. ¿Qué es buscar Apoyo? Pedir ayuda a los grupos próximos o más amplios para satisfacer la necesidad de afecto o ánimos que tiene una persona ante una situación determinada. ¿En qué ayuda buscar Apoyo? Familiares y amigos. Delegar en otros la tarea de cuidador por unas horas, le va a permitir salir de la situación, relacionarse, dedicar un tiempo para hablar sobre otras cosas. Esto ayuda a controlar los sentimientos de Soledad y Aislamiento. Servicios sociales, instituciones y asociaciones. La posibilidad de recibir ayuda domiciliaria, contar con la opción de acudir a centros de día o residencias, ayuda a combatir los sentimientos de Indefensión. El contactar con personas que comparten el mismo problema y poder compartir con ellas experiencias, y emociones, ayuda a combatir los sentimientos Soledad y Vergüenza. Profesionales implicados. El contar con la colaboración de profesionales de la salud, médicos de atención primaria, neurólogos, y geriatras ayuda a mantenerse informado sobre el curso de la enfermedad y esto alivia los sentimientos de PÉRDIDA DE CONTROL ante situaciones nuevas. Acudir a un profesional de la Psicología ayuda a vivir la situación desde un nuevo enfoque, aprendiendo a solucionar los problemas que nos vayamos encontrando. Esto ayuda a reducir los síntomas de Depresión y Ansiedad Autocuidado Físico Psicológico ¿Qué es autocuidarse? Reconocer el derecho a proporcionarse a sí mismo los cuidados necesarios para proteger la salud y aumentar así la calidad de vida.¿En qué ayuda el autocuidado?Autocuidados físicos. Hacer ejercicio, mantenerse en forma, alimentarse sanamente, utilizar técnicas de relajación, dormir las horas necesarias, ayuda a combatir la sensación de FATIGA y ESTRÉS. Autocuidados psicológicos. Cultivar el sentido del humor, (reír es un magnífico antídoto para la desesperanza,) hablar de los propios sentimientos, reconocer éstos como normales y comprensibles, no enfocar la vida exclusivamente desde su papel de cuidador, atender a sus necesidades. Esto ayuda a aliviar los sentimientos generales de INSATISFACCIÓN. No olvide que todas las complicaciones que surgen a lo largo del curso de la enfermedad son susceptibles de recibir tratamiento para mejorar la situación. Cristina Jiménez Mateo-Sidrón Psicóloga clínica.