Capítulo Aragua

martes, 15 de enero de 2019

“Los cuidadores nos convertimos en padres de nuestros padres, y ellos se convierten en nuestros hijos”



Pablo Barredo: “Los cuidadores nos convertimos en padres de nuestros padres, y ellos se convierten en nuestros hijos”


Pablo A. Barredo (Barcelona, 1974) es el fundador y presidente de la fundación ‘Diario de Un Cuidador’. La primera ONG del mundo dedicada exclusivamente a la figura de los cuidadores y ex cuidadores de personas dependientes, especialmente de Alzheimer y otras demencias. Pablo comenzó a escribir con 33 años, cuando su madre cayó enferma de Alzheimer y él se hizo cargo de su cuidado. Ahora, Pablo Barredo es el escritor de un libro con el mismo nombre que su fundación y se dedica a orientar a cuidadores y ex-cuidadores de todo el mundo.
-Pregunta: ¿Qué le hizo llevar a cabo este proyecto?
-Respuesta: Comencé con un blog llamado ‘Diario de Un Cuidador’ mientras cuidaba de mi madre con Alzheimer. Me dedicaba al mundo de la comunicación y el marketing, así que me di cuenta de que había un vacío muy grande de información en el sector. El blog comenzó a tener mucho éxito y quise concienciar y ayudar a todos esos cuidadores. Después escribí el libro ‘Diario de Un Cuidador’; y más tarde, inauguré la fundación. Ahora, Diario de Un Cuidador tiene diez colaboradores y más de 600.000 asociados.
-P: ¿Cómo es el día a día de un cuidador?
-R: La jornada puede comenzar perfectamente a las 7:00h de la mañana. Empieza organizando todo el día con esa persona. Calculas desde el tiempo que tardarás en conseguir que se levante, hasta el tiempo que invertirás en vestirla y darle el desayuno. El cuidador tiene que hacerlo todo: las tareas del hogar, el aseo del enfermo, la medicación, la compra, el seguimiento de cuentas bancarias; todo. El día a día de un cuidador familiar se basa en dedicar las 24h de tu tiempo a esa persona.
“El síndrome del cuidador aparece siempre; antes o después, con menor o mayor intensidad, pero llega”.
-P: ¿Se puede huir del síndrome del cuidador?
-R: Cuanto mayor es la dependencia hacia el cuidador, mayor es el grado del ‘síndrome’ que se experimenta. El síndrome del cuidador aparece tarde o temprano con menor o mayor intensidad, pero llega siempre. Esto pasa sobre todo con enfermedades como la demencia. Por ejemplo, con el Alzheimer porque vas viviendo todo el proceso; desde que se da un diagnóstico, hasta que la luz de la persona se apaga. Y si estás tú solo, o no tienes los suficientes apoyos, el desgaste es tan grande que acabas “quemadísimo”.
“Aunque se reciba ayuda por parte de otras personas, acaba siendo una persona sola la encargada del enfermo; y la que lleva toda la sobrecarga del trabajo”.
-P: ¿Recibió algún tipo de ayuda?
-R: Tuve algo de ayuda por parte de mis hermanos. Mi hermana cumplió la figura de cuidador secundario. Es la persona encargada de hacer que el cuidador principal no decaiga. Le proporciona oxígeno y evita que acabe quemándose tanto el cuidador principal. Aunque, la mayor parte del trabajo la seguía haciendo yo porque al final del día mi hermana se iba a su casa con su familia; y el que se quedaba allí era yo.
-P: ¿Es el síndrome del cuidador mucho más grave para un cuidador familiar que para uno profesional?
-R: Cuando cuidas a un familiar estás viviendo toda la historia con él. El proceso de duelo comienza con el diagnóstico de la enfermedad, y se cierra con el fallecimiento de la persona dependiente. Por lo tanto, ya empiezas con una sobrecarga emocional. El amor y el cariño que tienes hacia esa persona es lo que te empuja a seguir cuidando de ella y a vivir situaciones que nunca te habías imaginado. Yo siempre digo que nos convertimos en padres de nuestros padres, y ellos se convierten en nuestros hijos.
-P: El perfil del cuidador es el de una mujer de mediana edad que generalmente suele ser familiar del enfermo.
-R: Normalmente, quién lleva esta labor es la mujer. Hay una idea generalizada de que el concepto de mujer y el concepto de cuidar van unidos. El perfil de un cuidador es el de una mujer de unos 50 o 60 años. Por ejemplo, una hija o una nuera. Los hombres deberíamos subir el nivel, buscando la igualdad también en eso. Cuidar es una cuestión que depende únicamente de la empatía y del amor de una persona. Por eso es algo que pueden hacer tanto hombres como mujeres.
Fuente: http://roismedical.com/pablo-barredo-nos-convertimos-en-padres-de-nuestros-padres-y-ellos-se-convierten-en-nuestros-hijos

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